La llegada al poder del ultraderechista Jair Bolsonaro en 2019 no afectará las exportaciones de gas natural boliviano a Brasil, dijo el jueves el ministro de Hidrocarburos del país altiplánico, Luis Sánchez, que negocia nuevos contratos con la estatal Petróleo Brasileiro S.A.
Sánchez informó que en los últimos días se reunió con el presidente de Petrobras, Ivan Monteiro, para revisar las nominaciones que hace Brasil del gas boliviano bajo un contrato que expira en 2019.
“Hemos estado con el presidente de Petrobras y todo su equipo, trabajando sobre las nominaciones y los contratos posibles con Brasil (…). No se acaba el contrato con Brasil el año 2019, sino en función a las nominaciones puede concluir el año 2024 y eso es lo que estamos trabajando. Paralelamente también en otros contratos”, dijo Monteiro a una radio local al volver de Brasil.
El actual contrato establece un volumen mínimo de compra de 24 millones de metros cúbicos día (MMmcd) y un máximo de entrega de 30,08 MMmcd.
Sánchez se mostró seguro en que el giro de Brasil hacia la derecha con la victoria de Bolsonaro no significa el fin de las ventas de gas de Bolivia, gobernada por el indígena izquierdista Evo Morales.
“Comercialmente somos muy competitivos en comparación con otras empresas que proveen gas a Brasil, GNL y la producción local del presal”, apuntó.
En ese contexto, Sánchez confirmó que la boliviana YPFB busca ingresar al mercado minorista de distribución de gas en Brasil, que está abriendo el sector a la competencia.
“Esa apertura del mercado brasileño hace que YPFB logre mayores utilidades que las actuales, porque hoy se vende gas hasta la frontera. Con la apertura del mercado, el gas lo podría poner en Sao Paulo, Cuiabá, Campo Grande, en otros puntos. Yo veo un escenario de oportunidad”, concluyó sin dar mayores detalles sobre las negociaciones.
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