Fue en el corazón de La Matanza. El centro de la mesa estuvo reservado para Máximo Kirchner, lo que ratificó la buena relación que logró entablar la mayoría de los jefes comunales con el kirchnerismo
"A partir de este Congreso hay 2019. Hay que militar. Ponerse las zapatillas y salir a caminar. Vamos a llegar al corazón de los indecisos". Fernando Espinoza hizo de su discurso político una arenga peronista. Fue en el corazón de La Matanza, donde se llevó a cabo el Congreso del PJ Bonaerense y hasta donde llegaron la mayoría de los intendentes del conurbano, legisladores de La Cámpora y dirigentes gremiales. En el centro de la mesa el lugar estuvo reservado para Máximo Kirchner, quien volvió a dar una muestra de la buena relación que han logrado entablar la mayoría de los jefes comunales con el kirchnerismo.
Con más de 35 grados de sensación térmica y en pleno mediodía, el peronismo bonarense dio una muestra de unidad concreta. Sin embargo, los integrantes de la unidad siguen siendo los mismos que en los últimos meses. No han podido, al menos hasta ahora, extender el consenso dentro de los límites de la provincia de Buenos Aires. Solo hubo uno de los diez intendentes que pertenecen al Frente Renovador – la fuerza política que aún se mantiene reticente a un acuerdo con el kirchnerismo – y fue Julio Zamora (Tigre), quien se acercó al PJ Bonaerense en el último tiempo y clarificó en público que trabaja por la unidad de todo el peronismo.
Antes del Congreso hubo un encuentro en la municipalidad de La Matanza, donde los intendentes posaron con la frase "Unidos por Argentina". En esa primera reunión estuvieron Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Juan Zabaleta (Hurlingham) y el ex gobernadorDaniel Scioli. Ninguno de los tres fue al Congreso en el Polideportivo Alberto Balestrini. Adujeron compromisos previos y no estuvieron en la foto final.
La ausencia de Insaurralde generó especulaciones sobre las tensiones internas dentro del esquema de intendentes. "Para lograr la unidad en la provincia, primero hay que tratar de unir a la primera y la tercera sección electoral", reflexionó un jefe comunal agobiado por el calor y por la demora en las negociaciones en territorio bonaerense. Una muestra de que en el peronismo los vínculos se tensan y se flexibilizan con frecuencia.
En tierra matancera tampoco estuvo Axel Kicillof, el nombre que impulsa el Instituto Patria para que sea candidato a gobernador en Buenos Aires. Los intendentes que están encolumnados detrás de Cristina Kirchner esperan la definición de la ex presidente. Tienen en claro cuál es la jugada electoral que el kirchnerismo puede llevar adelante. Si la ex jefa de Estado es candidata, el ex ministro de Economía no peleará por la gobernación. Si ella finalmente no busca un nuevo mandato, las acciones de Axel aumentan. La estrategia se debe a la necesidad de no armar una fórmula con perfil ultra kirchnerista. "Hay que pescar votos en otras peceras", repiten los intendentes. Especulaciones que contienen en información en cada palabra.
Lo que tienen en claro los jefes comunales es cuál es la vocación de Cristina Kirchner.Cuando la ex presidenta recibió a los jefes comunales del interior en el Instituto Patria les dejó en claro como entiende que se debe resolver la candidatura para gobernador. "No quiero internas ni PASO. El candidato será el que mejor esté", les dijo. La experiencia de las primarias del 2015, en las que Aníbal Fernández y Julián Domínguez se enfrentaron más allá de lo electoral, dejó una herida profunda. Fue un golpe que ni Cristina ni los intendentes quieren volver sufrir.
Quizás fue una expresión de deseo. Tal vez fue la necesidad de reafirmar que los intendentes respaldan a Cristina Kirchner. La frase que entonó el presidente del PJ Bonaerense, Fernando Gray, en el final del Congreso pasó desapercibida entre el murmullo de los congresales. "El peronismo tiene un único destino y es ganar la próxima elección y poner a la presidenta en la Casa Rosada", dijo en un grito. Verdad o no, los mensajes que salieron desde La Matanza no tuvieron a la ex presidente como única destinataria. Todos saben que Cristina Kirchner es la dirigente opositora con mayor intención de voto pero también un traba que entorpece las negociaciones por la unidad de todo el peronismo.
Si bien durante el acto hubo una revindicación de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, durante los discursos políticos no hubo pedidos de acompañamiento para la ex jefa de Estado. Los intendentes evitaron dar nombres propios. Más allá de acatar la conducción de Cristina, la incertidumbre que genera la ex presidente con su falta de definición los lleva a reclamar una negociación que traspase las fronteras del kirchnerismo.
El Congreso tuvo respaldo sindical. En el Polideportivo estuvieron presentes Hugo y Pablo Moyano, Omar Plaini, Roberto Baradel, Hugo Yasky y Francisco "Barba" Gutiérrez.También dieron el presente los representantes del Movimiento Evita, Emilio Pérsico y Leonardo Grosso, y dirigentes que no son parte del grupo de intendentes ni del kirchnerismo como Victoria Donda y Santiago Cuneo.
Entre los intendentes presentes estuvieron Gabriel Katopodis (San Martín), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Ariel Sujarchuk(Escobar), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Gustavo "Tano" Menéndez (Merlo), Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Andrés Watson (Florencio Varela). Además, estuvo presente la primera línea de La Cámpora: Eduardo "Wado" De Pedro, Mayra Mendoza y Andrés "Cuervo" Larroque.
En La Matanza volvió a sonar el hit kirchnerista "Vamos a volver" y Verónica Magario, la intendenta local, se entusiasmó con la canción. "Sin duda que vamos a volver", les dijo a los militantes, que aplaudieron la respuesta y siguieron con un cancionero más peronista.
El final estuvo a cargo del histórico dirigente Lorenzo Pepe, a quien hicieron subir a la tarima y le brindaron el micrófono para que cerrara el Congreso. Dio dos mensajes. El primero incluyó una crítica al gobierno de Mauricio Macri. "Tenemos la obligación de juntarnos y sacar a este grupo de mentirosos y bandoleros". El segundo pareció haber estado dirigido a los dirigentes que negocian los acuerdos políticos cada día: "Puedo decir lo que dice un abuelo a un nieto. Cuidado con la bicicleta, no te caigas".
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