La ley de residuos y suelos contaminados les impone 45 céntimos por el empleo de cada kilo de plástico de un solo uso. La compañía cumple con este importe mínimo con la aplicación de la normativa. Ha empezado a cobrar 5 céntimos por cada sobre de kétchup a partir del segundo.
Según publica eleconomista.es La Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular, aprobada por el Gobierno el 8 de abril de 2022 y que entró en vigor el pasado 1 de enero, incluía entre otras medidas un impuesto especial, de 45 céntimos de euro por kilo de envase de plástico de un solo uso empleado por las empresas.
Esta medida, muy contestada desde diversas asociaciones empresariales del sector de gran consumo, se aprobó en un momento en que la industria encaraba una gran crisis de costes por el aumento de precios de la energía y de las materias y ha empezado a aplicarse en un contexto inflacionista. Su llegada, avisaban desde las empresas, traería consigo un sobreesfuerzo al sector de más de 2.000 millones de euros.
Ante este panorama y dado que el Ejecutivo no ha retrasado su entrada en vigor, la mayoría de grandes marcas se han visto forzadas a repercutir este sobreesfuerzo en los consumidores, tal y como marca la ley. Es el caso de Restaurant Brands Iberia (RBI), el gigante de la restauración organizada de nuestro país que, según informa a sus clientes, empezó a trasladar desde el 1 de enero una importe mínimo por el uso de plástico en cada uno de los tickets emitidos sus locales.
Y no son pocos locales ni pocos tickets de compra, ya que RBI explota en España y Portugal los derechos de las marcas Burger King, Popeyes y Tim Hortons. En total, una enorme red integrada por 1.184 restaurantes entre propios y franquiciados a cierre de 2022. Sin embargo, se trata solo de una pequeña proporción de los puntos de venta del sector del gran consumo que se han visto obligados a asumir este impuesto al plástico desde el pasado 1 de enero y que desde esa fecha han tenido que tomar decisiones similares, entre las que se incluyen el resto de cadenas de la competencia.
Desde el primer día del año, aseguran fuentes de la compañía, «para poder cumplir la ley, debemos cobrar a nuestros clientes un precio por cada producto de plástico. Como nuestra intención es que este precio imperativo repercuta lo mínimo posible al consumidor, solo estamos cobrando un céntimo por cada ítem de plástico usado, en las tres marcas de nuestra compañía».
Aunque los tickets emitidos por los restaurantes incluyen el precio de 0,01 euro en concepto de «Productos Plásticos Ley 7/2022», la mayoría de clientes menos observadores no habrán caído en la cuenta de este incremento, imperceptible para los fieles a la comida rápida. Desde la pasada semana, quienes acuden en persona a los restaurantes de las tres enseñas y encarguen su menú a través de los kioscos digitales de pedido ven interrumpida su rutina de pantallas con un mensaje en el que las cadenas avisan del cobro de este céntimo.
Fin al desperdicio de kétchup
Sin embargo, no es la única novedad incluida por RBI en la sucesión de pantallas de pedido, ya que ahora también se avisa a los clientes de que el kétchup gratis y sin límites se ha acabado. Desde ahora, a partir de las dos unidades, estos sobres -de plástico- se cobran a cinco céntimos. Se trata de otra medida que, din duda, contribuirá a generar menos residuos de plástico, además de reducir la tasa de desperdicio de los sobres de esta salsa que los clientes desechan cada año.
Aunque desde hace años Restaurant Brands Iberia está realizando serios esfuerzos en materia de sostenibilidad que incluye la utilización en todos sus establecimientos de envases de cartón o fibra completamente reciclables, a día de hoy algunos contienen una cantidad mínima de plástico. «Por ello, estamos trabajando con nuestro proveedor de envases para diseñar recipientes que no contengan nada de plástico y que, a la vez, sean óptimos para contener y servir de forma idónea las bebidas y alimentos», apuntan desde la compañía.
En este sentido, la firma desarrolla proyectos de economía circular relacionados con la reducción del uso de plástico que les permitió ahorrar más de 1.000 toneladas de este material entre 2019 y 2021. Un material cuya totalidad se reutiliza al convertirlo en mobiliario para las terrazas de los restaurantes de Burger King y Popeyes.
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