Bullrich demora su lanzamiento para no correr atrás de Larreta

Bullrich demora su lanzamiento para no correr atrás de Larreta

La titular del PRO criticó el acto del alcalde de este jueves. Busca potenciar "la agenda de la gente". Sus esfuerzos se centrarán en mejorar la fiscalización.

Por Gonzalo Prado

La titular del PRO, Patricia Bullrich, todavía no tiene confirmado cuándo será su lanzamiento formal como candidata presidencial. Sin embargo, no es una preocupación de su mesa chica ni de la líder del ala dura amarilla. De acuerdo a lo que pudo reconstruir Letra P, existe una idea, muy “verde” todavía, de hacerlo a fines de marzo, pero todavía no iniciaron ni siquiera las conversaciones en su comando de campaña.

 

Para la exministra de Seguridad la clave durante marzo será continuar con la reconversión de su discurso; cada vez más alejado de los temas “de la política”, en busca de estar cerca de los “problemas de la sociedad”. Paradójicamente, es el mismo camino que inició desde mediados del año pasado su principal rival en la interna del PRO, y de Juntos por el Cambio (JxC), el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que este jueves culminó con su lanzamiento de tres etapas como candidato presidencial.

Justamente el evento en Tres de Febrero en donde Larreta formalizó su candidatura fue visto en la mesa chica de Bullrich como “un acto de desesperación” ante el estancamiento, según ellos, del jefe de Gobierno en las encuestas. “No buscamos quedar detrás del lanzamiento, ni tampoco adelantarlo sin sentido alguno. Vamos a nuestro tiempo”, remarcó uno de lo principales colaboradores de la titular del PRO. Horas antes, ella buscó marcarle la cancha con un hilo de Twitter en donde cargó contra el diálogo que propone el alcalde.

Bullrich utilizó ese mismo argumento en las últimas reuniones que mantuvo con empresarios del Círculo Rojo, en donde afirman que recibió quejas por el andar de la campaña de Larreta. “En esos encuentros dijeron que lo ven (al jefe de Gobierno) sin contundencia, flojo”, sostuvo la misma fuente.

Los esfuerzos del comando bullrichista, por lo menos hasta fines de marzo, estarán puestos en fortalecer la estructura de fiscalización y de candidaturas propias en cada jurisdicción. Para eso, además de los encargados de cada región, Bullrich sumó al diputado Hernán Lombardi, quien estuvo a cargo de las marchas y movilización del “Sí, se puede” en la campaña del expresidente Mauricio Macri. Un rol similar cumplirá la exembajadora ante la OEA, Paula Bertol.

Cerca de Bullrich tienen conciencia de que Larreta cuenta con más aparato y buscan neutralizar su poder a la hora de la fiscalización. Lo mismo sucede con la Unión Cívica Radical (UCR), como quedó evidenciado durante las Primarias, Abiertas y Simultáneas (PAS) en La Pampa, en donde la convocatoria de todas las figuras del PRO no logró imponerse por sobre la política territorial tradicional del radicalismo.

Ese objetivo generó que Bullrich cambiara todo su esquema de campaña, algo que también tenía pendiente desde la expulsión del diputado Gerardo Milman, acusado por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner de ser parte del atentado contra su vida y también bajo una investigación en el Congreso por diferentes gastos y contrataciones.

Con la nueva organización, el legislador Juan Pablo Arenaza quedó como su jefe de campaña. En el entorno de la exministra señalan que fue quien tuvo que ordenar varios de los desmanejos de Milman, como por ejemplo la contratación de varias asesoras que levantaron polémicas. El diputado Sebastián Garcia De Luca es el encargado de la provincia de Buenos Aires, mientras que en las provincias esos menesteres estarán a cargo del también miembro de la Cámara Baja, Federico Angelini, y del secretario de la Presidencia del PRO, Damián Arabia.

La lógica que buscarán imprimirle a la campaña, por ende, estará focalizada en resaltar los puntos fuertes de Bullrich, incrementar su cercanía con el electorado, pero mantenerla alejada de cuestiones que son extremadamente del Círculo Rojo, a menos que tengan una trascendencia institucional, como es el caso del juicio político a la Corte Suprema. En un punto, la misma estrategia que Larreta.

Comentá la nota