Los amplios triunfos en las primarias de Hermes Binner en Santa Fe (Partido Socialista), Julio Cobos en Mendoza (UCR) y el resurgimiento de Elisa Carrió en la Ciudad (Coalición Cívica), abrieron las puertas a un frente nacional de la centroizquierda que apunta a suceder al kirchnerismo en 2015. El radicalismo promovió la iniciativa ayer, desde el Comité Nacional (ver aparte), y las otras dos fuerzas avalaron la propuesta.

Sin vueltas, el titular de la UCR, Mario Barletta, anunció que “están dadas las condiciones para armar un frente nacional en el que el radicalismo con otras fuerzas políticas comiencen una tarea importante” y afirmó que las primarias serían el método para elegir al candidato de 2015. El martes ya hizo su primer contacto tras llamar al candidato a senador de UNEN y líder de Proyecto Sur, Fernando ‘Pino’ Solanas, para felicitarlo.

El radicalismo montó una puesta de escena ayer en su sede de la calle Alsina para convocar a un frente nacional. Barletta, quien secunda al socialista Hermes Binner como candidato a diputado por Santa Fe, sacó pecho para mostrar que lidera una fuerza que llega a los 24 distritos del país, principal debilidad de sus aliados de centroizquierda a los que les falta extensión territorial.

En el comité Julio Cobos, quien arrasó con 44% de votos en Mendoza, fue el más aplaudido y el más requerido por los medios. A tal punto que fue el último dirigente radical en retirarse de allí por las entrevistas que tuvo que dar. En más de un reportaje advirtió que Argentina “atraviesa una etapa de transición” y avaló el armado de un frente de centroizquierda para la sucesión en 2015.

Pero el punto que genera controversia es que desde el radicalismo no quieren plasmar ese acuerdo en el Congreso con un bloque opositor. Es por eso que la diputada socialista Alicia Ciciliani reclamó que “si no somos capaces de acordar paquete de leyes, no hay gobernabilidad posible y estaríamos hablando de utopías”. Sin embargo, desde las huestes de Binner, que venció en las primarias santafesinas con 41% de los votos, avalaron “fuertemente las coaliciones de partidos”.

Por su parte, Carrió, la otra gran ganadora del domingo, reiteró varias veces en un debate televisado hace tres semanas que las primarias “son la herramienta para elegir al sucesor en 2015” y aseguran desde su entorno que no tiene problemas en tejer alianzas. ‘Lilita’ resurgió después de sumar 326.131 votos porteños para el Frente UNEN este domingo, cuando dos años atrás apenas consiguió en todo el país 399.685 sufragios para las presidenciales. El candidato a diputado que la acompaña, Fernando Sánchez, admitió que miran las presidenciales con aliados: “Siempre que se construye un espacio, no se piensa solo en esta elección”.

Pero no todo es un lecho de rosas. A Carrió todavía le duele el mal trago que le hizo pasar Cobos en Mendoza, donde el ex vicepresidente venció cómodo. Ambos se sacaron una foto antes de las primarias y quedaron en armar una alianza. “Pero 24 horas antes de la presentación de acuerdos ante la justicia, Cobos dio marcha atrás y fue sólo por la UCR”, recordó Gustavo Gutiérrez, presidente de la Coalición Cívica de Mendoza. Igualmente el dirigente advirtió que “los puentes no están rotos” y que “se puede construir a futuro”. De hecho, remarcó que el senador mendocino por el radicalismo Ernesto Sanz, al igual que Carrió, postuló el martes que en 2015 el candidato debe surgir de las PASO. Y hasta le puso nombre al frente: Polo Democrático Regional (Poder). La irrupción de Sanz al día siguiente de las primarias no es ingenua. El senador mantiene aspiraciones para el 2015 y reconoce que hace tiempo se prepara para ser candidato. Pero deberá pulsear con Cobos, quien legiti mó su liderazgo en las urnas.