La ex ministra acompañó a Cornejo en su triunfo en las PASO de Mendoza y ratificó que su compañero de fórmula será un radical. Larreta conectó Corrientes con San Luis para estar en el batacazo de Poggi junto a sus aliados Morales, Lousteau y Espert. Derrota en Tucumán y denuncias de “trampa” contra el PJ.
Mauricio Caminos
Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta escenificaron en las elecciones provinciales de este domingo su feroz interna en Juntos por el Cambio. Mientras la ex ministra buscó capitalizar la victoria del radical Alfredo Cornejo en las PASO de Mendoza, el alcalde armó una gira exprés por el resto de los distritos que fueron a las urnas: Corrientes, San Luis y Tucumán. El jefe de Gobierno intentó llevarse con sus aliados internos la foto del batacazo electoral de la jornada: el triunfo de Claudio Poggi como nuevo mandatario puntano, desbancando a los históricos Rodríguez Saá.
El TEG de los dos presidenciables amarillos reflejó sus estilos de campaña. Bullrich había llegado el sábado a la provincia cuyana para festejar su cumpleaños con su marido y parte de su equipo de campaña. Larreta hizo su travesía de pocas horas en avión privado. La distancia geográfica entre ellos también reveló su distanciamiento político, aunque verbalmente ponderaron la unidad opositora.
“Hoy es un gran domingo para todo JxC en el país”, se apuró a resaltar la ex ministra en la conferencia de prensa de Cornejo y el gobernador saliente, Rodolfo Suárez. Tuvo que aceptar que el todavía senador subiera al mismo escenario a Fernando Straface, secretario general y de Relaciones Internacionales del alcalde porteño.
En ese instante Larreta volaba de Corrientes a San Luis. Ya se había mostrado con Gustavo Valdés, cuyo frente arrasó en las legislativas locales. “La manera de ganarle al kirchnerismo y que se vayan para siempre es estar juntos”, dijo el jefe de Gobierno.
Bullrich con Cornejo, Suárez y Straface, en la conferencia de prensa post victoria de la UCR en las PASO de Mendoza. TélamBullrich en Mendoza
Con el 55 por ciento de las mesas escrutadas, Cornejo ganaba cómodo las PASO –20 puntos arriba de Luis Petri, su competidor en la interna de Cambia Mendoza–, pero la foto que realmente le importaba era cuánto le sacaba a Omar de Marchi. El diputado del PRO –segundo en la Cámara baja– rompió la coalición en la provincia y se lanzó como gobernador por su lado. Era un hombre de Larreta, quien no pudo “ordenarlo”. Recogía 20% –menos de la mitad que el oficialismo, 44.27%–, pero menos de diez de Cornejo, quien nominalmente sacaba 28,5.
“No era lo que se esperaba”, comentó a elDiarioAR un larretista que conoce el detalle del armado federal. Era un mensaje para Bullrich, ya que en Mendoza nació el “grupo Malbec”, los disidentes radicales que acompañan su precandidatura y desde donde saldría su compañero de fórmula. “Cornejo fue impecable”, retrucaron en el búnker de la ex ministra.
Bullrich ratificó en público que su segundo será una figura de la UCR, pero esquivó dar una definición. “Vamos a ir decidiendo en los proximos dias al vice. Así como en el gobierno de Mauricio Macri gobernó el PRO y el radicalismo tuvo un rol parlamentario, esta vez tenemos que lograr un gobierno de verdadera coalición”, aseguró. Y agregó: “El compromiso es que no volvamos a estar todos juntos pero algunos con más responsabilidad y otros con menos”. Como parte de ese acuerdo, el PRO puso a la compañera de Cornejo en la fórmula provincial, Hebe Casado.
Desde Mendoza, Bullrich no quiso dar por perdida con Larreta la pulseada del rating electoral. Contó ante los medios que habló por teléfono con Valdés y Poggi. Aseguró que las elecciones en Tucumán –donde se impuso el peronista Osvaldo Jaldo sobre el radical Roberto Sánchez– fueron “confusas” y “con trampas”.
La troupe de Larreta
Larreta se encontró con Poggi recién después de la medianoche. Viajó a San Luis desde Corrientes acompañado por el presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro. Desde Buenos Aires viajaron directamente Martín Lousteau, Margarita Stolbizer y José Luis Espert, flamante incorporación de JxC. Desde Jujuy se sumó Gerardo Morales, presidente de la UCR y aliado clave del jefe de Gobierno en la interna cambiemita.
Pasadas las doce aún los votos se contaban, pero ya toda la oposición daba por hecho el batacazo contra el dominio histórico de Alberto y Adolfo Rodríguez Saá, pese a que el senador apoyó la candidatura de Poggi. Con el 62% de mesas escrutadas, Poggi sacaba 54%, mientras el oficialista Jorge Fernández recogía y Unión por San Luis 44%.
“Vamos a construir un gran gobierno de coalición”, anunció en su discurso el gobernador electo, que agradeció la presencia del jefe de Gobierno y prometió cambiar el sistema de ley de lemas, parte del engranaje de la hegemonía peronista hasta ahora.
Larreta escenificó su acompañamiento interno con un video en el que se lo vió caminando hacia el búnker de Poggi junto a los dirigentes radicales y al libertario. Bullrich apenas había enviado a la provincia a Federico Pinedo. “No vamos a celebrar victorias. Nunca vamos buscando eso”, se atajó un operador bullrich. En el fragor de la victoria en San Luis, desde el radicalismo aliado a Larreta comentaron con acidez a elDiarioAR: “Nace el grupo Cabernet (es más fuerte y con más cuerpo que el Malbec)”.
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