Apretadísimo triunfo sobre el FpV en la capital.La unidad será la clave para lo que viene en octubre.
La duda es si, tras las derrotas del exgobernador Horacio Massaccesi y del exintendente de esta ciudad, Fernando Chironi a manos de Miguel Saiz el oficialismo local podrá mantener la hegemonía que impera en las urnas desde 1999, última vez que en Viedma el radicalismo perdió una elección, en aquella ocasión ante el peronista Gustavo Costanzo. Si el 27 de octubre, votos de la UCR se dispersan hacia otros candidatos y el Frente para la Victoria conserva su actual caudal, la capital provincial por primera vez en casi una década y media dejará de ser el bastión radical en Río Negro.
Algunos dirigentes de esa fuerza ya lo dan por hecho. El propio Horacio Massaccesi dijo en su radio que difícilmente los 80.000 votos radicales confluyan en la propuesta de Saiz. Justamente, fue el candidato de la lista Blanca Más Blanca quien mejor elección hizo en Viedma, superando por 3.000 votos al roquense y por cuatro mil al exdiputado.
José Luis Foulkes, intendente de la ciudad, acompañó a Massaccesi. Ahora respaldará a Saiz, ya que éste fue prescindente en la elección municipal de marzo, pero habrá que ver si el esfuerzo proselitista y la exposición del mandatario y su sector se equiparan con los aportados en esta ocasión.
En relación a los comicios que definieron la continuidad de Foulkes en la comuna, las PASO tuvieron algunos puntos llamativos. Por un lado, el crecimiento del Frente Progresista, que pasó del 7,5% que obtuvo Juan José Tealdi a los casi 17 puntos de Magdalena Odarda y Mario Alvarez. Por otro, la merma del radicalismo, que ganó con el 49% en marzo y que ahora bajó al 36 mientras que el Frente para la Victoria cayó 7 puntos desde aquel 43% que obtuvo Mario Sabbatella. Es cierto que en marzo sólo hubo tres candidatos, lo que implica menor dispersión.
Por eso, de cara a octubre, el desafío para la UCR es mantenerse como el baluarte radical en la Provincia y para el peronismo lograr lo que no puede desde hace 14 años: arrebatarle una elección a su histórico rival.
Los datos de estos comicios, finalmente, se completan con los votos del Partido Obrero que alcanzó los mil sufragios en Viedma, y del PPR que rondó los 800, sumando las dos listas intervinientes. Estos últimos implican una paupérrima cosecha en una localidad en la que ese Partido Provincial, en el 2011, obtuvo una concejalía y donde siempre tuvo protagonismo, ya sea por sí o en alianzas con otras fuerzas tradicionales (AV).
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