El objetivo a largo plazo es generar entre todos los actores, una oportunidad de inserción laboral para los miembros del asentamiento Pedro Vargas y mejorar la calidad del tratamiento de los residuos generados en el barrio reduciendo el impacto ambiental en pos de la higiene y salud de la comunidad.

En el proyecto participan la casa de altos estudios, el ITU, la comunidad y Pata Pila. Además se buscará avanzar con nuevos actores como las cooperativas de recuperadores de Alvear, la Municipalidad y el programa de Economía Social y Ambiente de la UNC.

Pata Pila planteó la necesidad de dialogar con las mamás y orientar sus expectativas y desafíos en el emprendedurismo. Así, el emprendedor se convierte en una posibilidad de inclusión, ya que significa la posibilidad de un trabajo independiente, una actividad valorada, autonomía personal, integración social y participación en la comunidad.

“El gran desafío que se presenta es una comunidad alejada de la ciudad, con escasos recursos en cuanto a suelo y materia prima, y con mamás cumpliendo tantos y a la vez diferentes roles es identificar que emprender. Al analizar varias situaciones, sociales, económicas, familiares y ambientales se estableció con la OS Pata Pila y la comunidad que el gestionar, recolectar y recuperar residuos sería la posibilidad de emprender a largo plazo para la comunidad”, explicaron desde el programa.

“Los desechos no solamente constituyen un problema ambiental, sino que también son un recurso que no se puede dejar de aprovechar. Por lo tanto, el desafío consiste en una explotación eficaz de recursos procedentes de los residuos y en una reducción del impacto ambiental, lo que implica aumentar también la calidad del tratamiento de los residuos”, agregaron.