Rogelio Frigerio y Emilio Monzó peregrinaban anoche, por segunda vez en menos de 30 días, a la casa de Sergio Massa en Tigre. El objetivo; cerrar con el jefe del Frente Renovador, cena mediante, la definición de un tope al endeudamiento en el proyecto de ley enviado por Mauricio Macri al Congreso para salir del default después de 15 años.
El Gobierno nacional aceptó modificar el texto orginal de esa iniciativa a partir de propuestas de los bloques de Massa y Diego Bossio para lograr consenso y blindar así su aprobación el próximo jueves en el recinto de la Cámara de Diputados. El Frente Renovador de Massa, que la semana pasada también fue recibido por Alfonso Prat Gay en el Ministerio de Hacienda y Finanzas, reclamó establecer un tope de endeudamiento para efectuar los pagos en el Banco of New York a los denomindados fondos buitre.
El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, Luciano Laspina, confirmó ayer que el oficialismo está"dispuesto a discutir algunos cambios" en el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo para salir del default luego de 15 años, de manera de poder "mejorar el apoyo político" de cara a la sesión especial que Cambiemos buscará realizar pasado mañana.
"Cambiemos está dispuesto a discutir algunos de los cambios en la letra fina que pueden mejorar el apoyo político del proyecto sin modificar la sustancia", confirmó el legislador. El Frente Renovador, a través deGraciela Camaño y Marco Lavagna, había advertido que si el oficialismo no especifica el monto de deuda, entre otras modificaciones, presentarían un dictamen propio. Eso implicaría que, a la hora de votar la iniciativa en el recinto, Cambiemos no tendría los votos del massismo para garantizar que la iniciativa sea aprobada y avance hacia el Senado. El juez neoyorquino Thomas Griesa impuso a la Argentina un dead line para cancelar la deuda antes del próximo 14 de abril.
En cuanto al tope de endeudamiento, Prat Gay había dicho el viernes pasado ante el plenario de comisiones que "el pago será en efectivo y para eso se colocará un bono a valor de mercado" y que para concretar ese objetivo"se requiere emitir deuda por 11.684 millones de dólares" y que el pedido de autorización total será por 15.000 millones de dólares para "financiar otros vencimientos y déficit fiscal".
Sin embargo, en el massismo reclaman más cambios. Reclaman una cláusula que especifique cómo se pagarán las costas legales y, de paso, intentarán que una vez cancelada la deuda, el Congreso recupere atribuciones originarias: derogar la declaración, recuperar facultades delegadas a partir de esa situación, como la facultad del Poder Ejecutivo Nacional para renogacior contratos de servicios públicos y corregir el artículo 37 de la Ley de Administración Financiera que faculta a la Casa Rosada a reasignar partidas presupuestarias aprobadas por el Congreso.
Laspina explicó que la Comisión de Presupuesto y Hacienda volverá a reunirse hoy, ya sin invitados, para que los diputados nacionales terminen de definir la versión final del proyecto ómnibus enviado por el Ejecutivo para derogar la ley de pago poberano y la ley cerrojo, así como la autorización para emitir deuda.
En relación con el quórum para poder aprobar el proyecto el próximo jueves, el oficialismo logró superar el bloqueo del Frente para la Victoria. El peronismo poskirchnerista es el bloque minoritario más numeroso y avisó, a través de Héctor Recalde, que no dará quórum. Sin embargo, Cambiemos cuenta con el apoyo del Frente Renovador y del Bloque Justicialista de Diego Bossio que bajarán al recinto para dar el debate. Con 90 diputados de Cambiemos, unos 40 del massismo, y una quincena del Bloque Justicialista, el oficialismo se asegura un mínimo de 129 bancas ocupadas para dar inicio a la sesión y aprobar la iniciativa.
Massa y Bossio coincidieron el fin de semana en la Fiesta de la Vendimia en Mendoza donde resolvieron coordinar la agenda legislativa para tener mayor poder de negociación ante el oficialismo. En el Bloque Justicialista están también los legisladores peronistas que responden al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, una especie de "puntero" premium del PRO para conseguir votos de los gobernadores PJ en el Congreso.
Respecto a las negociaciones que se llevan adelante para la aprobación del proyecto en la Cámara baja, Laspina dijo que Cambiemos está "dispuesto a discutir algunos de los cambios de la letra fina que pueden mejorar el apoyo político del proyecto sin modificar la sustancia" a instancias de las observaciones que viene realizando la oposición. En ese sentido, el diputado dijo que recibió planteos sobre "la necesidad de ser más claros y específicos sobre los límites del endeudamiento, un punto atendible porque en ningún momento se pensó en obtener un cheque en blanco, y sobre el destino de los fondos". Sobre la urgencia por avanzar en la aprobación de la iniciativa, el legislador dijo que el oficialismo "no quiere un tratamiento exprés porque se está haciendo un trabajo muy intensivo para lograr un consenso y el proyecto esté lo más pulido posible para llegar al recinto".
Ayer expusieron ante el plenario de Presupuesto y Hacienda, y Finanzas, los expresidentes del Banco Central,Mario Blejer y Javier González Fraga. Ambos respaldaron el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los fondos buitre al afirmar que cerrar el capítulo de la deuda externa "siempre es mejor que estar afuera del sistema financiero y del acceso al crédito". Blejer, un economista cercano a Daniel Scioli, señaló que apoya el acuerdo porque "sin conocer algunos detalles esta negociación es infinitamente mejor que quedar afuera del sistema financiero y no tener acceso al crédito". El experto financiero internacional dijo que "lamentablemente la Argentina perdió la oportunidad de acceder al crédito cuando se conseguía a tasas más baratas" con lo cual "se mantuvo una economía cerrada como consecuencia del default".
Por su parte, González Fraga dijo que es necesario "alcanzar un acuerdo con los holdouts" para poder salir del default, para permitir que "se nos abra la puerta de financiamiento de obras de infraestructura" y para que las pymes "puedan acceder a más financiamiento".
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