En la comarca de Requena-Utiel están acostumbrados a que se les conozca por sus vinos tintos, blancos, rosados y espumosos con denominación de origen. Sin embargo, en esta ocasión la protagonista de la historia no es fruto de los viñedos de la zona, sino de un manantial situado entre dos parques naturales a los pies de las primeras estribaciones del Sistema Ibérico.

La visita del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, a las tropas que el país tiene desplegadas en Polonia por la invasión rusa en Ucrania ha dejado una estampa curiosa. El inquilino de la Casa Blanca comió pizza y charló con los soldados bajo la atenta mirada de las cámaras de televisión, que captaron un elemento más encima de la mesa que, a priori, no llamó la atención pero que tiene más significado del que parece.

En el almuerzo del líder estadounidense con la 82ª División Aerotransportada, en la ciudad de Rzeszow, se bebió agua de mineralización débil Fuente Primavera, embotellada en la localidad valenciana de San Antonio de Requena. Las imágenes, que se han hecho virales en redes sociales, pillaron por sorpresa a los responsables de San Benedetto, que tiene otra planta en Loja (Granada).

En ambas emplea a más de 300 personas, fabrica mil millones de envases anuales y factura más de cien millones de euros. De hecho, la etiqueta que se puede ver en las botellas es antigua, pues la marca ha renovado recientemente su imagen.

No obstante, no se trata de un suceso «fortuito». Tampoco de una muestra más del mundo globalizado en el que vivimos. «Llevamos muchos años suministrando agua mineral al ejército americano destinado en suelo europeo, aunque también tuvimos que suministrarles cuando la salida de Afganistán, por ejemplo», explican fuentes de la empresa a ABC.

La compañía está en el listado de la Worldwide Directory of Sanitarily Approved Food Establishments for Armed Forces Procurement, el organismo que se encarga de autorizar a los proveedores que suministran alimentos a las tropas estadounidenses.

«No todas las empresas pueden tener esta capacidad de servicio, ni cualquiera puede ser proveedor de agua mineral para este tipo de público: exige una capacidad y unos estándares de calidad muy elevados». Tanto es así, que cada año oficiales sanitarios de la US Navy -la Marina de EEUU- auditan el trabajo de la empresa en una inspección «muy exigente y exhaustiva».

Desde San Benedetto ven este escaparate como una oportunidad para poner en valor el agua mineral, «un producto único, puro en su origen» que «no recibe ningún tipo de tratamiento químico». De hecho, consideran que están dentro de este selecto grupo, precisamente, por el «contenido muy equilibrado de calcio y magnesio» del agua que embotellan, pues la hidratación cobra especial importancia en estos casos.

«El hecho de que un agua sea de mineralización más o menos débil no la hace más o menos saludable; cada una posee unas cualidades que la hacen única y su idoneidad dependerá de las necesidades de cada organismo», señalan desde la planta valenciana.