o que no se logró a nivel nacional sí se pactó en esta provincia, con un acuerdo que postula al radical Alfredo Cornejo como candidato a gobernador para enfrentar al peronista y sciolista Adolfo Bermejo, que le disputa palmo a palmo los votos, en lo que promete una ser cerrada elección.

La tercera candidata que sobrevivió a las PASO, con un notorio 7%, es Noelia Barbeito, la joven del Frente de Izquierda que se presenta como la única alternativa política a los que gobernaron la provincia en los últimos 32 años.

Pero un atentado que sufrió la madrugada de ayer el comité provincial de la UCR, cuando desconocidos ingresaron, rompieron ventanas, escritorios y se llevaron computadores, enrareció el clima y confirmó los temores de Cornejo, quien había advertido sobre problemas. Lo mismo cree Barbeito: "Nos preocupa que sea un adelanto de lo que sucederá en muchas de las escuelas".

Anteanoche los radicales cerraban listas en el comité de la calle Alem 241, en pleno centro. Cerraron y se fueron. Ayer a la mañana la señora que hace la limpieza encontró que habían ingresado por los fondos y roto vidrios. En el despacho del presidente del partido, Sergio Pinto, robaron dos computadoras, una con la carga de los avales y las acreditaciones de los periodistas para la elección de hoy. Los radicales creen que fue una advertencia. Lo mismo denunció Cornejo, al afirmar que el kirchnerismo usó el aparato del Estado para amedrentar. El peronista Bermejo se despegó del asunto y se solidarizó con los radicales.

Así, la triple alianza Cambia Mendoza tiene hoy un doble desafío hoy: recuperar la provincia para los radicales, luego de dos gobiernos peronistas, y preservar el acuerdo nacional sin fisuras, en momentos en que el armado de Macri sufre cimbronazos y tironeos.

Las PASO dejaron al radical Cornejo con 44,64% de los votos, por encima de las tres listas peronistas en las que se impuso "el Adolfo", como todo el mundo llama a Bermejo. El peronismo llegó al 39,89%. Los radicales creen que tiene asegurado el triunfo y por una diferencia superior a la que exhibieron en las PASO. Los peronistas confían en que acortarán la distancia y llegarán a un empate técnico, estilo Santa Fe.

Se muestran confiados, a pesar de la conflictiva interna peronista local, que terminó con el gobernador Francisco "Paco" Pérez rompiendo con Cristina Kirchner y con el poderoso estratega Juan Carlos Mazzón eyectado de la Casa Rosada cuando intentó evitar que La Cámpora hiciera pie firme en las listas mendocinas.

QUÉ DICEN LOS SONDEOS

Las encuestas colocan al radical Cornejo por encima de sus rivales con una diferencia de entre 14 y 2 puntos. Las proyecciones le dan a Barbeito, de gran actuación en los debates y firme contra la violencia de género, entre un 7 y un 9%, un gran logro en Mendoza.

Cornejo tuvo el apoyo de Cobos, quien hizo campaña con él y recorrió la provincia en caravanas, acompañado de un tráiler inmenso con su rostro ploteado. De Macri, ni noticias. Desde fines de mayo, cuando viajó aquí, no apareció y nadie sabe si regresará hoy a la provincia en caso de un triunfo de su socio Cornejo. De Ernesto Sanz, el candidato a presidente del radicalismo, tampoco hubo novedades. Llegará hoy para votar y esperar resultados en el comité radical, blanco del ataque intimidatorio y donde estará el bunker de los aliados.

El Gobierno, en cambio, respaldó a Bermejo. Vinieron Cristina Kirchner; Daniel Scioli, que ganó decidido apoyo entre independientes, y Karina Rabolini, que hizo campaña aquí hasta hace 72 horas. También estuvo el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey. Son las caras del nuevo peronismo. Bermejo cree que sus invitados mejoraron su caudal electoral. La duda es si le alcanzará.

Si el radicalismo se impone, gobernará Mendoza luego de ocho años en que mandaron Jaque y Pérez. Dejaron a la provincia en problemas. Jaque hizo campaña prometiendo que acabaría en seis meses con el 30% de los delitos. El plazo se cumplió, fracasó y hoy es embajador en Colombia. Pérez deja el Gobierno endeudado por el aumento del gasto público, con la inseguridad en el punto más alto de los reclamos y serios problemas para las economías regionales, producto de las políticas nacionales que impactan en los productores y exportadores. La palabra ajuste sobrevoló la campaña.

Cornejo vislumbra la posibilidad de un triunfo e ilusiona al radicalismo con refundar su liderazgo. Sobre todo luego de la fallida experiencia del Chaco, donde el frente kirchnerista se impuso por amplia diferencia sobre la coalición opositora conformada por la UCR, Pro, el Frente Renovador, la Coalición Cívica y el GEN. Cornejo no quiere ni oír hablar de proyectar esa victoria local a un entramado nacional: las diferencias y tensiones entre todos los socios hacen frágil el experimento..