Hasta el momento no se formalizó la convocatoria a los comicios y Máximo Kirchner prepara su acto para el viernes. Los opositores cuestionan a la conducción, pero no avanzan. Clima tenso y una interna que no se resuelve.
La incertidumbre reina en el Partido Justicialista (PJ) bonaerense meses después de que Máximo Kirchner propusiera ir a elecciones internas el 17 de noviembre para sucederlo en la presidencia. Con los tiempos legales sobre el filo, no hubo todavía una convocatoria oficial ni tampoco existe presión para que llame a comicios por parte de quienes le cuestionan su conducción.
“Atento a la propuesta realizada por el Consejo Nacional del Partido Justicialista, en cumplimiento de lo resuelto por el congreso partidario, para que se convoque a elecciones nacionales de las autoridades, propondré en la próxima reunión del Consejo provincial, que el 17 de noviembre del corriente año se lleve adelante la elección que permita elegir sus autoridades”, expresó Kirchner el 13 de mayo a través de las redes sociales.
Desde ese entonces, empezó la cuenta regresiva en un contexto en el que el peronismo atraviesa una fuerte interna entre La Cámpora y otros sectores del justicialismo. Sin resolución a nivel nacional luego de la renuncia de Alberto Fernández a la titularidad del PJ, en la provincia de Buenos Aires tampoco se ha avanzado tras la propuesta de MK. Todo un síntoma de lo empantanado que se les presenta el escenario tras el triunfo de Javier Milei y la victoria de Axel Kicillof.
La Carta Orgánica partidaria en su capítulo del Régimen Electoral establece en el artículo 62º que “las elecciones internas deberán convocarse con sesenta (60) días de anticipación a la fecha del acto electoral, indicándose los cargos a elegir. La convocatoria deberá publicarse con por lo menos 55 días de anticipación a las elecciones en un diario de circulación en toda la provincia de Buenos Aires. (modificado por el Congreso de fecha 29-12-2016)”.
El “deadline” para la fecha pensada por el presidente del PJ bonaerense está más que cerca y, tras varias consultas realizada por La Tecla, no hay un llamado formal para iniciar el proceso electoral. No obstante, de persistir en la idea, puede convocarlas para otro día. Fuentes de las distintas tribus admitieron “no tener novedades” o “no hay nada”, entre otras respuestas que señalaron desconocimiento sobre el tema. De hecho, desde la reunión del Consejo Provincial del 24 de febrero en Cañuelas no hubo otro encuentro. En aquella oportunidad hasta se había hablado de convocar a Kicillof a una próxima juntada, pero no se hizo.
Los dos acérrimos adversarios que tiene Kirchner tampoco fueron a fondo con la insistencia para cambiar las autoridades. El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, días después del anuncio del camporista expresó su negativa a la intención de llamar a elecciones. “Nos enteramos por redes sociales, que quien ostenta la presidencia del partido en nuestra provincia, pretende adelantar nuevamente las elecciones. Esta vez, un año y medio, ya que el recambio de autoridades debiera darse en diciembre de 2025”, dijo. Por su parte, el alcalde de Avellaneda, Jorge Ferraresi, uno de los que suena como posible candidato a presidir el PJ, tampoco activó mecanismos partidarios para presionar por el llamado.
Al respecto, en diálogo con este medio, la senadora provincial, Teresa García, dio a conocer que no hubo llamado hasta el momento y que “el partido está en plena vigencia, hay mandato hasta diciembre de 2025, tuvimos elecciones y no hay ninguna obligación jurídica”.
En cuanto, a la propuesta de Kirchner, consideró que “tenía que ver más que nada con el permanente intento de judicialización que tenían algunos dirigentes, pero todo eso no tiene asidero jurídico”. A su vez, señaló que “cuando Máximo dijo que se podían anticipar las elecciones los mismos dirigentes que querían judicializar plantearon que no querían elecciones”. Entonces, lanzó: "No dijeron ‘vamos a la interna’, sino que dijeron lo contrario. Solo cuestionan la autoridad de Máximo Kirchner y me parece endeble ese argumento. Hay que ser serios en el planteo cuando hay un planteo orgánico funcional”.
En tanto, desde el campamento opositor a la conducción, remarcaron que la situación “muestra el grado de debilidad de la Cámpora”. Además, afirmó que “no hace reunión porque no están acostumbrados a lidiar con la diversidad y hoy dentro del PJ aún con Máximo Kirchner presidiendo las voces a favor no son la mayoría”.
Días atrás, Ariel Sujarchuk, jefe comunal de Escobar, sostuvo que se vive “una discusión estéril que nos aleja la gente y que produce una erosión interna. Tampoco es momento para eso. Hay que discutir de otra manera, no peleándose por los medios”. Luego, remarcó: “Necesitamos una discusión en torno las ideas y no en torno a un exceso de egos y personalismo”.
“Estos temas a mí no me se seducen para en este momento. Estar peleándonos ahora por la presidencia del PJ con todos los quilombos que hay me parece vintage. La verdad, no tiene nada que ver con los temas que me plantean los vecinos cuando estoy caminando por Escobar”, añadió.
Por su parte, Gustavo Menéndez, intendente de Merlo, habló sobre quienes cuestionan a Máximo y Cristina. “Son sectores que por el momento no tienen la representatividad electoral que tiene Cristina. Independientemente de eso creo que tiene que haber inteligencia, inteligencia política, inteligencia emocional, si se quiere; y poder entender que el único camino, más allá de las ambiciones personales que pueda tener cualquier dirigente político del peronismo o de cualquier otro lugar, es que hay un país que se está desangrando”, opinó.
Otro que brindó su postura fue Julio Zamora, alcalde de Tigre, y disparó: “No sé cuál es la orientación que toma el PJ bonaerense, no hay una política clara y concreta tendiente a poner freno a esta política. No la veo, no encuentro un ámbito para esa discusión”.
“¿Cuál va a ser el proceso metodológico virtuoso que va a tener el peronismo si va a convocar elecciones? Si no se expresa, si no se pone blanco sobre negro, ¿cómo va a ser ese proceso? Nosotros hablamos de un proceso que creo que no debe ser este año, en función de lo que uno ve de peleas, discusiones subterráneas o algunas que se expresan de forma pública”, concluyó.
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