Al entrenador, la apuesta ante Deportivo Madryn le salió redonda. Desde la postura ofensiva, que no mejoró el funcionamiento pero sí tuvo incidencia en el resultado, hasta los nombres que eligió.
Los que resuelven los partidos son jugadores, eso está claro. Pero los directores técnicos toman continuamente decisiones que tienen injerencia en el funcionamiento y los resultados de los equipos. Las determinaciones de Duilio Botella fueron muy importantes para el muy buen momento de Alvarado, que tienen un invicto de quince encuentros. El choque ante Deportivo Madryn fue un caso ejemplificador.
Muchas veces, con razón, los entrenadores piden que evalúen sus trabajos en un sentido amplio y no solamente por cómo salió el partido del domingo. Seguramente que la pretemporada, los trabajos de campo en la semana, el liderazgo, la claridad para transmitir conceptos, la capacidad para formar grupos unidos, la cintura para ser el nexo entre dirigentes y jugadores, entre otras cuestiones, hacen a un DT muy bueno, bueno, regular o malo.
Pero son los noventa minutos los que permiten sacar conclusiones objetivas sobre su tarea. Los periodistas o simpatizantes no pueden meterse en el vestuario para escuchar las charlas técnicas, no conocen las necesidades extrafutbolísticas de los integrantes de un plantel, ni pueden medir fácilmente el poder de convencimiento del conductor.
Sin más preámbulos, hay que decir que las elecciones de Botella el domingo tuvieron mucho que ver con el 3 a 2 de Alvarado sobre Deportivo Madryn. Es verdad que la visita debió haber tenido un penal a favor por mano de Laureano Tello en el arranque del complemento y que los jugadores que entraron no le dieron mayor volumen de juego al equipo marplatense. Como también es cierto que haber llegado al agónico gol a los 49 minutos del complemento con cuatro futbolistas en el área rival -no producto de una jugada de pelota quieta- fue por el mensaje enviado por el entrenador con las modificaciones.
Alvarado terminó el partido con un mediocampista ofensivo, Emanuel Giménez, y tres puntas: Emanuel Pennisi, Brian Cortadi y Leonardo Roda. Pero no sufrió desequilibrio (Deportivo no tuvo llegadas en el segundo tiempo) porque achicó espacios hacia adelante: los centrales defendieron cerca del centro del campo y los laterales tomaron posición de volante alternativamente. Emanuel Pennisi no estaba teniendo un gran partido más allá de haber sido protagonista del penal, permaneció en la cancha (el delantero que salió fue Castillo), hizo el segundo gol y participó del tercero. Fernando Ponce tampoco tuvo un buen rendimiento en la posición de mediocampista por izquierda, de hecho el DT sorprendió cuando optó por la salida de Laureano Tello, el volante del otro costado. Sin embargo, el balcarceño fue el que tuvo la mente fría en el área contraria para asistir a Roda en el tanto del triunfo. En esa jugada, ya con el invicto a salvo, Alvarado llegó al área contraria con Ponce, Roda, Pennisi (participaron directamente del gol) y Cortadi. El centro lo tiró desde la izquierda, en tres cuartos de cancha, Mauro Castro. Y el otro lateral, Sebastián Corti, estaba cerca del área, por derecha, atento a una segunda jugada.
Con Botella, este Alvarado apuesta a ganador. Y, hasta ahora, el entrenador tiene los pálpitos certeros.
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