El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajó este jueves a Las Vegas, Nevada, uno de los estados clave para los comicios presidenciales de noviembre, para impulsar la candidatura oficialista de Hillary Clinton, pero también para apoyar las campañas de los senadores demócratas que intentan recuperar el control de la Cámara Alta.
El estado de Nevada no sólo reparte 9 de los 270 votos electorales necesarios para llegar a la Presidencia, sino que además allí se pondrá en juego una importante banca del Senado, la cámara que los demócratas tienen más chances de recuperar el próximo 8 de noviembre.
Por eso, en el acto de hoy el vicepresidente apoyó a Clinton y también le dio un fuerte respaldó a la candidata para senadora de ese estado, Catherine Cortez-Masto, informó la agencia de noticias EFE.
Como ya lo había hecho unas horas antes desde New Hampshire la primera dama, Michelle Obama, Biden cargó muy duro contra el rival de Clinton, el republicano Donald Trump.
El vice presidente se refirió otra vez al trato del magnate hacia las mujeres y dijo que sus palabras "son un acuso sexual de manual". Sin embargo, fue categórico a la hora de advertir que Clinton no debe ganar sólo porque es mejor que Trump.
"Lo que me molesta es que los expertos estén diciendo que está ganando porque el otro tipo es muy malo", aseguró, en referencia al crecimiento que registró la líder demócrata en las encuestas, la mayoría de las cuales la dan primera por varios puntos.
"No es suficiente que gane por lo poco calificado que está su oponente, tenemos que hablar de lo que ella es capaz, de aquello por lo que ella se preocupa, de lo que es prioritario para ella", dijo el vicepresidente, acompañado por la aspirante al Senado por Nevada.
Biden es apenas una de las figuras del Partido Demócrata que salieron en este último tramo de la campaña presidencial para apoyar y dar el impulso final a la candidatura de Clinton.
Mañana el presidente Barack Obama protagonizará por segunda vez en esta semana un acto en nombre de su ex secretaria de Estado. Esta vez lo hará en Ohio, otro estado clave, cuyo resultado final suele ser una incógnita hasta último momento.
La visita de Biden llegó apenas horas después de que Clinton visitara el estado, también de la mano de la aspirante al Senado.
La mayoría de las bancas en juego en el Senado están ahora en manos de republicanos, por lo que ellos tienen más que perder que los demócratas en esta elección.
Nevada, sin embargo, es uno de los pocos casos en que el oficialismo está defendiendo la reelección de una banca de senador y no está luchando por recuperarla.
Con una Cámara de Representantes casi segura demócrata, los demócratas deben volver a conseguir una mayoría en el Senado si quieren intentar salir de la parálisis política que caracterizó el segundo mandato de Obama.
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