Por Javier Gabrielli. Secretario General de la Municipalidad de Junín.- Los últimos días del año 2014 y los primeros días del año 2015 van a quedar en la historia de ancdotas del Concejo Deliberante de Junín. Pero no por sus acciones altruistas, magnánimas, prodigiosas o nobles, sino porque se llevaron a cabo en muy corto tiempo dos acciones bochornosas de toda la oposición en su conjunto.
Luego de los hechos, comienzan los reproches y las acusaciones, sólo por el hecho de que algunos necesitan salvarse y encontrar un chivo expiatorio que los saque del ridículo.
Pero ya es tarde.
Todos y cada uno de los concejales de la oposición formaron parte de este papelón. Todos, porque se juntaron decenas de veces, porque pensaron cada paso, porque trabajaron con asesores en común, porque funcionaron como un solo bloque, porque la noche anterior a cada votación se juntaron y repasaron toda la situación.
Por eso, ahora, luego de que el concejal Juan Manuel Sequeira haya priorizado sus vacaciones por encima de la responsabilidad pública por la que cobra un sueldo todos los meses, todos lo apuntan a Sequeira.
Y ese es un error.
En principio es un error, porque qué otra cosa podían esperar de Sequeira. Si alguno esperaba que trabajara, es evidente que no lo conocía. Y también es un error, porque todos los concejales sabían que Sequeira se iba de vacaciones, tanto los opositores, como los oficialistas, como nosotros, quienes formamos parte del gabinete municipal. Ahora seguro lo van a negar, pero todos los sabíamos.
Por lo tanto, Santiago Aguiar, que pretende ser intendente, y que acaba de demostrar que no puede conducir un grupo de 3 personas, luego de echar a Sequeira, debería echarse a él mismo.
Aguiar no logra conducir un grupo de tres y quiere convencer a los vecinos que puede manejar la Municipalidad de Junín, que tiene 150 jefes, más de 800 empleados, 2000 proveedores y 100.000 vecinos que reclaman mejoras, que abren comercios, que tienen proyectos, que forman empresas y construyen viviendas.
En el mismo contexto se encuentran los concejales Pablo Petrecca y Marcelo García, ambos paladines de la justicia, enviados divinos para la salvación. Son quienes armaron la estrategia, los que estuvieron juntos todo el tiempo, los que pusieron sus oficinas para hacer las reuniones. Tanto sus oficinas en el Concejo Deliberante como las oficinas de la Fundación de Petrecca.
Allí, en esa fundación, Pablo Petrecca no cuenta sólo con el dinero necesario para pagar sus gastos y brindar la infraestructura necesaria, también cuenta con un asesor de lujo en temas económicos.
Allí, en esa fundación, Marcelo Pastormerlo, quien fue Secretario de Economía de Abel Miguel en el momento en el que se produjo el Desfalco Municipal, es quien asesora al referente de Macri.
Es decir, un funcionario que fue echado de la Municipalidad de Junín hace 20 años porque frente a sus narices cinco empleados se robaron 1 millón dólares, es el asesor estrella de los concejales opositores.
Tal vez, las convicciones evangélicas de Petrecca lo lleven a tomar la decisión de querer darle a una persona una segunda oportunidad, pero, cuántas veces podemos dejar solo al zorro en el gallinero.
En el mismo contexto, pero parece que con otras prioridades, se encuentran los concejales del bloque de Gustavo Traverso.
Necesidad de pararse en las esquinas para saludar mucha gente, por parte de Gustavo.
Obligación de mandar fotos todos los días haciendo la V con los dedos de la mano a los jefes de La Cámpora para otros integrantes del bloque.
Problemas permanentes y recurrentes en el Hospital para el cuarto integrante de este bloque.
Toda esta actividad, le deben haber desviado la atención del asunto y de repente se encontraron en una historia junto a los enviados divinos y a sus ex compañeros de bloque con quienes se pelearon hace unos meses. Confiaron en ellos y sólo lograron el mismo resultado de siempre, perder, pero esta vez, encima, haciendo el ridículo.
En definitiva, lo que puede parecer hasta algo risueño no lo es. Es todo lo contrario. Es triste. Porque los concejales cobran un sueldo muy importante que muchísimos juninenses quisieran cobrar, pero fundamentalmente, porque están ahí a partir del voto del vecino, a quien obviamente, le fallaron.
Aquí podría haber terminado mi escrito, pero quiero hacer una reflexión más.
Muchas veces cuestionan a nuestro intendente Mario Meoni y a quienes somos sus funcionarios porque dicen que somos autoritarios, soberbios, que no escuchamos, que sólo estamos pensando en la candidatura a presidente de Sergio Massa.
Bueno, este es el mejor ejemplo que la ciudadanía puede tener de que se trata de todo lo contrario.
El intendente, los concejales del partido del intendente y los funcionarios del intendente siempre estuvieron, están y estarán.
Y esto pasa así porque asumimos con responsabilidad nuestras obligaciones, no jugamos a hacer política, no nos creemos los grandes operadores, vamos todos los días a trabajar, nos quedamos hasta la hora que sea necesaria, escuchamos a los vecinos y nos escuchamos entre nosotros, pero fundamentalmente, no le faltamos el respeto a nuestros vecinos.
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