Este es el objetivo que se propone Ángel Mahler como Ministro de Cultura, según le transmitió a los legisladores porteños al explicar, en base a enunciados bienintencionados, el destino de los más de 5.800 millones de pesos pautados para el área en el proyecto de Presupuesto 2017.
Luego de escuchar una presentación sobre los planes de acción para el 2017, en la cual el ministro de Cultura Ángel Mahler no dio ni una sola cifra sobre cómo se aplicarán más de 5.865 millones de pesos, los distintos legisladores formularon distintas consultas sobre diferentes partidas, sin estar ausente el tema del Teatro Colón, donde el diputado Marcelo Ramal (PO) dijo que se está transformando en una "sala de alquiler, para producciones llave en mano".
A la hora de responder, Mahler comenzó reafirmando que, en sus primeros 90 días de gestión al frente del ministerio, se siente "privilegiado" de poder plantear el presupuesto 2017, coincidiendo con las preocupaciones de los legisladores.
Con respecto al estado edilicio del Conservatorio Superior de Música Manuel De Falla, Mahler dijo que se está buscando un edificio para que ahí se desarrollen las actividades, "con todas las necesidades acústicas que requiere un espacio de estas características". Incluso mencionó un predio contiguo al actual Patronato de la Infancia (PADELAI), en el barrio de San Telmo, donde se mudaría el propio Ministerio de Cultura.
También coincidió en la "necesidad de trabajar con todas las Direcciones Generales" para discutir los contenidos "de lo que se va a producir", defendiendo los aumentos presupuestarios que parecieron mínimos para los legisladores pero que, a entender de Mahler, esto no implica la imposibilidad de "planificar junto a todas áreas del ministerio cada uno de los proyectos que están vigentes".
En lo que fue concretamente su discurso, que contó con muchos enunciados, el ministro comentó que su estilo de gestión apuntará a "que la cultura sea un hecho natural en las personas".
En un balance de lo que son sus primeros tres meses al frente del Ministerio de Cultura, Mahler comentó que lo primero que hizo fue "escuchar a todos los que le plantearon dudas, deseos y necesidades", recorriendo todos los espacios que están bajo su órbita, "buscando aprovechar el potencial de cada una de las personas".
Se propone para el 2017 "desarrollar políticas inclusivas", aumentando la "oferta cultural en los espacios públicos", con una marcada decisión de emprender una acción destinada a los "espacios públicos, descentralizando la oferta cultural" para que se llegue a los barrios, "buscando potenciar la zona sur de la Ciudad".
En la propuesta central de Ángel Mahler está la de ubicar a la ciudad de Buenos Aires como "líder cultural de la región", destacando la continuidad de la innovación, la protección del "patrimonio vivo de la Ciudad", en relación a las orquestas de tango y sinfónica y las compañías de ballet, sin dejar de mencionar la puesta en valor de los distintos inmuebles, con la consigna de optimizar las construcciones edilicias.
Todo esto es parte de un desafío que busca, entre otras cuestiones, que los "extranjeros entiendan que Buenos Aires es mucho más que el tango", según los dichos del ministro.
La estimulación de los festivales, de los concursos, el llevar las expresiones culturales en los distintos barrios, buscando intercambios con otras ciudades de país y del mundo, son parte de este desarrollo cultural que el ministro piensa llevar adelante estimulando "la cultura y la educación".
Se trata de una "acción cultural descentralizada", que busca "democratizar la identidad de los barrios", buscando extender la "cantidad" de la oferta y manteniendo la "calidad" de los distintos contenidos.
Entiende Mahler que este ofrecimiento cultural potenciará la "identidad ciudadana", a partir de "tomar conciencia de que todos construimos la Ciudad en que vivimos", buscando consolidar una "Ciudad más integrada".
En relación a los propios diputados que lo escuchaban, el titular de la cartera de Cultura manifestó la necesidad de "actualizar la legislación vigente", con una visión en que "la oferta cultural pública y privada deben verse como complementarias".
Esto el ministro lo relacionó con la cuestión de trabajar en una normativa que atienda la cuestión de las habilitaciones, en la cuestión de los Bares Notables, los Centros Culturales y todas las actividades "que se realizan en los barrios".
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