La producción ha descendido un 2,3% respecto a 2022 y un 8,5% en comparación con 2019, año anterior a la pandemia.
Por: Mariel Delgado.
Contra todo pronóstico, las ventas de botellas de agua mineral se han desplomado. La grave sequía que sufre actualmente España –y que ha obligado a Cataluña a declarar el estado de emergencia– así como las restricciones de abastecimiento público derivadas de esta situación, no han influido en el consumo de este producto, según afirma la patronal. “El histórico de datos de mercado demuestra que no existe relación entre mayores ventas y sequía”, señalan desde la Asociación de Aguas Minerales de España (Aneabe).
Aneabe agrupa a 60 compañías de aguas minerales –entre ellas, Bezoya, Lanjarón y Solán de Cabras– que representan alrededor del 90% de la producción y donde trabajan más de 30.000 personas, especialmente en las zonas rurales. Su facturación alcanza los 1.300 millones de euros, según datos de la asociación.
Añaden que el incremento de su consumo responde, exclusivamente, a un aumento de las necesidades de hidratación ocasionadas por las altas temperaturas. “En el caso de producirse cortes de suministro del agua del grifo a escala local, puede experimentarse un ligero crecimiento de las ventas, pero totalmente puntual y excepcional, que no condiciona el balance anual de las compañías”, explican.
De hecho, el sector todavía está lejos de recuperar los niveles anteriores a la pandemia. El volumen de producción en 2023 fue de 6.442 millones de litros, lo que supone un 8,5% menos que en 2019. En comparación con el ejercicio de 2022, la cifra refleja una ligera disminución del 2,3%.
La patronal ha destacado que el consumo de agua envasada representa una cantidad “insignificante” respecto al de agua en general en España (no solo para beber, también para la higiene y otros usos). Cada hogar utiliza en promedio 133 litros de agua del grifo (por habitante y día), según sus datos. “Por ejemplo, una ducha implica un gasto de entre 30 y 40 litros, mientras que el consumo per cápita de agua mineral es de 1/3 de litro al día”, aclara la asociación.
Provisiones para verano
Cuando llegan los días tórridos de verano, la demanda de agua mineral se dispara debido a las fuertes olas de calor y a la reactivación del turismo. Tras las restricciones impuestas por algunas comunidades autónomas, como Cataluña y Andalucía, ante el agravamiento de la sequía, se ha extendido el temor al desabastecimiento.
La patronal asegura disponer de provisiones suficientes de cara a esta época del año, pero puntualizan que la cantidad de agua envasada en España representa tan solo el 0,03% del total de recursos hídricos subterráneos disponibles. Las principales fuentes de suministro que abastecen a la población proceden de aguas superficiales, como lagos, ríos y embalses. Estos últimos están perdiendo gran parte de su capacidad hídrica por la falta de precipitaciones.
Cataluña y Andalucía, dos de las comunidades más afectadas por la sequía
Cataluña, tras 39 meses sin lluvias sustanciales, ha entrado en emergencia por sequía con sus embalses por debajo del 16% y ha anticipado un verano con mayores restricciones y cortes de agua, que afectan a seis millones de personas. Los afectados deberán deberán limitar su consumo a 200 litros por habitante y día, además de seguir aplicando restricciones ya vigentes, como la prohibición de regar jardines o llenar piscinas.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, también ha pintado recientemente un escenario bastante negativo respecto a su comunidad autónoma: a partir del verano, habrá limitaciones en el consumo de agua si no llueve a lo largo de 30 días seguidos. Moreno ha pedido a los ciudadanos que valoren el escaso recurso porque la situación es "extrema" con embalses al 20% y en algunas provincias que "no llegan ni al 10". Se trata del cuarto decreto en lo que va de legislatura para hacer frente a la grave crisis de falta de agua.
Suben los precios del agua mineral
El precio del agua mineral aumentó en julio un 10,9% con respecto al mismo mes del año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística. Hasta agosto, registró un incremento del 7% en comparación con el mismo periodo de 2022. Esta subida, en línea con la que han experimentado otros productos del sector de la alimentación, responde a la inflación y no tiene nada que ver con la sequía, asegura Aneabe, y recuerda que también hay que tener presente el impuesto del plástico, que puede repercutir en el precio.
"Las empresas de agua mineral están asumiendo la inflación y ajustando sus márgenes. Y no están trasladando al consumidor la totalidad de esta subida de costes", subraya la patronal.
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