Boca festejó en el regreso de Tevez y disfruta en la cima

Boca festejó en el regreso de Tevez y disfruta en la cima

En la Bombonera, el equipo de Arruabarrena superó 2-1 a Quilmes con un tanto de Palacios y una joya de Calleri, que definió de rabona (descontó Canelo). Tevez regaló lujos y el travesaño el ahogó el grito. El local quedó como único líder.

Es la fiesta de bienvenida de Boca a Carlos Tevez. La Bombonera repleta para recibir al ídolo, que esta vez sí, salió al césped a jugar a la pelota. Y eso hizo el Apache, el 10 que dejó la Juventus tras dos temporadas exitosas y decidió volver al club de sus amores. Iban apenas 47 segundos del duelo con Quilmes cuando Tevez tiró un sombrero para despertar el bramido de un estadio expectante.

 

 

 

 

Después, a Boca le costó romper con las dos líneas de cuatro que Julio Falcioni, en su regreso a la Bombonera, diseñó para un aguerrido Quilmes. Pero prevalecieron en ese terreno Fernando Gago y Pablo Pérez. Estuvieron precisos los volantes de Boca y a los 26 se juntaron para habilitar a Sebastián Palacios en el área. El delantero tucumano quedó cara a cara con el arquero Walter Benítez y definió -con suerte- para el 1-0 del equipo de Rodolfo Arruabarrena, que con el triunfo se mantenía en lo más alto de la tabla.

Al local le costó generar peligro y el único que levantaba al público era Tevez. Cerca de los 40, desbordó por izquierda y con un lujo se sacó de encima a dos rivales, se metió en el área y su centro de zurda fue neutralizado por el arquero Benítez. Tevez frotaba la lámpara y empezaba a brillar.

Apenas dos minutos del complemento corrían cuando Tevez sacó un derechazo desde la puerta del área que Benítez arañó con la punta de sus dedos y la pelota quedó en el techo del arco. Boca salió decidido a liquidar el partido en el segundo tiempo. Y Carlitos ratificó el aviso cerrando una buena jugada colectiva por derecha a los 5, pero su remate se estrelló en el travesaño.

Quilmes tambaleaba y Boca le dio el golpe en la mandíbula a los 7. Salió rápido la contra de Palacios, que habilitó a Calleri. El delantero le quiso ceder el gol a Tevez, que entraba solo por izquierda, pero la pierna de un defensor se interpuso. Y en el rebote, Calleri regaló un golazo de rabona que dará la vuelta al mundo. Pasó su pierna derecha por detrás de la izquierda y definió de emboquillada, por encima de la cabeza del arquero. Impresionante.

 

 

Boca se confió tras la maravilla de Calleri y se anunciaba una goleada en la Bombonera. Pero en la primera pelota parada que Quilmes tuvo a favor, Canelo descontó de cabeza y le puso suspenso al partido, aunque el triunfo de Boca nunca corrió riesgo. El local mereció ganar por más goles: primero por la chilena del Cata Díaz que le tapó Benítez con ayuda del travesaño y después por un mano a mano que Calleri definió mal, cuando la gente ya ensayaba el grito de gol.

 

 

 

 

Al final fue 2-1 y el resultado pareció quedarle corto al partido. Tevez regaló lujos, pero no pudo festejar un gol propio, aunque se fue conforme con el rendimiento del equipo. Los de Rodolfo Arruabarrena se mantienen en lo más alto de la tabla de posiciones y ahora tienen al ancho de espadas.

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