El bullrichismo espera varios "saltos" políticos del PRO a LLA

El bullrichismo espera varios

Libertarios y bullrichistas quieren una unidad bonaerense para ganarle a Axel Kicillof, pero sin acordar con el PRO sino con dirigentes clave del armado. El gobierno habla con intendentes macristas y se esperan cambios de bando llegadas las elecciones.

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CARLA PELLIZA

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En mayo del año pasado, el bullrichismo organizó un acto en Esteban Echeverría, el primero en Buenos Aires en alianza con La Libertad Avanza. Para ese entonces, el gobierno se había trabado con el debate de la ley Bases, tuvo que posponer el Pacto de Mayo a julio y si bien la inflación había mejorado respecto a diciembre, no era un indicador para festejar. La negociación, que luego se tornó extra tensa entre el oficialismo y el PRO de Mauricio Macri, todavía estaba en los estadíos iniciales. En ese momento, el bullrichismo se la jugó a pleno por Javier Milei, acusó represalias en el bando amarillo y, siete meses más tarde, recuerda esa fecha de otra forma. Hoy, espera el salto de muchos dirigentes que todavía están encolumnados en el macrismo.

El evento de mayo lo tuvo a Sebastián Pareja, presidente del partido libertario en Buenos Aires, hombre designado por Karina Milei para armar políticamente en la provincia. Fue el primer gesto del bullrichismo y La Libertad Avanza hacia una convergencia. Si bien el armado referenciado en Patricia Bullrich se considera un aliado indispensable para el Presidente, también sabe que no deja de ser eso: un aliado, no un puro.

Ese acto, puntapié inicial para el vínculo que se solidificó con el paso del tiempo, trajo “represalias”, tanto dentro del PRO nacional (a Bullrich no le dieron más que una silla testimonial en la mesa de conducción y le robaron la presidencia de la Asamblea partidaria) como en el provincial (cambiaron las autoridades antes de tiempo, quitando a un bullrichista para poner a un macrista).

Con el paso del tiempo, todas esas fotos, ahora historia, se empezaron a mirar con otros ojos. El bullrichismo ve, con alegría, que varios dirigentes que cuestionaron ese acercamiento brutal con los libertarios ahora reconocen en La Libertad Avanza un partido ganador. No sin demoras a la hora de concretar la movida, algunos adelantaron un “salto” hacia las filas del oficialismo nacional.

Ya sea por demora o por especulación, lo que debió ser una confluencia entre el PRO de Macri y LLA de Milei, lo que debió ser una unión natural, pareció encaminarse a convertirse en un campeonato de saltos. De seguir por estos carriles, se espera que no haya acuerdos amigables, sino traiciones dirigenciales porque, en última instancia, nadie quiere perder una elección.

Los libertarios ya hablan con dirigentes PRO. Hay intendentes que prometieron jugársela por el gobierno y abandonar las filas del macrismo, pero todavía no lo hicieron. El caso de Diego Kravetz tal vez sea uno de los ejemplos más fáciles que tiene para esgrimir el bullrichismo. Bajo el ala de Patricia, pasó a ser el segundo de la SIDE y ya sonó como un excelente candidato para comandar Lanús. Lo había intentado el año pasado, también en la lista de Patricia Bullrich. Su esposa, Soledad Acuña, ex ministra de Educación de la Ciudad, fue nombrada por algún dirigente porteño dentro de la maraña de rumores propios de una previa electoral, no para formar parte de una propuesta amarilla sino de una violeta.

El caso es que, más allá de los nombres propios, tanto libertarios como bullrichistas esperan acuerdos con el macrismo, pero no a nivel partido sino a nivel dirigencial. Charlas con cada individuo interesado en lograr un buen resultado en la elección. Hace dos semanas, en el acto de cierre de año que encabezó la ministra de Seguridad de Milei, Diego Valenzuela, el hombre fuerte de ella en Buenos Aires, habló de una unidad para ganarle a Axel Kicillof en la provincia. Esa unidad refiere a aquéllo, pactos con figuras y no institucional.

“En Buenos Aires, Patricia sólo lo tiene a Valenzuela”, dijo hace no mucho un dirigente que forma parte del PRO que responde a Mauricio. A priori, es cierto que Bullrich no tiene mucho referente de peso en la provincia, pero apuesta a conseguir una estructura mucho más abultada con la llegada de las elecciones, producto de los “saltos” políticos.

Valenzuela tiene una relación muy cercana con Javier Milei. Fueron juntos a la Facultad, comparten encuentros reservados y, hace dos semanas, estuvo a su lado, invitado por el propio presidente, en el acto de egreso de las tres fuerzas en el Colegio Militar. Este año consiguió más fotos de peso político y personal que muchos otros ansiosos por destacarse.

Desde hace tiempo, Valenzuela tiene una plaza alquilada en el podio de intendentes del conurbano bonaerense. De febrero a diciembre, según datos de la consultora CB, fue el que cosechó mejor imagen ya que de once meses analizados, en diez de ellos estuvo en el top tres con un diferencial positivo del 38%.

Su vínculo con Bullrich, su cercanía a Milei, la política municipal de baja de tasas y la eliminación de habilitaciones a comercios y empresas lo destacaron como un alcalde comprometido con los objetivos dispuestos desde la Casa Rosada en materia económica. Pero también con un papel importante en su relación con el ministro de Economía, Luis Caputo, y es un eslabón clave para apuntalar la campaña de José Luis Espert en 2025. El diputado, que buscará renovar su banca, fue el elegido por Milei para encabezar la lista bonaerense, pero aún cosecha algunas objeciones.

En Capitán Sarmiento, el bullrichismo llamó a la unidad. Eligieron ese lugar para salir del conurbano, mostrar otra imagen del armado, visibilizar el interior de la provincia desde un municipio comandado por una mujer, Fernanda Hurtado. Quieren que el 2025 sea la antesala del 2027.

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