Ocurrieron cosas importantes. Jujuy se vio sacudida por una ola de movilizaciones de distintos sectores, que expresaron reclamos de todo tipo. Algunas lógicas y esperables, como los pedidos de aumentos salariales del Frente Amplio Gremial, donde quedaron expresadas posiciones muy difíciles de acercar: desde el lado del ministro Sadir, pareciera que es imposible estirar la oferta más de lo que ya se hizo, y desde el sector sindical la consideran "insultante".
También movilizaron los mineros de El Aguilar dispuestos a dar batalla con todas sus energías, aunque saben que ellas no alcanzan para aumentar la ley del mineral que aún duerme en las vetas de la montaña. Tal vez, imaginando un nuevo formato de explotación se pueda sostener la sobrevida de esa gran región. Sería más sano, antes que comenzar a desguazar el establecimiento industrial y todo un pueblo, tal y como ya comenzaron a sugerir algunos legisladores con un proyecto de expropiar las viviendas de propiedad de la Mina para entregárselas a los trabajadores.
Es en realidad, una peregrina idea: de concretarse, les darían la satisfacción de ser propietarios de la casa que habitan, pero si no se rescata antes la producción y el negocio minero, serán dueños de un pueblo fantasma, habitantes de la nada. La política, a veces, propone estas salidas de tiro corto.
Una curiosidad, por llamarla con elegancia, fue la aparición de un par de autodenominados "dueños" del Partido Justicialista, que exhibiendo cierta documentación añeja, desconocieron a las autoridades peronistas, desde José Luis Gioja hasta Rubén Rivarola, pasando por los apoderados legales, los organismos y la vida partidaria. Llegaron a la sede de 19 de Abril, con el propósito de hacerse cargo, o tomar por asalto las instalaciones, acompañados por un grupo de infaltables voluntariosos seguidores locales. Naturalmente se estrellaron contra las puertas cerradas, pero alcanzaron notoriedad en algún medio y ciertas usuales redes sociales.
Le correspondió precisamente a Jorge Landau, histórico apoderado nacional del PJ, tirarles encima todos los argumentos existentes en la Justicia Federal y Provincial para sepultar el intento que calificó de "delincuencial". Como siempre, queda el interrogante de quiénes y por qué, desde Buenos Aires y en Jujuy, impulsan estas expresiones que quizás se recordarán en el anecdotario folletinesco de la política.
Más serio, aunque no exento de cruces picantes, lo que ocurrió en la Legislatura. Se aprobó el ingreso de Ekel Meyer como vocal del Superior Tribunal de Justicia. También, el Presupuesto 2021, recargado de optimismo, dibujos y abultado déficit acumulado. La herramienta comenzará a regir golpeada por críticas por falta de rendición de cuentas del ejercicio actual, por áreas grises que aumentan la discrecionalidad del Ejecutivo, y naturalmente también, porque en esta situación ningún presupuesto tiene posibilidades de dar precisiones con certezas bíblicas, cuando no se sabe qué ocurrirá dentro de 30 días. Y se aprobó la esperada ley de paridad de género, superadora de los cupos femeninos, que tratará de garantizar plena igualdad de oportunidades en las candidaturas y presencias en la vida pública provincial.
Un tema controversial dejó la fugaz visita del ministro de Defensa Agustín Rossi. Acompañado por el GM participó de un acto de homenaje -y entrega de ascensos post morten- a los submarinistas jujeños del ARA San Juan. Finalizada la emotiva ceremonia oficial con familiares y militares, y obviamente ya sin GM al lado, Rossi en "modo compañero" visitó en su prisión domiciliaria a Milagro Amalia Ángela Sala Leyton de Noro, la reivindicó como "presa política" y se llevó un mensaje para el Presidente: "La Justicia, la Corte o como la quieran llamar, la tiene que arreglar el Gobierno de la Nación. Aclaremos, llevo cuatro años presa con Macri y un año con Alberto Fernández. Cumplo el 16 de enero un año con el compañero Alberto Fernández del gobierno nacional y popular", le encargó MS.
Tras un hecho escandaloso, eyectaron de una vocalía de la Susepu al contador Raúl Congiu, que había incurrido en una doble amenaza: 1-
Echar a la contadora de la Sindicatura Ana Melé como escarmiento porque su esposo, el juez Lucas Grenni, había dispuesto la prisión de su yerno Gustavo Fiad, acusado de supuesto abuso de una menor y de violar perimetrales vigentes; y 2- para cumplirlo anunció que "yo también tengo algún poder... mañana hablo con Gerardo... ya me he calentado". Tras la viralización de una extensa grabación con las amenazas, al GM no le quedó más salida que decretar la expulsión del profesional, acto que dispuso en cuestión de minutos.
Otro hecho importante: la reconstitución del Norte Grande, frente de diez provincias de NOA y NEA, que tuvo su origen por 1985, en el bello patio del Museo Provincial de Salta, inspirado por el empuje de gobernadores como Roberto Romero (PJ-
Salta), Carlos Snopek (PJ- Jujuy), Ricardo Barrios Arrechea (UCR- Misiones), Floro Bogado (PJ- Formosa) y Pedro Riera (PJ- Tucumán), entre otros. Se sumarían luego Carlos Menem de La Rioja y el catamarqueño Ramón Saadi. La idea era derrotar el histórico atraso del norte oponiéndole un contrapeso a la también histórica prevalencia de Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, situación que con diferentes matices persiste casi intacta hasta hoy. Esta recuperación del Norte Grande, iniciada en Resistencia, Chaco, contó con las presencias del anfitrión Jorge Capitanich, Gildo Insfrán (Formosa), Raúl Jalil (Catamarca), Ricardo Quintela (La Rioja), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Juan Manzur (Tucumán), Gustavo Sáenz (Salta), Gustavo Valdez (Corrientes) y el jujeño GERARDO MORALES.
Hoy cambió el signo político de Jujuy, pero el GM sintoniza casi la misma frecuencia del Gobierno nacional y de las otras provincias peronistas. Comparte el deseo de suspender las Paso; eliminar las asimetrías históricas del norte, equilibrar la política de subsidios para servicios como transporte y energía, y el reparto de obras públicas, especialmente viviendas. Si esta vez el Norte Grande funciona, y el Federalismo deja de ser la letra muerta de la Constitución, quizás Jujuy como todas las otras provincias puedan blindarse antes que el peso de medio siglo de atraso estructural, la realidad económica actual y los amenazantes misiles de un recrudecimiento de la pandemia caigan sobre todos.
Insfrán fue uno de los más firmes y con razón: "Si no logramos una unidad de concepción en los planteos y perseveramos en ellos, vamos a seguir reuniéndonos y haciendo catálogos que nunca se cumplen", advirtió y sumó reclamos para llevar a la Rosada. A su vuelta a Jujuy el GM no fue menos entusiasta, y detrás de sus definiciones, los optimistas (ojalá que no ingenuos) creyeron ver la posibilidad.
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