Se trata de Edgardo Vera y Héctor Sebastián Bahamonde. Los evadidos lograron sortear un cerco montado por la policía. Realizan pericias para determinar si tuvieron participación en el violento robo en Lago Puelo.
Ambos sujetos lograron sortear un cerco que las fuerzas de seguridad habían montado desde temprano en torno a una casilla de madera donde permanecían escondidos, a pocos metros de la ruta nacional 40, en el sector conocido como Bajada de Ponce, justo en el límite de los ejidos de Lago Puelo y El Hoyo.
Asimismo, una brigada logró detener a un tercer hombre que estaba con los anteriores, quien intentó huir del lugar en un Palio rojo y pudo ser interceptado por patrulleros.
Desde las 15 se realiza un allanamiento en la vivienda en que estuvieron alojados, recabando pruebas que los pudieran relacionar además con el robo de $100.000 y 800 dólares, ocurrido en las últimas horas en Lago Puelo, donde el perjudicado fue un remisero que guardaba el dinero de la venta de dos autos.
En tanto, los prófugos pudieron ingresar a un espeso pinar del Lote 26, en cuyo interior viven unos 80 artesanos, y que es de muy difícil acceso debido a la topografía.
En coincidencia, varios grupos de uniformados comenzaron a rodear el sector, con vinculaciones con el cerro Piltriquitrón y salida hacia El Bolsón por otros caminos vecinales.
Según testigos, Vera "esta vestido con un short y una remera azul", mientras que Bahamonde lleva puesta "una camiseta blanca y un pantalón marrón".
Los dos protagonizaron una fuga en la noche del 19 de enero y se los vincula al crimen de Lucas Bascur, cometido en febrero del año pasado en el barrio Vivero, "homicidio que formó parte de una serie de ajustes de cuentas entre grupos rivales", según se recordó.
El crimen de Bascur -quien antes de morir había sido acusado y absuelto de un homicidio de 2012- fue antecedido por el de Matías Mendoza, en 2011, y le siguió el de Paula Vera, hermana del evadido, en una trama de enfrentamientos y amenazas investigada sin resultados en distintos juzgados.
La fuga se produjo "sin que los prófugos rompieran nada dentro del presidio ni llamaran la atención de sus celadores", lo que generó preocupación en la jefatura policial de la provincia, a cargo de la seguridad de los penales.
Comentá la nota