El cónclave será en el Ministerio de Defensa y participan los equipos de ambas áreas. El radical niega que haya roces con la referente del PRO y que exista una “purga” en las fuerzas armadas. Los dos tienen un rol clave en el soporte político a la gestión
Patricia Bullrich es la funcionaria de más alto perfil y peso propio del gobierno de Javier Milei. Lo sabe. La ministra de Seguridad se mueve con la cautela suficiente y la lealtad necesaria como para evitar roces con el Presidente de la Nación y neutralizar posibles señalamientos de los otros colaboradores del Gabinete libertario. No sólo eso, sino que se convirtió en una de las principales defensoras de la actual gestión tanto en público como en privado. Pone el cuerpo y sale a cruzar embates de propios y ajenos, con achaques a la Casa Rosada.
La ex candidata a presidenta de Juntos por el Cambio (JxC) lleva adelante esa tarea junto a Luis Petri, ministro de Defensa, funcionario que llegó al Gobierno por pedido de ella. Ambos trabajan en conjunto y mantienen contacto fluido. En los últimos días hubo rumores de internas entre ambos. Con el fin de desestimar esa idea, Bullrich y Petri se reúnen esta tarde junto a sus equipos.
En los últimos días, surgió la versión acerca de una diferencia entre los funcionarios producida por los nombramientos de las nuevas autoridades de las fuerzas armadas, que devino en una “purga” en el Ejército. Es cierto que Bullrich tenía ciertos reparos y una mirada distinta respecto a algunas de las designaciones que fueron rubricadas por Milei y por Petri. De todos modos, optó por mantener el silencio sobre ese tema y se encargó de hacer saber que el vínculo con el mendocino “está perfecto”.
Los matices surgieron cuando Petri convalidó la decisión del Presidente respecto al nombramiento del general de brigada Alberto Presti como jefe del Ejército, lo cual produjo el pase a retiro de 22 generales más antiguos que el designado. Mientras que el brigadier general Xavier Julián Isaac se convirtió en el jefe del Estado Mayor Conjunto, lugar estratégico que coordina a las fuerzas. En tanto, Fernando Mengo fue nombrado al frente de la Fuerza Aérea; Carlos Allievi, contraalmirante, se transformó en el jefe de la Armada.
Quien incidió en esos nombramientos fue el propio Milei, con el asesoramiento de Nicolás Posse, Jefe de Gabinete de la Nación, cuyo referente en temas de seguridad y defensa es el brigadier retirado Jorge Antelo. En el bullrichismo hubo disonancias con esas decisiones. Especialmente sobre el desembarco de Isaac y Allievi, a quienes objetan por su relaciones con ex funcionarios del kirchnerismo.
Sin embargo, Bullrich y Petri se mantienen en sintonía, con una agenda de trabajo cercana. Ese espíritu generó la reunión de esta tarde, que estaba convocada para las 17 en el Ministerio de Defensa, en la calle Azopardo al 250 de la Ciudad de Buenos Aires, y se espera que se extienda por más de dos horas. Según pudo conocer Infobae, en el encuentro participarán Claudio Ernesto Pasqualini, quien hoy fue oficializado como secretario de Estrategia y Asuntos Militares bajo la órbita de Petri, Carlos Becker Fioretti, jefe de Gabinete de asesores de Defensa, Vicente Ventura Barreiro, secretario de Seguridad de la Nación, Alberto Fohrig, asesor bullrichista en temas de seguridad. También se prevé que estén los jefes de las fuerzas armadas y los de las fuerzas de seguridad, además de otros asesores de ambas carteras.
El objetivo de la reunión es unificar criterios, coordinar y optimizar el trabajo en conjunto. Por ejemplo, en las compras de municiones que requieren tanto el Ministerio de Seguridad como el de Defensa, con el fin de lograr eficiencia. También se apuesta a articular operativos y perfeccionar la gestión de las áreas. Se tratarán también temas legales, modificaciones normativas que regulan el alcance y las competencias de los dos ministerios, el ingreso de tropas, cuestiones de intersección aérea.
De momento, Bullrich y Petri están satisfechos con sus gestiones. En Seguridad, la ministra sigue la indicación del Presidente, quien le pidió garantizar el orden público, mirar el país en forma global, no sectorizar. En ese sentido, la funcionaria busca que las fuerzas generales vuelvan a sus roles específicos, como corresponde según la Ley. Al mismo tiempo, tiene la orden de ejecutar la “Operación bandera”, que se basa en un programa destinado a Rosario con el propósito de afrontar la violencia callejera producto del crimen organizado que afecta a esa ciudad de Santa Fe.
Lo propio con el radical, quien cultiva un vínculo estrecho con Milei y con Karina Milei, secretaria General de la Presidencia y persona de máxima confianza del Jefe de Estado. Petri participó en todas las reuniones de Gabinete con el resto de los ministros y, además, participó en los dos viajes que hizo el Presidente desde que asumió el Gobierno: a Bahía Blanca, para dar asistencia por el fuerte temporal que azotó a esa ciudad, y a la Antártida, en la misión especial de este fin de semana para presentar un programa ambiental.
En un momento de tensión política por el comienzo del tratamiento de la Ley Ómnibus en el Congreso, Bullrich se vuelve una espada clave para Milei. Tiene ascendencia sobre un grupo de legisladores en ambas cámaras del Poder Legislativo y cuenta con cierta incidencia territorial para tender puentes políticamente con gobernadores de lo que fue Juntos por el Cambio (JxC) y referentes nacionales de ese espacio. Se encarga ella personalmente de esa labor, que mixtura con la gestión diaria del Ministerio, y lo refuerza con Sebastián García De Luca, quien cumple una función política dentro de la cartera de Seguridad para articular a nivel federal.
En este marco, Bullrich tiene previsto llevar adelante uno de sus primeros viajes de mayor relevancia desde su regreso al Ministerio de Seguridad. En los primeros días de gestión visitó Rosario, en un gesto claro de su posicionamiento para combatir el narcotráfico y el crimen organizado. Ahora, prepara una visita para la semana que viene a la Triple Frontera, donde recorrerá el lugar y supervisará la situación de las fuerzas de seguridad que actúan en esa zona estratégica, donde se investiga la presencia del crimen organizado, organizaciones delictivas e, incluso, células terroristas de agrupaciones como Hezbollah. En ese punto, Bullrich y Milei planean trabajar de forma conjunta con Santiago Peña, presidente de Paraguay con el que el Gobierno tiene buena relación. Se trata de uno de los países que, junto con Brasil, tiene incidencia en esa zona fronteriza.
Comentá la nota