Nicolás Caputo, Marcos Bulgheroni, Sebastián Bagó, Sebastián Eskenazi, y el padre del embajador que Javier Milei puso en Francia, entre los invitados del rubro empresario. El esperable faltazo de Mauricio Macri. Y el cotillón de último momento.
Ernesto Ise
Tener cotillón en la fiesta de boda fue una decisión que se definió a último momento. El sábado mismo, por la mañana, Horacio Rodríguez Larreta pasó a buscarlo por un local del barrio de Once. Y valió la pena sumarlo porque generó el único elemento que ningún wedding planner te puede ofrecer y que marca el éxito de una fiesta: invitados que tengan ganas de divertirse.
Horacio Rodríguez Larreta y Milagros Maylin lo consiguieron. Fueron clave los amigos de la vida de ambos –no tanto los de la gestión política salvo excepciones–, más hermanos, sobrinos, y la decena de amigos que sumaron Manuela -hija de Bárbara Diez y su primer marido–y Paloma, hija mayor de Larreta y su ex mujer. Todo ese grupo que serían poco más de cien fueron quienes se quedaron hasta pasadas las cinco de la mañana.
El círculo rojo empresario
Los otros invitados, los de la política o los del mundo empresario, se retiraron mucho antes porque fue una boda extensa: había comenzado a las seis y media de la tarde. Del círculo rojo estuvieron, entre otros, Marcos Bulgheroni, Sebastián y Juan Pablo Bago, Calilo Sielecki –padre de Ian, el elegido por Javier Milei para la embajada de Francia–, Sebastián Eskenazi, Mario Quintana, Alejandro Macfarlane, Gabriel Martino y Nicolás Caputo.
Quién es quién en el clan Caputo, una familia siempre vinculada a la política y el poder
¿Por qué no fue Mauricio Macri?
A pesar de lo que Mauricio Macri hizo para dejarlo fuera de la carrera presidencial, y más allá de haberlo investigado en secreto por la AFI (hoy SIDE) cuando era presidente, Horacio Rodriguez Larreta lo tenía en su lista de invitados. Un “viaje impostergable” fue la excusa para no participar de la boda: una de esas actividades que genera la FIFA en Qatar sumada a la posibilidad de tener una selfie con Franco Colapinto, quien el domingo tuvo una malograda performance en el Gran Premio de Qatar. Por suerte para Macri, “la mala suerte” del corredor, las redes se la adjudican a una affaire amoroso y no a la presencia cercana del aliado empresario de Milei.
Otras ausencias, otras excusas
Hubieron otras ausencias como la de Federico Salvai, quien había participado de 1000 Millas Sport desde Bariloche hasta Junín de los Andes; pero sí fue su mujer y funcionaria porteña, Carolina Stanley. En el caso de Néstor Grindetti no fue que se olvidó (como sí le pasó con el discurso que dejó inconcluso en la Legislatura de la Ciudad).
Regalos por 85 mil dólares para Larreta y Mili Maylin
El hoy jefe de gabinete de Jorge Macri dijo que una de sus hijas había organizado un fiestón por sus 45 años, y él no podía dejar de ir. Diego Santilli fue otro de los que se excusó, en su caso, hace una semana; así, habilitó que participará de la fiesta su ex mujer Nancy Pazos. Cristian Ritondo también estaba invitado pero no fue.
Los “men in black” de Mili MaylinMilagros Maylin acompañada por los hombres que reemplazaron a su padre, fallecido hace muy poco.
Unos cinco hombres de traje oscuro acompañaron a Milagros Maylin al altar donde se escenificó la ceremonia con una jueza primera y luego un cura. Ellos representaron la ausencia del padre de la novia, fallecido hace un par de meses. Luego, en el tramo final de ese recorrido, Milagros lo caminó del brazo de su madre, Mariana Vasquez Fierro.
Mejor besar en la mejillaHoracio Rodríguez Larreta y Milagros Maylin, ya casados.
El beso en una pareja es quizá una de las peores acciones físicas para hacer frente a una cámara. Rara vez sus protagonistas quedan bien y la política argentina tiene ejemplos. El de Carlos Menem y Cecilia Bolocco en la fiesta de casamiento en La Rioja, en 2001, o los besos que Javier Milei de dio a Fátima Flórez en el escenario de un teatro de Mar del Plata. El recorrido que tuvo el video del beso en la mejilla de Milagros Maylin a Horacio Rodríguez Larreta es un hecho con fecha de vencimiento rápido, peor hubiera sido dejar registrado un beso al estilo de los mencionados anteriormente.
Un discurso inesperado...y extenso
El cierre de la ceremonia ante una jueza y un cura también se coronó con un beso de estilo similar, pero no fue lo que más comentado. Si el discurso de diez carillas impresas que dio Juan Bosch, uno de los amigos de siempre de Rodríguez Larreta y en cuyo piso de Palermo éste se instaló apenas dejó el que habitaba con Bárbara Diez. Bosch recordó situaciones que denotan el afecto que se profesan y cómo estima a su amigo pero al terminar sus palabras, muchos querían saber quién era Solana –presente en la boda–, la amiga de Larreta que le sirvió a Bosch para comprender que entre un hombre y una mujer puede darse una relación estrictamente de amistad.
El nombre del juez Ariel Lijo en la boda de Rodríguez Larreta y Milagros Maylin
Emprendedores en la fiesta
Los centros de mesa, una de las tortas del casamiento, y el pan dulce que dieron como souvenir fueron algunos de los ítems que ofrecieron Horacio Rodríguez Larreta y Milagros Maylin y que fueron realizados por emprendedores. Un detalle que llamó la atención en la puesta en escena de este festejo que no tuvo una decoración ostentosa ni exagerada.
¿Y Elisa Carrió? Pour la galerie
A Elisa Carrió la ubicaron en la mesa 15, próxima a la mesa principal, pero en un momento el clima festivo generaba un ruido por demás molesto para ella así que su ubicó fuera del salón, en una galería. Con la mejor cara que pudieron poner, el personal del hotel le armó allí una mesa donde ella se sentó con varios de los invitados asignados a la mesa original, menos Pablo Avelluto y su mujer que prefirieron seguir dentro del salón. Geolocalizada allí, en un momento de la fiesta, la de Carrió fue un espacio visitado por colegas políticos sobre todo.
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