Los vecinos de la ciudad de Salto, gobernada por el intendente peronista Ricardo Alessandro, amanecieron bajo un olor a nauseabundo a excrecencia.

Con una denuncia por escrito y también mediática, Alessandro apuntó que “los olores nauseabundos emanados por la empresa avícola Soychú no son nuevos sino que el año pasado sucedió lo mismo, y ahora vamos a apelar a todo lo que sea necesario para que esto no ocurra nunca más y pongan a la planta en condiciones”.

Molesto, el alcalde del Frente de Todos cuestionó al Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) y al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), máximos responsables del control ambiental, y arremetió que “no ha dado ninguna respuesta ni tomaron las medidas que tiene que tomar”.

Fiel a su estilo frontal, Alessandro cargó contra Franco, Claudio, Walter, Humberto y Gustavo Santangelo, familia dueña de Soychú, y los catalogó como “inescrupulosos”.

Asimismo, el jefe comunal aclaró que “nosotros no queremos que el empresariado Santángelo, Joaquina Jáuregui, jefa de Recursos Humanos de la empresa Soychú y su títere que supuestamente sale en defensa de los trabajadores, se queden sin trabajo; pero sí pretendemos que la fábrica trabaje en las mejores condiciones, tanto higiénicas como sanitariamente”.

En claro mensaje al el secretario general del Sindicato de la Carne en Salto, Miguel Tapia, el alcalde peronista no anduvo con eufemismos y apuntó que “cada vez que viene acá, viene a histeriquear, se olvida de los trabajadores que dice defender y avala a la patronal”.

En tanta, el alcalde también expresó que “el olor que provenía de la empresa Soychú era tan impresionante que hasta ardían los ojos”, y se preguntó si “ese es el tratamiento que le dan a la población, están equivocados”.

Recordó el mandatario comunal que “siempre, para abaratar costos, queman tripas de los pollos en un solo día y contaminan todo el aire del distrito, no protegen el medioambiente y mucho menos a los vecinos”.

“El olor a mierda era impresionante y tanto los Santángelo y a Jáuregui, que vive en la otra punta del pueblo, les importa una chota”, arremetió.

Para finalizar, Ricardo Alessandro sentenció: “Se le ríen a todo el pueblo de Salto, y la situación es grave, y yo dejo la vida por Salto, porque esto es medioambiente”