En la Rosada consideran que la derrota por cincuenta puntos de diferencia fue algo "lógico". Temor por el quórum en el Senado.
La derrota aplastante del Frente de Todos en Corrientes puso en crisis la estrategia de cierres electorales de Alberto Fernández y golpeó a Juan Zabaleta, el interventor del PJ correntino.
Los 52 puntos de diferencia que sacó el radical Gustavo Valdés impactaron en el orgullo del PJ, que en las provincias norteñas es el que suele estar en el bando que festeja las palizas.
En la Rosada dicen que el triunfo de Valdés fue lógico, aunque admiten que fue "un baño de realidad" y que no viene nada bien a sólo dos semanas de las primarias. La nacionalización que hizo Cambiemos del triunfo fue muestra de eso.
En algunos sectores del Gobierno esperaban un piso de 30 puntos para el candidato de Todos, Fabián Ríos. Más que nada porque en 2017, en la última elección a gobernador, Valdés había sacado 54 puntos contra 46 del frente que integraba el PJ con la candidatura de Carlos "Camau" Espínola.
Esto quiere decir que el peronismo perdió la mitad de los votos de una elección ejecutiva a otra. Zabaleta no tiene la culpa, dicen en el Ejecutivo. "Juanchi no podía hacer magia en tres meses", aseguran. Pero a sólo semanas de asumir como ministro, el intendente con licencia de Hurligham se convirtió en una de las caras de la derrota.
Y no es cualquier cara: es el intendente más cercano a Alberto, que lo mandó a ordenar Corrientes como representante de la Rosada y a los meses volvió con una derrota histórica pese a haber logrado unificar al frente opositor.
El presidente había sufrido otro traspié "propio" dos semanas antes, cuando la candidata de Santiago Cafiero salió cuarta en las elecciones de Salta. Por eso en el peronismo se preguntan hasta qué punto sirve que el presidente se involucre en los cierres si va a recibir una paliza. En Jujuy, donde el radical Gerardo Morales también arrasó, al menos tenían el argumento del peronismo dividido en 5 frentes. Una derrota por 50 con un frente unido es más difícil de tragar.
Ahora, en el Gobierno aseguran que la elección a senadores nacionales en Corrientes será distinta. Y se amparan en las últimas elecciones nacionales que se celebraron en esa provincia, en las que el Frente de Todos le ganó 50 a 44 a Cambiemos.
Pero los más de 70 puntos de Valdés preocupan también en el entorno de la vicepresidenta, que se encamina a perder a uno de los dos senadores que tiene en la provincia y así sumar complicaciones para conseguir el quórum en la Cámara Alta.
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