“En el Concejo además se terminó el desmanejo presupuestario del proceso anterior”, dijo el presidente del cuerpo legislativo.
El presidente del Concejo Deliberante, Ariel Bordaisco, destacó la importancia de la aprobación de la rendición de cuentas que este jueves fue tratada en sesión especial por el cuerpo deliberativo. “La información abierta y clara sobre la ejecución del presupuesto es un paso fundamental hacia la mayor transparencia en la gestión de fondos públicos”, sostuvo.
“El Municipio, en todas sus áreas, mantuvo una actitud austera frente a la ejecución presupuestaria, privilegiando los servicios esenciales y en atención a la compleja situación sanitaria. El 2020 fue un año inédito, complejo y especial y hubo que estar a la altura de las circunstancias. Creo que el denominador común de la gestión ha sido atender la emergencia, mantener el municipio cumpliendo con sus responsabilidades, y asignar prioridades de acuerdo a contexto que atravesamos”, agregó el concejal.
En lo que respecta específicamente al presupuesto 2020 del Concejo Deliberante, Bordaisco detalló: “El Concejo venía de un proceso de desmanejo presupuestario. En 2019, con la gestión anterior, hubo un incremento del 152% entre lo aprobado y lo gastado: se había previsto gastar 203 millones, y se gastaron 294 millones. El Ejecutivo tuvo que auxiliar el déficit, que básicamente fue destinado a sostener el incremento en gastos de Personal. Es decir, en un presupuesto de 200 millones, hubo 100 millones de déficit”.
“En 2020 tuvimos que corregir esa situación y no sólo que se logró hacer una previsión razonable, que redujo el peso proporcional del costo de Personal en el presupuesto global, sino que también permitió incrementar la compra de bienes de consumo y de servicios, garantizando la continuidad del funcionamiento del Cuerpo en todo momento”, fundamentó Bordaisco.
Y agregó: “El Concejo no es una isla, que se pueda separar del contexto general: en un año de menor recaudación logramos equilibrar el gasto entre lo que necesitábamos para funcionar y la austeridad en relación con las arcas públicas, que se vieron muy afectadas por la pandemia”.
Finalmente, el edil destacó: “Poner en orden las cuentas es una obligación jurídica, pero también es una obligación moral para quienes tenemos responsabilidades de gestión. Evitar desajustes como los de 2019 es un compromiso hacia el vecino, que ahora puede acceder a esa información si así lo desea. Se ha dado un paso muy importante a favor de la transparencia”.
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