Una hora antes de que empezara el partido entre Quilmes y All Boys, cualquier hincha con carnet podía transitar sin problemas por la popular local. A ese lugar, que después se transformaría en un improvisado campo de batalla, se accedía sin necesidad de pasar por cacheos previos. Los controles policiales no funcionaban, como lo atestiguan filmaciones, y como denunciaron hinchas cerveceros. La historia no es nueva: la zona liberada data de hace algunos partidos. En la popular local vale todo.

El día después de la batalla campal que se cobró 10 heridos -tres de los cuales, luego de haber sido atendidos en el hospital Isidoro Iriarte, se fugaron sin el alta en la mañana de ayer-, las autoridades policiales hicieron su descargo. "El servicio se implementó con total normalidad, estábamos haciendo el ingreso en la popular local con dos líneas de cacheo y oficiales jefes haciendo los controles normales", señaló el jefe de la Policía Distrital, José Jaule, en declaraciones a Radio FMQ. Y agregó: "El cacheo nunca dejó de funcionar".

El presidente del club, el senador nacional Aníbal Fernández (Frente para la Victoria) también hizo su descargo: "No me interesa en lo más mínimo que esta gente participe del espectáculo. Que actúen y los metan presos", pidió el dirigente por Radio América. Ex jefe de Gabinete y referente del kirchnerismo, Fernández agregó: "La barra no tiene negocios con el club. Si se pelean son conflictos de la puerta de la cancha para afuera". Las palabras de Fernández contrastan con las expresiones de los referentes de la barra de El Monte -considerada "oficial"-, quienes se arrogaban el apoyo de la actual comisión directiva de Quilmes.

En su contraataque mediático, Fernández volvió a insistir con la instrumentación del AFA Plus y apuntó contra River y Boca: "Fuimos uno de los primeros que aceptamos el AFA Plus. ¿Por qué no lo ponen a funcionar? Parece ser que Boca y River no resuelven sus conflictos y no colaboran con la implementación del AFA Plus".

El secretario de Deporte bonaerense, Alejandro Rodríguez, informó que el organismo de prevención de la violencia en los estadios (Aprevide) colaborará con la Justicia y presentará las filmaciones de los incidentes. Además, el funcionario instruyó al director de la dependencia, Oscar Boccalandro, a que se presente a aportar toda la información que sea necesaria. "La única solución sobre este tema son los proyectos de ley de tipificación del delito de barra brava y de reventa de entradas", aseguró Rodríguez a la nacion. El funcionario, uno de los promotores de la iniciativa junto al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, añadió: "Hay que hacer cuestiones de fondo. Dotar a la Justicia de herramientas que permiten que estos tipos terminen presos. Todos somos buenos, pero controlados somos mejores", razonó Rodríguez. El funcionario se excusó de analizar las declaraciones de Aníbal Fernández: "No hago comentarios sobre las opiniones de nadie", fue su respuesta.

Según trascendió, la lista de hinchas de Quilmes incluidos en el derecho de admisión a la cancha constaba de apenas siete nombres. Ninguno de los involucrados en las peleas del lunes tenía prohibición de concurrencia. Desde la Aprevide confirmaron que la dirigencia cervecera se comprometió a agregar a los responsables de los incidentes.

Pero todo no quedó en la barbarie del lunes en la cancha. El día después de la gresca se supo que los integrantes de la barra de Los Álamos balearon en la madrugada del martes la casa del N° 2 de la facción de El Monte, la barra oficial. Además, la hermana de Mario Becerra -hijo de Osvaldo "Dedo" Becerra, histórico líder de El Álamo- agredió a un equipo del canal Todo Noticias que hacía guardia en el hospital Isidoro Iriarte, donde Becerra hijo permanecía internado luego de haber sido apuñalado en la zona intercostal.

La barra de Quilmes, como el resto de las hinchadas, dirime por estos días los nombres de sus integrantes que viajarán al Mundial de Brasil a alentar a Argentina. Ése podría haber sido el trasfondo de la pelea antes del partido con All Boys. Se sabe que emprenderán la travesía en ómnibus, y que los viajeros serán de la facción dominante. Aún resta por definir el número de barras que harán la travesía.ß.