Diego Bobadilla, empleado de Vitacrem y delegado gremial del Centro de Empleados de Comercio (CEC), indicó a DIARIOJUNIO que esta mañana la empresa tenía las puertas abiertas. “Enviaron a sus vendedores a vender, pero la parte de Producción la suspendieron por 30 días. Lo que quieren los muchachos es vaciar la empresa, pero no quieren pagar”, sostuvo. Las causas son varias, pero Bobadilla lo atribuye a la baja de las ventas y a la fuerte competencia de otra empresa del mismo ramo. “Nos aplastó” se sinceró Bobadilla.
Se trata de nueve empleados pertenecientes a la sección de producción (fabricación de jugos, aguas saborizadas, gaseosas y sodas) los que fueron suspendidos. Las bajas de las ventas comenzaron a sentirla en 2015. No obstante, dijo que las ventas fuera de la ciudad no cayeron. “Los camiones siguieron saliendo y hasta el día de hoy salen”, rumbo al norte.
Hace un año y medio que les adeudan el sueldo anual complementario a los empleados. “Están adeudando dos meses de sueldo y tres aguinaldos”, sostuvo. Más adelante, explicó que los pagos irregulares comenzaron hace bastante tiempo. “Nos venían entregando cierta cantidad de plata y después nos pagaban por sábado y de a puchitos. Nos entregaban $ 1.000, $ 1.500 y hoy en día sabemos cómo está la situación económica: no sustentamos nada con eso”, indicó el empleado.
El dinero que perciben es insuficiente. Bobadilla aseguró que algunos compañeros de trabajo atraviesan situaciones complicadas debido a patologías que sufren algunos de sus familiares. “Tengo un compañero que tiene la mamá con cáncer; mi señora tiene problemas de diabetes; tengo un problema con mi hijo. Y todo suma”, añadió. “Los tres meses están trabajados, los dos aguinaldos están trabajados y la gente necesita esa plata”, indicó.
Mientras tanto esperan en la puerta de la empresa, pero no hay respuesta alguna. “se esconden”, indicó. “Estamos esperando que se acerquen, que se asomen, que hablen con su gente”, dijo. Más adelante, indicó que tiene 18 años de antigüedad y otros empleados más años, cerca de 25.
Entre los empleados perdura la idea de poder establecer una cooperativa. “Los empleados no somos incapaces; somos capaces de salir a hacer nuestros emprendimientos: vender pan, vender milanesas, para sustentar a la familia”, dijo Bobadilla.
“Vamos a estar afuera de la empresa, esperando alguna respuesta. No tenemos pensado quemar gomas porque después tenemos que salir a buscar laburo. Como toda persona que tiene que salir a trabajar y a rebuscarse. Hay familias que mantener; ayer no teníamos ni para el poroto: nuestros hijos piden pan, piden leche y uno no tiene después que ha trabajado para eso”, señaló.
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