La candidata apuesta a que el esperado triunfo de Pullaro este domingo la coloque nuevamente en carrera hacia las generales. Las definiciones en Chaco y Mendoza, donde ganaron las primarias candidatos de JxC. El desafío de la traslación de votos y el efecto Milei.
Por: Mauricio Caminos.
Como un salvavidas. Patricia Bullrich busca aferrarse todo lo que pueda al previsto triunfo de esta noche de Maximiliano Pullaro en Santa Fe con un objetivo político: alimentar su propia ilusión hacia las presidenciales de octubre y llegar competitiva a un balotaje contra –según su visión– Javier Milei.
La candidata de Juntos por el Cambio tiene previsto viajar a Rosario una vez que cierren los comicios provinciales para poder levantarle la mano a quien parece ser ya gobernador electo: el “frente de frentes” opositor que encabeza Pullaro sacó más de 63 puntos en las PASO y solo el radical sumó más votos que toda la interna oficialista, que lleva en la contienda al peronista Marcelo Lewandowski.
Bullrich espera que el renovado respaldo que tendría la oposición se derrame a su favor en las presidenciales, pese a que Milei –quien no tiene un candidato local autorizado por él– ganó las primarias de agosto. Hace menos de un mes, La Libertad Avanza sumó 35,2%, y Bullrich junto a Horacio Rodríguez Larreta quedaron detrás con 31,6%. Unión por la Patria cosechó apenas 21,1%.
La necesidad de la ex ministra de Mauricio Macri de comenzar a tener buenas noticias llevará a que el propio Larreta aparezca con ella y con Pullaro en la escena santafesina. Según supo elDiarioAR de dos fuentes distintas, está confirmado el viaje del alcalde porteño, pero no que lo haga junto a Bullrich: ella suele moverse en vuelos de líneas para mostrar cierta austeridad de campaña –aunque ha volado en aviones privados regentados por empresarios amigos–, mientras el jefe de Gobierno costeó vuelos particulares durante toda su campaña.
Bullrich de alguna manera necesita a Larreta en Santa Fe porque el alcalde había apostado a Pullaro en su pelea local, en el marco de su alianza nacional con los radicales Martín Lousteau y Gerardo Morales. El candidato a gobernador, de hecho, le ganó la interna cambiemita local a la senadora Carolina Losada, que fue respaldada tanto por la presidenciable de JxC como por Macri. Pese a esos cruces de intereses, el santafesino siempre evitó “nacionalizar” su campaña, tal vez a conciencia de que los chisporroteos que tuvo la PASO opositora podían afectarlo en su pago chico.
Bullrich y Pullaro tienen además vínculo propio desde hace tiempo, e incluso comparten cierto perfil de gestión: el radical fue ministro de Seguridad del gobernador Miguel Lifschitz, entre 2015 y 2019, el mismo periodo en el que “La Piba” estuvo al frente de la cartera nacional. Ambos coordinaron entonces el envío de unos 3.000 efectivos de la Gendarmería a Rosario por la crisis de violencia narco.
“Patricia va a venir y se laburó a fondo con ella, pero nuestra campaña fue muy provincializada”, fueron tajantes en el círculo íntimo de Pullaro. Según sus sondeos previos, la ventaja lograda en la PASO provinciales se repetiría en las generales, incluso sin que haya un correlato por la sorpresa que generó el libertario: “Milei no es un factor para esta elección”, apuntó la fuente consultada.
Pese a ese análisis, el candidato de LLA metió una cuña en Santa Fe, porque Pullaro llegó a responder en una entrevista que en un supuesto balotaje entre Milei y Massa, votaría al libertario. No le preguntaron, claro, por Bullrich. “No le esquivó al bulto. Contestó sin cassette. Y de una respuesta espontánea se armó todo un tema”, consideraron en el búnker de Pullaro. También Lewandowski se metió en la polémica porque ante el escenario de una segunda vuelta entre Milei y Bullrich dijo que acompañaría al libertario.
Pullaro y Bullrich, cuando tenían a cargo los ministerio de Seguridad santafesino y nacional, respectivamente.
“Ola sensacionalista”
Bullrich también ve a Santa Fe pensando que es el primer casillero de tres elecciones provinciales que hay antes de las generales y que podrían hacerla recobrar protagonismo electoral. El domingo próximo hay comicios en Chaco, luego de que las PASO diera la nota el radical Leandro Zdero contra el histórico Jorge Capitanich. Y el 24 es el turno de Mendoza, donde podría volver al poder el radical Alfredo Cornejo –accionista del grupo Malbec que operó para que Luis Petri sea el vice de la ex ministra–.
“Vamos a ganar en todas”, se mostró confiado un estrecho colaborador de Bullrich y pieza clave en su estrategia de campaña. El operador conectó las fechas del calendario electoral provincial, pese a que la sorpresiva victoria de Milei a nivel nacional dejó en evidencia de que no importó el magro resultado que tuvieron las expresiones libertarias en las distintas peleas locales que hubo antes de agosto.
“Las elecciones son locales pero puede armar una ola sensacionalista de tres elecciones ganadas consecutivas y en lugares poco previsibles”, explicó a elDiarioAR el estratega de Bullrich. La misma narrativa tenía el larretismo antes de las PASO tras la seguidilla de victorias de sus apuestas provinciales: Luis Poggi en San Luis (11 de junio), Marcelo Orrego en San Juan (2 de julio) y Pullaro en la PASO santafesina (16 de julio).
Por ser un terruño peronista, la mayor expectativa de Bullrich estará puesta en Chaco. Allí el 18 de junio el armado cambiemita que lideró Zdero le sacó 6 puntos al gobernador Capitanich. Arrasó sobre todo en la capital, Resistencia, una ciudad en su momento muy conmovida y movilizada por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, que llegó a tener su ribete político. Pero dos meses después, UP sumó 34,7%, siendo el frente más votado en las PASO nacionales: Milei recogió 28,9%, y JxC, 26,6%.
En Mendoza, tierra gobernada por el radicalismo, Cornejo corre como favorito pero el desafío de una sorpresa en contra está latente. Ya elDiarioAR contó el detalle de que JxC perdió 127 mil votos entre las PASO local y la nacional, pese a que hubo 6% más de gente que fue a votar. El desafío es la aventura solitaria de Omar de Marchi, que rompió el frente pese a que jugaba con Larreta y armó una propuesta local abrazando a los libertarios –tiene una relación personal con Milei–.
Apelando a la matemática: en las provinciales mendocinas la opción local de JxC sumó 420 mil votos y De Marchi, 200 mil; en las presidenciales LLA capturó 466 mil y JxC, 290 mil. Varios salvavidas necesitará Bullrich.
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