Empresarios insisten en que se ponga freno a la suba de precios. Hay baja competitividad y desconfianza a invertir. Las pymes consideran que se deben volcar líneas de créditos para incrementar la oferta de bienes.
Otro año y van: 2009, 2010, 2011, 2012 y ¿2013? No es un plan quinquenal, se trata de un lustro enredado en un proceso inflacionario (con índices anuales mayores a 20%), que el Gobierno nacional no pudo desenmarañar. En la primera etapa hubo un fuerte crecimiento económico, pero el año pasado se encendieron luces amarillas ante un “parate”.
Para los salteños el panorama cobra peso. Hace varios meses Salta lidera los niveles de desocupación.
Daniel Chávez Díaz, presidente de la Unión Industrial de Salta (UIS) remarcó: “Hace dos años, desde nuestra entidad advertimos, con nombre y apellido, que se estaba afectando la competitividad con esta inflación. Muchas pymes y micropymes no pueden transferir todos los incrementos al precio de sus producciones”, señaló.
“Repetimos el pedido. Quisiéramos ver un programa que permita reducir en forma gradual este proceso inflacionario. No es una advertencia nueva. El 2012, con una suba de precios del 25%, fue un año difícil, y para este se estima que podría llegar al 30%”, manifestó Chávez.
El titular de la UIS sostuvo que la generación de empleo viene paralizada. “No hablo de despidos, sí de la creación. La confianza está muy ligada al crecimiento de las empresas industriales, y a lo largo del 2012 disminuyó. Entre los empresarios están heladas las intenciones de reinvertir utilidades para expandirse”.
Para Eduardo Kira, presidente de la Cámara Hotelera y Gastronómica de Salta, el sector se ve perjudicado por la inflación pese a la proliferación de fines de semanas largos. “Los restaurantes y hoteles pierden rentabilidad. Si suben los precios, ya no serían competitivos. Así, se frena la posibilidad de contratar trabajadores”.
“No se ve un panorama alentador a pesar de cosechas agrícolas récord, ya que también es elevado el gasto estatal”, insistió el hotelero.
“Tenemos que juntarnos todos los actores que creamos empleos para hablar con los legisladores nacionales. Debemos impulsar un nuevo mecanismos para mejorar la empleabilidad. Hasta ahora, el verdadero generador es el Estado. Y en una economía fuerte, los privados debemos ser los que damos más trabajo, sino el país entra en debacle”, reforzó.
“Las pymes no somos formadoras de precio, recibimos el impacto de incremento de precios de insumos industriales y costos fijos que nos vemos obligados a trasladar, a pesar de que se hacen importantes esfuerzos para evitarlo. Los incrementos de precios son diferentes porcentuales según el sector. Notamos que el alza se registra en mayor medida en los que se encuentran concentrados, en pocas empresas de gran envergadura”, indicó Nahuel Hyon, presidente de la Cámara Pyme.
El empresario señaló que hay firmas que aumentan sus márgenes de ganancias, y esto repercute en los alimentos e insumos, claves para producir. “El control de precios tiene que ir acompañado de políticas públicas que modifiquen estructuralmente el sistema productivo y comercial para que no haya distorsiones en los precios que producen un alto costo para el consumidor”.
Por otra parte, consideró necesario que se impulse la inversión productiva, con foco en las pymes, para incrementar la oferta de bienes y, así, satisfacer la demanda de manera desconcentrada. Remarcó que muchas empresas con potencial puedan incorporar tecnología para elevar su escala que le permita abaratar los costos. En el proceso para atender este problema, es vital no retroceder en el nivel de actividad económica, ni en el poder adquisitivo del salario, ya que son motores fundamentales para mantener y generar más empleo”.
Esperanzas en minería
Si bien Chávez Díaz, presidente de la UIS, marcó que queda acotada la generación de puestos laborales, dijo que las esperanzas quedan puestas en los nuevos proyectos mineros y en emprendimientos agroindustriales. “Hay expectativas, pese a que postergaron algunas inversiones”.
Otra ventana que puede mejorar la situación de las pymes industriales es la devaluación del dólar. “Hasta en el Gobierno hablan de llevarlo a $6. Eso ayudará a muchas empresas a ser más competitivas”, señaló el empresario.
Tanto en el turismo, en la industria, en el comercio y otros rubros manifestaron la preocupación por el déficit energético. “Falta invertir mucho para que se recupere la producción nacional, mientras tanto el Gobierno seguirá pagando un gas importado caro. Esperemos que este año no recurran otra vez a los cortes en las fábricas o que falte nafta”, apunto el hotelero Eduardo Kira.
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