Alperovich retruca al amayismo. El gobernador rechazó que se esté “ahogando” a la capital. Advirtió que el municipio habría emitido cheques millonarios que no tendrían fondos.
Cada vez que escucha reclamos financieros de la municipalidad capitalina, el Gobierno provincial repite los términos del acuerdo firmado en marzo para el refinanciamiento de la deuda de San Miguel de Tucumán. Sucede que la gestión deDomingo Amaya reconoció que empleó dinero del fondo especial para la conmemoración del Bicentenario para el pago de sueldos y explicó que sucedió porque los términos del convenio con el Ejecutivo provincial sumió a la ciudad en un “ahogo financiero”.
“Lo que está sucediendo es que están administrando mal. No hay buena administración de los dineros en la capital y lo más fácil es echar la culpa a los demás”, lanzó ayer el gobernador, José Alperovich tras inaugurar 10 cuadras de pavimento y una capilla en Alderetes. Rechazó así los argumentos del secretario de Hacienda amayista, Silvio Bellomío, que había deslizado que por motivos políticos la ciudad pasaba por dificultades económicas.
“La capital es uno de los municipios más ricos y con la recaudación debería andar bien. Entregaron cheques por servicios a 180 días por sumas millonarias y no sé si los podrán cubrir”, advirtió el mandatario provincial. Afirmó, sin embargo, que está dispuesto a dialogar con las autoridades de la ciudad si piden una nueva refinanciación de la deuda.
El ministro de Economía, Jorge Jiménez, calificó como “falso” que el Gobierno deba dinero a la administración de Amaya, tal como afirma el intendente (relacionados a fondos del área de Educación). “A ninguna Intendencia le debemos nada”, concluyó tajante.
El ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, recordó los términos del convenio. “Les retenemos lo que dijeron que podían pagar. Ellos entendían que con ese dinero podían funcionar, pero ahora dicen algo diferente”, renegó el electo vicegobernador. Añadió que si el municipio tiene problemas económicos, el intendente debería “tener la humildad y la grandeza de plantearle a la Casa de Gobierno que se equivocaron”.
El acuerdo
Tras meses de reclamos y de cruces entre el alperovichismo y el amayismo, la Municipalidad y la Casa de Gobierno llegaron a un acuerdo en marzo. Amaya y Jiménez firmaron el documento, por separado.
En el segundo artículo, la Municipalidad acepta que la Provincia le retenga mensualmente $ 25 millones (más $ 10 millones correspondientes a los aportes previsionales). El dinero proviene de la coparticipación local y nacional.
Jiménez había especificado en ese entonces que la deuda a cubrir era de $ 600 millones. Bellomío no había coincidido con el funcionario alperovichista y había afirmado que se acercaba a los $ 400 millones. Inclusive había consignado que podía ser menor porque en enero y en febrero la Provincia les habría retenido $ 107 millones extra.
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