Convertido en ley por el Congreso argentino a finales de marzo, el uso de cannabis medicinal, rompió con prejuicios basados en la ignorancia, y le dio una nueva esperanza a familiares de niños que utilizan el aceite, para aliviar dolores de enfermedades como el cáncer. En San Luis surgieron dos posturas que apuntan a la importancia de una legislación puntana, ambas fueron escuchadas en la Comisión de Salud del Senado provincial. Por un lado, una agrupación busca que se autorice el autocultivo, para que las personas que padecen las dolencias, puedan fabricar el aceite. Por otro lado, una abogada, sugiere que la provincia produzca a gran escala para abastecer al territorio y al país. Ninguno de los dos frentes está contemplado por la norma nacional.

La senadora Mabel Leyes, presidenta de la Comisión de Salud, dijo que ambas voces coincidieron en algo: no están conformes con la ley nacional, que aparentemente dejó varios aspectos de lado. Agregó que la semana que viene se reunirá con su comisión, para hablar sobre  el tema y ver qué decisión toman.

“La ley dice que hasta que el Estado no pueda proveer aceite, el líquido se va a importar. Te dice ‘lo podés adquirir, pero no lo podés hacer’. Acá pasan dos cosas, primero que el producto al ser de otro lado es caro y después que se abre un mercado negro paralelo que lucra con la desesperación de la gente que lo necesita. Estamos en contra de la venta de aceite. Nosotros planteamos la necesidad y la urgencia de contemplar el autocultivo, que es la solución más rápida para todos los pacientes que lo necesitan, como los oncológicos”, dijo Lucía Villarroel, integrante de ALAPU (Libre Acción Puntana). La joven y su agrupación charlaron ayer con Leyes y los senadores María Angélica Torrontegui; Maximiliano Frontera, María Guedi Ortiz y Víctor Hugo Alcaraz.