Con la nueva Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva, los contribuyentes de las escalas más bajas de Bienes Personales son lo que más pagan en proporción. Las alícuotas fueron subidas: la mínima, de 0,25% a 0,50% (o sea se duplica); y la máxima de 0,75% a 1,25%, para el ejercicio fiscal 2019.

Un trabajo realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) señala que el incremento de la presión tributaria es de cerca del 70%, “con la característica de que el porcentaje de aumento es superior en los contribuyentes alcanzados de menor nivel de riqueza, dado que el porcentaje de incremento de la alícuota inicial (100%) es superior a la de la más alta de la escala (66,66%)”.

Para los contribuyentes que tienen activos en el exterior, la suba de la alícuota será mayor, y podría alcanzar el 3,5%, a menos que se decida repatriar esos bienes en forma total o parcialmente. Se estima que la mayoría optaría por pagar ese incremento y no traer al país esos bienes por una cuestión de seguridad (o, mejor dicho, inseguridad) jurídica.

Además, el mínimo no imponible, que es de $ 2.000.000, no fue elevado, como se debería hacer, ya que por la inflación, en términos reales significa una baja de ese límite, con lo que más personas quedarán alcanzadas por este impuesto.

Los especialistas indican que el porcentaje que representa Bienes Personales en la recaudación total es muy bajo, ya que significa el 0,5% de los tributos.