Calamar: una pesquería a oscuras que ilumina Mar del Plata

Sin campañas de investigación en la previa de la temporada, la flota sale a pescar a ciegas. Las capturas bajaron casi 30% en las primeras 7 semanas de la zafra. El puerto local encabeza las descargas y alivió la crisis laboral en la estiba.

Por Roberto Garrone

La pesquería de calamar es una de las tres más importantes de la industria pesquera nacional pero a diferencia del langostino y la merluza hubbsi, atraviesa varios problemas que la ponen en jaque.

En realidad es una zafra que históricamente se ha desplegado en el primer semestre del año, incluso se ha extendido hasta algún agosto hace unos años de abundancia, pero que en los últimos tres, se ha acortdo a un cuatrimestre, como mucho.

El INIDEP no ha podido completar un cronograma de campañas de investigación como para tener el pulso de lo que ocurre en la zona de pesca, al sur y al norte del 44°S, y detectar los factores ambientales que lo podrían estar afectando.

La flota se compone de casi 70 barcos poteros que el 10 de enero inició la zafra 2029 completamente a ciegas, sin saber cuál era el estado del recurso, una especie anual en términos pesqueros.

Desde el INIDEP no pudieron realizar la campaña a fin de año y tampoco el mes pasado. Oscar Padin, el nuevo director del instituto de investigación pesquero, reconoció que hubo problemas administrativos pero también falta de presupuesto para poner en marcha al Victor Angelescu, el nuevo buque de investigación.

 

Fue en el marco de la reunión de la Comisión de Seguimiento de la pesquería, la cual se integra con representantes de las cámaras armadoras que cuentan con buques poteros, la Subsecretaría de Pesca, el INIDEP y la Secretaría de Medio Ambiente.

Los investigadores científicos presentaron los resultados de la temporada hasta el 3 de marzo, y se observa una abrupta caída en las capturas. Fueron 43686 toneladas cuando en el mismo período del año pasado la flota había pescado 60723 toneladas. El 2020 fue el peor de los últimos 3 años ya que en el 2018 la flota potera nacional declaró capturas por 51.113 toneladas.

Como el año pasado, la mayoría de las capturas provinieron del stock desovante de verano, ejemplares que maduran con apenas 20 centímetros de manto. El principal stock al sur del 44°S es el subpatagónico pero los armadores reconocieron en la reunión que todavía no lo habían ido a pescar. Muchos incentivos no tienen: los últimos años brilló por su ausencia.

Las empresas pidieron que se declare en crisis la pesquería en tanto expresaron su preocupación por las implicancias que podría haber tenido la actividad de exploración sísmica realizada en la zona del talud bonaerense, área de reproducción y cría de esta subpoblación.

La flota tiene un enemigo fuera de las aguas jurisdiccionales. Unos 350 barcos extranjeros vienen pescando calamar y otros recursos, desde principios de año. También en Malvinas hay una flota de cien buques que obtiene 50 toneladas por día cuando en aguas nacionales, con suerte, llegan a las 30 toneladas.

El INIDEP se comprometió a salir de campaña en abril, aunque hay muchas posibilidades que ya no haya nada que ver al sur ni al norte, donde el norpatagónico tampoco aparece en los radares de los poteros.

En este panorama crítico, Mar del Plata se ha beneficiado y recuperó su posición de liderazgo en los desembarques. Fueron 22 mil toneladas hasta el 3 de marzo, un 12% más que el año pasado mientras Deseado y Madryn bajaron un 46% y 33% respectivamente.

Las empresas prefieren resignar a perder un par de noches de pesca y pagar un servicio de estiba más eficiente, rápido y barato que en los puertos patagónicos. La disponibilidad de contenedores para exportar rápido las capturas es otra ventaja que exhibe Mar del Plata.

La primavera del calamar en pleno verano generó ocupación plena de medio millar de estibadores. Por cada turno de 6 horas percibieron 4150 pesos y hubo semanas de trabajo hasta nocturno. El problema es que es efímero.

El calamar podría reactivar los frigoríficos en tierra también si los armadores cumplieran el compromiso de reprocesar un porcentaje de calamar. Cafrexport lo viene pidiendo al subsecretario Liberman y le llevarán una cuenta la próxima semana.

El 56% de la flota tiene compromiso de reprocesar calamar en tierra. “Son unas 8 mil toneladas”, anticipó Mariano González, el viernes en el programa “Destino Puerto” por la 101.9.

El punto a definir es si ese calamar el armador lo tiene que vender en muelle o lo manda a reprocesar pero sigue siendo de él. En Cafrexport quieren que antes que termine la zafra llegue el molusco para convertirse en raba en las fábricas de Mar del Plata.

Ahora ese objetivo es imposible porque la flota está bien al sur, a la altura del 47°S, lejos del puerto local. Una opción sería la primera marea cuando suban a pescar al norte del 44°S. Pero hay otro problema. En los últimos dos años las capturas en esa zona hay sido muy pocas.

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