Cada cual atiende su guerra en Buenos Aires

Cada cual atiende su guerra en Buenos Aires

El peronismo, la UCR, el PRO y la LLA pelean contra sus propios demonios. Discuten liderazgos y estrategia electoral. Temporada de foquismo.

Por Macarena Ramírez y Juan Rubinacci.

Debajo de la guerra grande que protagonizan Javier Milei y todos los sectores políticos, en la provincia de Buenos Aires se libran microbatallas que cruzan a todas las tribus. El foquismo crece al calor de la necesidad de dirimir internas, reestructurar espacios y parir liderazgos y candidaturas para 2025.

En las últimas semanas, el peronismo, la UCR, el PRO y La Libertad Avanza (LLA) incrementaron sus peleas internas a cielo abierto. En parte, estas son reflejo de la tensión que desató la irrupción de un gobierno atípico e incómodo para las oposiciones; en parte, tirones habituales de una temporada de rosca adelantada previa a una elección.

El peronismo y el loop del todos contra todos

Mientras Axel Kicillof se muestra enfocado en la gestión y un ejército construye futuro para él y Máximo Kirchner prefiere el silencio, las bases peronistas calientan la pelea siempre condicionada por la relación -siempre tirante- entre aquellos, la figura con responsabilidad institucional más destacada y el líder de La Cámpora, la agrupación en la que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner deposita toda su confianza.

En los últimos días, el intendente Julián Álvarez (Lanús) y la intendenta Mayra Mendoza (Quilmes), ambos camporistas, arremetieron contra su par de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Reclaman la creación de un Fondo Compensador al Tránsito pesado del Puerto de Dock Sud que maneja el avellanedense.

La disputa llegó hasta el despacho del gobernador y todavía no hay solución. También fue contra Ferraresi el senador camporista Emmanuel González Santalla, otro dirigente de La Cámpora, quien disparó contra las críticas del jefe comunal a la conducción de CFK.

Un grupo de exfuncionarios sciolistas agrupados en “peronismo bonaerense” lanzaron la denominada “declaración de Necochea”, donde apuntan contra Kirchner y le piden precisiones sobre las elecciones del PJ bonaerense. Gustavo Barrera, jefe comunal de Villa Gesell y kicillofista de la primera hora, reclamó “democratizar el partido”.

En el Movimiento Evita empiezan a aflorar diferencias internas respecto de la estrategia que deben llevar adelante. Se enfrenta la tropa alineada con Kirchner y la que apoya a Kicillof. En esa pelea se cuela también la discusión por la futura conducción de La Matanza, a la que aspira el tándem conformado por Patricia Cubría y Emilio Pérsico.

Los intendentes juegan su propio juego y tratan de hacerlo siempre por debajo de la superficie, pero en los últimos días emergieron a la superficie algunos resquemores. En algunos sectores no cayó bien la foto del intendente de Ezeiza, Gastón Granados, con el “díscolo” Fernando Gray, mandamás de Esteban Echeverría. La presencia de los intendentes Julio Zamora (Tigre), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Ariel Sujarchuk (Escobar) en la Casa Rosada es apuntada por otros. La razón de la visita es lógica: conseguir fondos.

Dos dirigentes bonaerenses jugaron fuerte en la guerra grande. La quilmeña Mendoza, a quien muchos ven como portavoz de Kirchner, apuntó contra el senador José Mayans. Wado de Pedro cruzó a Sergio Massa por la dirigencia del Frente Renovador que forma parte del gobierno libertario.

El cruce de La Cámpora prende alertas sobre el futuro de la presidencia de la Cámara de Diputados, prometida -de palabra- para 2025 al tigrense. Adentro del espacio se agranda la tensión por la situación del ministro Jorge D’Onofrio. Hay quienes dicen que Massa le soltó la mano y podría haber cambios en el Ministerio de Transporte.

La Legislatura, territorio de la batalla grande de 2025, es también un muestrario de las tensiones en el peronismo. El proyecto camporista para aumentar las indemnizaciones cae muy mal en el Ejecutivo y la negociación por los pliegos para nombrar jueces suman conflicto.

El gobernador se pone por encima de todo: “Axel está gobernando, no está para meterse en las peleas que se dan por abajo. Él escucha a todos con una paciencia budista, pero no anda diciéndoles a uno y a otro qué puede decir o hacer”, resumió a Letra P alguien de su entorno.

Estalló la interna de la UCR

La UCR terminó de exponer su interna a cielo abierto en las últimas horas con la confirmación de que Martín Lousteau y Facundo Manes enfrentarán a Maximiliano Abad con el objetivo de quitarle la conducción del partido.

El diputado Pablo Domenichini será el candidato de Evolución en las elecciones del 6 de octubre. El oficialismo será representado por el exintendente de Trenque Lauquen Miguel Fernández.

La reconfiguración del escenario incluye pases en los bloques de la Cámara de Diputados, donde se produjo la ruptura del bloque UCR + Cambio federal (manejado por el abadismo), que tenía a Domenichini y a Belén Malaisi como integrantes, pero que este jueves firmaron el pase a Acuerdo cívico-UCR + GEN, la bancada que responde a Manes.

Tensión en La Libertad Avanza

En La Libertad Avanza también hay movimientos subterráneos. Las elecciones del año que viene obsesionan a la poderosa Karina Milei, que busca poner un candidato purasangre y no ensayar con rostros conocidos en los que no termina de confiar, como el de José Luis Espert o el macrista Diego Santilli. En las últimas horas, comenzó a circular el nombre de Lule Menem… ¿Candidato?.

La razón del recelo de la hermana del Presidente a apoyar candidatos que no son del riñón libertario no se encuentra sólo en 2025. Hay que buscarla en lo que sucederá dos años más tarde, cuando Kicillof deje la gobernación. LLA quiere disputar la gobernación con una figura ya instalada durante las elecciones de medio término. En el despacho contiguo al de Milei no hay dudas: ese nombre debe ser full libertario.

El poroteo de la Legislatura bonaerense

En la Legislatura ya asoma el megabloque prolibertario, con las fusiones de LLA y el PRO Libertad de Patricia Bullrich. A esa bancada buscarán sumar a los monobloques de Jazmín Carrizo y Guillermo Castello. Buscan convertirse en primera minoría y desplazar al PRO de Cristian Ritondo.

Esa guerrilla asoma compleja. Los conducidos por el diputado Agustín Forchieri sumarán una banca con el arribo de Gustavo Coria, un hombre de Santilli que reemplazará al radical fallecido Lorenzo Natali. Si las negociaciones libertarias llegaran a buen puerto, ambas bancadas quedarían con 13 escaños.

Aunque nadie lo diga, todos los espacios están mirando 2025 y saben que 2024 es el año para tomar definiciones que los encuentre arrancando el año electoral con un norte. No habrá lugar para sangrías o rupturas cuando estén cayendo las hojas del calendario en enero o febrero. La batalla interna es ahora.

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