Cacerolazos de fondo para una misa libertaria con corralito para la prensa

Cacerolazos de fondo para una misa libertaria con corralito para la prensa

Entre carteles, gritos y grandes ausencias, el Congreso volvió a ser el escenario elegido para el cotillón del Gobierno. La presencia de Santiago Caputo y el Gordo Dan como dos invitados especiales, a pocos metros de Yuyito González, ubicada entre la pompa del lugar reservado para los familiares del presidente. El juez federal Ariel Lijo brilló por su faltazo, pero Manuel García Mansilla, el cortesano más frágil del máximo tribunal, recibió besos de casi todo el gabinete. Color.

Por: Giselle Leclercq / Julián D´Imperio.

La previa de la Asamblea Legislativa fue por demás tranquila. La ausencia de buena parte de los legisladores de la oposición se combinó con la decisión del Ejecutivo Nacional de restringir la circulación de la prensa en el Congreso de la Nación. Los pocos dirigentes libertarios que conversaron con los periodistas antes de que Javier Milei llegara al recinto confiaban en qué iban a escuchar un discurso de alto voltaje. La mayoría, de todas formas, esquivó el Salón de los Pasos perdidos y entró directo al hemiciclo, dónde solo tenían que aplaudir y no responder ninguna de las preguntas obvias de la semana: $Libra, Manuel García Mansilla, Clarín o la “intervención” de la provincia de Buenos Aires. La jornada transcurrió sin mayores sobresaltos hasta último momento, cuando el radical Facundo Manes acusó a Santiago Caputo de amenazarlo y dijo que alguien del entorno del asesor le pegó dos piñas.

Desde temprano, se desplegó un fuerte operativo policial en las inmediaciones del Congreso. Avenida de Mayo estuvo vallada y con el tránsito cortado durante horas para que Milei se pudiera trasladar en el auto oficial desde la Casa Rosada. El trayecto fue televisado y se incluyó en la cadena nacional, que comenzó a las 21. En el camino hubo simpatizantes de La Libertad Avanza que se acercaron a saludar al presidente y también cacerolazos espontáneos en rechazo a la administración libertaria.

Los senadores y diputados del peronismo habían anunciado que iban a faltar a la apertura de sesiones ordinarias. Los diputados de la izquierda Mónica Schlotthauer, Nicolás del Caño y Christian Castillo llegaron al Congreso alrededor de las 19. Entraron al recinto, pegaron carteles en sus bancas en repudio al gobierno y se retiraron. “¿A qué nos vamos a quedar?, ¿a que nos puteen?”, dijo uno de los colaboradores del bloque.

De los 329 diputados y senadores, asistieron 150. La foto del hemiciclo semivacío fue la gran imagen de la jornada. De todas formas, hubo legisladores de la oposición que estuvieron en el Congreso. Por ejemplo, el presidente del bloque Unión por la Patria, Germán Martínez, siguió el discurso de Milei desde un despacho en el tercer piso junto a algunos compañeros de su espacio.

Hubo otras audiencias que llamaron la atención más allá de los legisladores. El Ejecutivo Nacional había reservado cuatro lugares para los miembros de la Corte Suprema, teniendo en cuenta la reciente designación de García Mansilla, y presionó mucho al juez Ariel Lijo para que asistiera. Sin embargo, el magistrado pegó el faltazo.

Los gobernadores también tuvieron sus bajas. Solo estuvieron presentes Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Claudio Poggi (San Luis), Jorge Macri (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), Martín Llaryora (Córdoba) y Leandro Zdero (Chaco).

Los aplaudidores. Los palcos del recinto se llenaron de militancia y personas cercanas al presidente. En una ubicación privilegiada, mirando hacia el atril, se sentaron los padres del presidente, Norberto Milei y Alicia Lucich, junto a su novia, Amalia “Yuyito” González.

El palco que se destacó fue el de los militantes libertarios famosos. El asesor presidencial Santiago Caputo siguió con atención las palabras de Milei junto a la banda que responde a sus órdenes: el secretario de Justicia, Sebastián Amerio; el tuitero y ahora empresario de medios Daniel Parisini, conocido como “El Gordo Dan”; el diputado bonaerense Agustín Romo; Macarena Alifraco, mano derecha del consultor preferido de Milei; Lucas “Sagaz” Luna, director titular de Intercargo; Tomás Jurado, el administrador del canal de YouTube “Peluca Milei”; y el director de Comunicación de Presidencia, Juan Carreira, alias “Juan Doe”.

También volvieron a verse a Eugenia Rolón e Iñaki Gutiérrez, quienes tuvieron un rol protagónico durante la campaña presidencial de Milei, pero que en el último tiempo bajaron el perfil. Los jóvenes llegaron temprano y se sumaron a los aplaudidores.

Entre los influencers libertarios se destacó la presencia de Fran Fijap. Lo que más llamó la atención fue que en un contexto de restricción total para la prensa, el joven no solo estuvo en un palco siguiendo el discurso de Milei, sino que se movía con tranquilidad por el recinto y entre las bancas. Sacó fotos, hizo videos… como en su casa.

En su discurso, Milei reivindicó -como es costumbre- los gobiernos de Carlos Saúl Menem. Con una sonrisa, la hija del expresidente, Zulema, siguió con atención cada una de las palabras junto a Eduardo “Lule” Menem, subsecretario de Gestión Institucional y un hombre clave para la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.

Antes de que llegara Milei al recinto, a medida que los legisladores de La Libertad Avanza iban llegando se acercaban a saludar al nuevo juez de la Corte, García Mansilla.

Malestar de la prensa. En los días previos a la Asamblea Legislativa el gobierno había dejado en claro que la prensa iba a continuar siendo la gran enemiga. Desde el Ejecutivo se informó que no se iba a permitir el ingreso de reporteros gráficos y que los medios solo iban a tener fotos oficiales. Pero no solo eso: los palcos que siempre están reservados para los periodistas que están acreditados en el Congreso esta vez fueron utilizados para invitados diplomáticos, acusando motivos de seguridad.

Los periodistas que pudieron entrar al recinto se tuvieron que amuchar en dos palcos con dificultad para observar el discurso y también para escucharlo, ya que había problemas de sonido. La organización de la Asamblea Legislativa siempre había estado a cargo del Senado. Sin embargo, en esta oportunidad, por las diferencias que existen entre el Ejecutivo y la vice, Victoria Villarruel, todo estuvo a cargo de Presidencia y Casa Militar.

Cuando terminó el discurso, los periodistas debían bajar de los palcos a la sala de prensa. Sin embargo, la seguridad los retuvo con la excusa de que primero debían salir todos los legisladores e invitados. La situación se convirtió en un momento tenso y hubo periodistas que aseguraron haber sido golpeados en medio de los tirones.

Manes. Los periodistas no fueron los únicos que terminaron el día enojados. Uno de los pocos momentos espontáneos de Milei fue cuando cruzó al diputado de Democracia Para Siempre, Facundo Mantes. El legislador, desde su banca, le reclamó al presidente que se exprese sobre $Libra y la desigación de jueces por decreto y le mostró la constitución. El economista le devolvió la chicana, pero el asunto no quedó ahí.

Apenas terminó el discurso, Manes se dirigió al salón de los Pasos Perdidos para relatar que Santiago Caputo lo había amenazado. Según el diputado, cuando salió del recinto se cruzó con el asesor presidencial en un pasillo, tuvieron un intercambio y dice que un colaborador suyo le pegó dos piñas. El asunto va a llegar a la Justicia: el compañero de bloque del neurocirujano, Pablo Juliano, presentará una denuncia penal.

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