El matrimonio falleció por inhalación de monóxido de carbono, según fuentes de la investigación. Los tres hijos alcanzaron a sobrevivir. Ocho víctimas fatales en lo que va del año en la provincia.
El chico, algo mareado, se levantó de su cama, cuando el reloj ya marcaba las 9.30 del feriado, y fue al dormitorio de sus padres para despertarlos. Le llamaba la atención que aún “durmieran”. No pudo hacerlos levantar. El drama ya estaba escrito: sobre la cama yacía su padre; en el piso estaba su madre. Ambos muertos.
El drama ocurrió en barrio Parque Montecristo, en la zona este de la ciudad de Córdoba.
Policías y peritos no tienen dudas: el matrimonio falleció a causa de la inhalación de monóxido de carbono.
La presunción más firme es que un calefón que presuntamente funcionaba mal, desde hacía ya varios días, habría sido la causa del drama. Se cree que el calefón habría tenido una mala combustión o una deficiente salida de sus gases, lo que terminó por consumir todo el oxígeno de la casa. La estufa y el horno estaban apagados.
Tanto el chico de 14 años, como sus dos hermanitas de 11 y 8, sobrevivieron. Sin embargo debieron ser atendidos en el Hospital Infantil, dado que presentaban cuadros de intoxicación por el monóxido.
Con el doble drama fatal ocurrido ayer en Parque Montecristo, ya suman ocho las personas fallecidas a causa del monóxido de carbono, en lo que va de este año, en la provincia de Córdoba. La mayoría de los casos sucedió en los últimos meses, principalmente en la ciudad Capital, de acuerdo a un relevamiento propio de La Voz del Interior .
Al monóxido se lo conoce como “la muerte silenciosa”, ya que la persona que es víctima no se da cuenta de que se está intoxicando hasta que es muy tarde. Se trata de un gas incoloro, inodoro e insípido.
Tragedia en la vivienda
Las víctimas mortales fueron como Carlos Aguirre, albañil y changarín, y María Cristina Pedraza, de 40 y 42 años, respectivamente. Vivían con sus hijos en una sencilla casa ubicada en calle Beaumont al 1643.
Según relataron testigos, el fin de semana pasado, la familia Aguirre había ido a un campo cercano a Santa María de Punilla y estuvieron limpiándolo. A la noche, cenaron y emprendieron la vuelta a su hogar. Al poco rato, se acostaron a dormir en sus respectivos dormitorios.
El drama se descubriría ayer pasadas las 9 de la mañana.
El mayor de los chicos, al ver a sus padres hermanitos llamó por teléfono a su tío materno, quien vive a pocas cuadras, mientras despertaba a sus dos hermanitas.
El hombre llegó corriendo al domicilio a los pocos minutos. Para ese entonces, unos vecinos habían avisado a un móvil policial que justo patrullaba por la avenida Malvinas Argentinas.
El chico abrió la puerta de calle, mientras los policías se encargaron de abrir las distintas ventanas del domicilio.
Al cabo de un rato, arribó una ambulancia del servicio 107 para tratar de reanimar al matrimonio. Pero ya no había nada por hacer con ellos.
“Los tres hermanos por fortuna se encuentran en buen estado, aunque fueron llevados de forma preventiva al Hospital Infantil para su atención preventiva”, indicó el jefe de Zona Centro, Oscar García.
En el domicilio trabajaron peritos de la Policía Judicial, quienes se encargaron de realizar distintas pericias y retiraron los cuerpos.
Calefón. Vecinos congregados ayer frente a la casa comentaron que el matrimonio habría comentado que el calefón funcionaba mal.
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