En Gran Córdoba circulan unas 500, pero el municipio no las puede controlar. Sus usuarios las recomiendan por comodidad.
Un grupo de colegas le realiza la asistencia técnica. Juan, estudiante de Arquitectura, es uno de los 500 habitantes de Gran Córdoba que tiene uno de estos particulares vehículos.
Existen desde hace décadas. En 1950, Ernesto “Che” Guevara” recorrió 12 provincias argentinas y realizó 4.500 kilómetros en una bicicleta con un motor Micrón-Garelli.
En los últimos años se convirtieron en una moda en Córdoba. En las provincias del Litoral, abundan.
En parte, este auge surge a partir de un vacío legal. Los “bicimoteros” circulan sin patente ni carné de conducir. Nadie las puede controlar.
El grupo de bicimoteros está reunido en la plaza de la Intendencia. Julio Roberto (21) limpia la bujía de la bicimoto de Juan. Ricardo Moyano (60) da consejos sobre cuál puede ser el problema. Juan da un par de pedaleadas, pero no arranca.
Julio se sorprende: “Es raro. Son un fierro. Las super-recomiendo. No voy a decir que nunca me dejó a pata... Hay que andar siempre con las herramientas”.
Julio y su hermano Gabriel primero compraron las bicicletas. Luego decidieron comprar el kit motor por Internet, a 700 pesos. Ellos lo instalaron.
Gabriel no la usa mucho. “Solo para pasear con mi hermano y Ricardo (su vecino). Vamos a las sierras”, dice. Pero Julio va al trabajo en bicimoto. “Hace un año que la tengo. Debe de tener dos mil kilómetros”, asegura.
Los hermanos Roberto convencieron a Ricardo de que se comprara una. “La tengo como un hobby . Tengo una Honda 100 y en su momento tuve una moto Jaguar, cuando era más joven. Me gustan los fierros”, cuenta.
Aunque existen motores de cilindradas mayores, los motorcitos chinos de 48 centímetros cúbicos son los más demandados. La velocidad máxima es de 60 kilómetros por hora.
El emprendimiento Bicimotos Córdoba vende modelos ya armados a partir de las bicicletas Tomaselli. “Hay una moda entre los jóvenes. Quizá son más cómodos que antes. Ese nicho de vehículos no está trabajado”, arriesga Juan Pablo, uno de los socios del comercio.
Sus clientes son menores de edad que no pueden conducir autos ni motos y que necesitan un medio de transporte para ir al club o a otros lugares del barrio. El modelo más económico cuesta 2.750 pesos.
Sin ley. Por el ruido, llaman la atención en la calle. Y también, de las autoridades. Pero, por el momento, están en un vacío legal. Al ser un vehículo motor debería estar patentado, según la normativa nacional. Pero la falta de un número de serie en los motores lo imposibilita.
“No podemos controlarlas porque no hay un marco legal. No es una bici ni una moto”, dice Pablo Farías, director del Instituto de Tránsito de la Municipalidad de Córdoba.
Explica que están trabajando en una ordenanza para que los conductores obtengan el carné de conducir y deban llevar una protección mejor que la de un casco de ciclista, además de exigirles luces y espejos.
“Son vehículos que no aconsejo por su seguridad. Hemos tenido procedimientos con bicimotos, pero no pudimos sancionarlos. Le podríamos exigir que lleven casco de ciclista, pero no podemos discriminar porque tampoco lo controlamos en el resto de las bicicletas”, dice.
La alternativa eléctrica
E-bike. Hay una alternativa más amigable con el ambiente: la bicimoto eléctrica. En Córdoba hay muy pocas.
Batería. La batería se carga como un celular. El kit se puede comprar por Internet a 453 dólares (marca Vehlec). Tiene una autonomía de 25 kilómetros y se carga en seis horas. Alcanza los 35 kilómetros por hora.
Scooter. La empresa Lucky Lion comercializa scooters eléctricos en la Provincia desde $ 8.000.
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