Territoriales alineados a Santilli se quejan de que pisan sus comarcas sin previo aviso. El ejemplo Olavarría y el acto lanzamiento en el que estuvo Vidal.
El acuerdo tácito de beneficios mutuos entre Diego Santilli y Cristian Ritondo está intacto, por cercanía política y amistad personal. Pero no puede decirse lo mismo de las estructuras bonaerense que les responden. En el arranque de la campaña para 2023, que el enviado de Horacio Rodríguez Larreta a tierra bonaerense arrancó antes que nadie, empiezan a sonar algunas alarmas en el planeta amarillos por resquemores entre intendentes del PRO alineados con el Colorado y diputados y senadores que reportan al vidalismo y pretenden gobernar distritos.
Según pudo saber Letra P, la historia de tensiones no es nueva, pero para algunos de los jefes comunales amarillos tocó un límite el martes pasado, cuando el diputado nacional anticipó la inauguración de un local partidario en Olavarría sin avisar al local Ezequiel Galli, un joven jefe comunal que va por su segundo mandato y que se sienta a la mesa de conducción de Juntos como armador en la Séptima sección electoral. El argumento para manifestar el malestar es que de los ocho distritos que componen esta región, Olavarría es el único gobernado por el PRO, por lo que, analizan, el ritondismo tendría la posibilidad de armar en los otros siete, pero no lo hace.
En aquella reunión inaugural, Ritondo se sentó a la mesa con el diputado provincial Juan Carrara y el exsenador bonaerense Dalton Jáuregui, dos referentes que podrían ser candidatos en 2023. “En los próximos días, vamos a inaugurar un local del PRO en la ciudad, para que junto a los olavarrienses proyectemos seriamente acciones concretas que mejoren la vida de los vecinos”, publicó el presidente del bloque Juntos por el Cambio en la Cámara baja nacional, lo que generó el malestar inmediato en la gestión de gobierno local y, en alguna medida, en algunos de los demás intendentes que también siguen con atención los movimientos de este espacio.
Incluso, recuerdan que algo similar sucedió en otros municipios, desde las reuniones que el vidalismo organizó en Lanús y en la Tercera sección, sin avisar a Néstor Grindetti, hasta la invitación a un acto en apariencia amplio en el que, finalmente, la exgobernadora bonaerense y actual diputada porteña María Eugenia Vidal sorprendió con el lanzamiento electoral prematuro de Ritondo. Si bien aquella jornada contó con una multitud de militantes, varios que habían confirmado asistencia se bajaron a último momento avivados de la jugada, ya que muchos de ellos juegan dentro del santillismo; un ejemplo, Lucas Delfino. Hay tensión, también, en ciudades donde hay candidatos instalados que responden a Jorge Macri, a las que llegaron las tropas vidalistas.
“En el cierre de listas de 2019, se manejaron igual. Se encerraron en un cuarto y decidieron todo sin consultar a quienes gobernamos los distritos. Ahora, pese a que tienen un candidato que sabemos que no va a llegar a nada, están haciendo lo mismo”, se quejó un alcalde amarillo ante Letra P, al recordar cuando plantaron al platense Daniel Lipovetzky en la Séptima o al pilarense Carrera en la misma sección.
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