Chacabuco produce unas 44 toneladas diarias de basura. Marcos Pinto, a cargo de la Subsecretaría de Inspección General y Medioambiente del municipio, explicó de qué manera trabajan en la separación y en la correcta disposición final de cada material.
Los residuos domiciliarios son un dolor de cabeza para todos los municipios. Para algunos es un verdadero problema que aún no han empezado a resolver. Otros, están mucho más adelantados, dado que han tratado el tema como una verdadera política de Estado, y ya llevan un extenso tiempo educando y trabajando con la mirada puesta en potenciar los resultados.
Marcos Pinto es abogado especialista en derecho ambiental y está cargo de la Subsecretaría de Inspección General y Medioambiente del Municipio de Chacabuco.
En diálogo con Democracia contó que están trabajando fuertemente en la gestión integral de los residuos sólidos urbanos, la separación, la colocación de puntos limpios en espacios públicos y educando a los jóvenes.
Como punto principal lo que se intenta hacer, según explicó, es respetar las corrientes de los residuos. Eso implica que cada uno de ellos tenga su tratamiento y llegue a su correcta disposición final, evitar que su destino sea el vertedero municipal.
Por eso mismo, lo que se busca es reducir la cantidad de residuos, de una manera que no es simple pero que es posible con constancia, generando conciencia en los habitantes, separar en origen y en todo aquello que no se pueda apartar se comience un proceso de reciclaje.
Hay estudios que revelan que en Latinoamérica una persona produce 800 gramos de basura por día. Partiendo de esa base, se estima que, en Chacabuco, una localidad de 55 mil habitantes, se generan 44 toneladas diarias de residuos. “Nuestra meta principal es reducir esa cantidad para que al predio de disposición final llegue al menos la mitad”, explicó el especialista en temas ambientales.
Hace un largo tiempo que se empezó a transitar este camino que se convirtió en una política de Estado. “Lo que hicimos fue potenciar lo que había y apostar por los puntos verdes o limpios y no tanto a la recolección diferenciada puerta a puerta, porque es un tema muy complejo. Por eso la idea es que cada vecino tenga un punto lo más cerca de su casa”, contó el letrado.
Actualmente el Distrito cuenta con 40 puntos limpios que se distribuyen en plazas, espacios verdes municipales y en escuelas. El municipio cuenta con un vehículo específico que diariamente vacía las campanas. Para el funcionario, lo más positivo es que encontraron muy buena predisposición de los vecinos, lo cual es la base de todo el proyecto.
El material de las campanas se descarga en la planta de reciclado, la cual está a cargo de una cooperativa de trabajo de 12 integrantes que se encargan de separar lo que llega ya dividido. “En las campanas nos encontramos con un 85% de los residuos correctamente separados. Lo que hay en el 15% restante sucede por desconocimiento y no por mala predisposición”, valoró.
La planta está activa desde 2010 y desde sus inicios nunca paró. Los operarios prensan el material y lo convierten en fardos de 200 o 300 kilos, y realizan la venta a empresas que compran ese tipo de productos. Mensualmente, producen un promedio de 60 fardos de 300 kilos, aparte del vidrio triturado.
En cuanto a lo orgánico, se apuesta a las campañas de difusión masivas y a la educación en las escuelas, donde los chicos aprenden a realizar compostajes para seguir reduciendo el material orgánico. “La gente joven tiene mucha recepción en estos temas. Nos cuesta un poco más llegar a los mayores por una cuestión cultural”, admitió Pinto, quien, de todos modos, destacó una vez más el compromiso del vecino.
Para el subsecretario, la clave para que el correcto tratamiento de los residuos obtenga buenos resultados está en la educación de los más chicos y en brindarle la posibilidad a los vecinos de que tengan a disposición un punto limpio cercano a sus hogares. “La separación en origen por sí sola no es nada. Además de contar con recursos, hay que ofrecerle posibilidades a la gente”, consideró.
Para optimizar los resultados y abarcar todos los frentes en la materia, el municipio cuenta con lugares para depositar pilas, un centro de acopio para los residuos electrónicos, un CAT, un depósito de neumáticos, entre otras medidas que ayudan a que se respete la corriente de los residuos y lleguen a su correcta disposición final en cada uno de los casos.
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