Mientras aún resuenan los ecos del G-20, María Eugenia Vidal volverá a las urgencias más telúricas y buscará hoy que la Legislatura convierta en ley el proyecto de Presupuesto 2019 y la ley impositiva, que regirán el año en el que buscará su reelección y que refleja el millonario impacto de la poda en las remesas nacionales, tras el ajuste derivado del acuerdo de Argentina con el FMI.

Pendía, sin embargo, una asignatura pendiente para esa aspiración: las negociaciones de Cambiemos estaban centradas ayer en cosechar el número para arribar a los dos tercios necesarios para autorizar el pedido de endeudamiento por $ 68.500 millones. Por eso, más allá de las expectativas del oficialismo, no se descartaba el Plan B de pasar el tratamiento del paquete al jueves.

Por de pronto, la que será hoy la última sesión ordinaria del año –ayer estaba previsto su inicio a las 14 en el Senado, y a las 15 en Diputados- será seguida frente a la Legislatura por una movilización de gremios y organizaciones sociales, en contra del “ajuste” y en el marco de un nuevo paro docente (ver aparte). En las últimas horas, diputados kirchneristas presentaron un hábeas corpus preventivo en la Justicia de La Plata en pos de que se le prohíba a la Policía portar armas en los lugares de concentración.

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En filas de Cambiemos apostaban ayer a recibir el respaldo en el recinto del Frente Renovador que lidera Sergio Massa, y del PJ dialoguista, referenciado en los intendentes.

Tras febriles negociaciones, el Gobierno de Vidal definió estratégicos retoques en los proyectos originales, que incluyen el hacerse cargo de subsidios al transporte, de la tarifa social eléctrica y de los costos del Ceamse, que en los textos enviados al Parlamento quedaban en manos de los intendentes. Además, será eliminada la pretensión inicial de imponerle un tope a la suba de tasas en las comunas del 38%, en línea con el incremento del Inmobiliario.

Ese primer paquete era, ayer, uno de los puntos de la pulseada con la oposición. “La Provincia podría hacerse cargo del 100% de esos subsidios si acompañan el endeudamiento; si nos dejan sin presupuesto, los municipios tendrán que pagar parte, no nos queda otra”, aseguraron a Ámbito Financiero desde despachos provinciales.

Las intensas conversaciones incluyen además una puja por cargos. Bajo ese escenario, por caso, en el directorio del Banco Provincia habría un lugar para Cambiemos, dos para el Frente Renovador y dos para el peronismo. Un guiño que, en rigor, -aseguraron desde el oficialismo a este diario- sólo recibirán quienes acompañen el aval al endeudamiento, y que incluso podría derivar en un lugar, en ese caso, para la kirchnerista Unidad Ciudadana.

La sesión en simultáneo había sido prevista para el pasado viernes, pero del diálogo de Cambiemos con Massa y con el intendente de Lomas de Zamora, el peronista Martín Insaurralde, brotó el consenso de separarlo de lo que fue la jornada cumbre del G-20, en CABA.

El proyecto de Presupuesto 2019 y la ley impositiva contemplan, entre otros ejes, gastos por $929.000 millones, un pedido de endeudamiento por $68.500 millones (para lo cual necesita dos tercios), nuevas bajas en Ingresos Brutos, la suba en el Inmobiliario Urbano y Rural del 38% y una mayor presión impositiva sobre el juego, por una doble vía: la aplicación de una alícuota del 2% sobre los premios que otorgan las máquinas tragamonedas, y de un canon y del pago de un 15% de Ingresos Brutos sobre el juego online. Este último punto está atado a la definición de una regulación del juego, que ayer seguía formando parte del texto que será tratado en el recinto.