El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Husein, advirtió este jueves que el impacto del extremismo, los conflictos bélicos, el cambio climático y las desigualdades convierten este años en un año desastroso para los derechos humanos.
"2016 ha sido un año desastroso para los derechos humanos en todo el mundo", afirmó Zeid en una declaración emitida en ocasión de la celebración del Día de los Derechos Humanos, que se conmemora cada 10 de diciembre.
Somos testigos de una "presión sin precedentes" para el sistema de protección creado después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), lo que obliga a una respuesta colectiva, advirtió Zeid, citado por la agencia de noticias EFE.
De acuerdo con el Alto Comisionado de Naciones Unidas, "cada individuo tiene la responsabilidad de actuar ante el adverso escenario imperante, marcado por el auge de movimientos extremistas culpables de una horrible violencia, sangrientos conflictos y afectaciones por el cambio climático".
A este panorama, Zeid sumó las desigualdades económicas y ambiciones sin límites de algunos por el poder.
"Los valores humanos están bajo ataque, y en este contexto todos debemos responder", afirmó.
Para Zeid, Siria -sumida en una guerra civil desde hace más de cinco años- "es el ejemplo más rotundo del fracaso. Un conflicto que era completamente evitable si el presidente Bashar al Assad hubiera escuchado las voces de los que protestaban pacífica y legítimamente".
La guerra en Siria comenzó en marzo de 2011 luego de la represión de protestas populares contra Al Assad.
Gradualmente el conflicto escaló hasta convertirse en una guerra internacional, que ya dejó más de 300.000 muertos y más de la mitad de la población refugiada y desplazada, según la ONU.
Y desde septiembre de 2014, Estados Unidos, que apoya a rebeldes sirios que considera moderados, lidera una campaña de bombardeos aéreos, junto con decenas de países aliados, entre ellos Reino Unido y Alemania, contra las posiciones del Estado Islámico (EI).
Zeid señaló a los países que, en lugar de trabajar juntos para detener la lucha y restaurar el orden en Siria, "alimentaron el conflicto, apoyaron a asesinos, proporcionaron armas, alentaron a los extremistas y, en conjunto, echaron por los suelos los compromisos del derecho internacional humanitario".
Según el funcionario de la ONU, ésto ha resultado en "el fortalecimiento del Estado Islámico y de otros grupos extremistas, que estimularon otra guerra y abusos masivos, probablemente hasta un genocidio, en Irak".
Zeid también denunció "el uso repetido de armas químicas" en el conflicto sirio y lamentó que los millones de refugiados sirios que se encuentran en los países vecinos hayan sido utilizados como pretexto para inflamar la retórica contra los extranjeros en Europa y en Estados Unidos.
La retórica del fascismo "se está convirtiendo en parte del discurso cotidiano normal", advirtió.
Asimismo, el Alto Comisionado lamentó el auge de las tensiones étnicas y religiosas en Sudán del Sur, en Myanmar y en Burundi.
Yemen -sumido en el caos político y en un conflicto interno armado en el que intervino militarmente Arabia Saudita- fue otro de los países señalados por Zeid, quien aseguró que allí "la crisis humanitaria es tan grave que los niños están muriendo de hambre".
Por último, el alto comisionado denunció que en Filipinas narcotraficantes y drogadictos son "sistemáticamente asesinados en las calles con el apoyo tácito de las autoridades".
Ante la preocupante situación, Zeid declaró que "es hora de cambiar de rumbo" y anunció que su entidad promoverá la campaña titulada "Defiende hoy los derechos de alguien".
Se trata de una iniciativa para promover la paz, bajo el argumento de que los valores que la sostienen no son solo responsabilidad de los gobiernos y las instituciones internacionales, subrayó.
"Todo el mundo tiene derechos -económicos, sociales, civiles y políticos-, ha llegado el momento de defender esos derechos, no tan solo los propios, sino los de todos", concluyó.
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