El jefe de asesores y mano derecha de Kicillof habló de todo y sin cassette con Diagonales. Las decisiones unilaterales en el FDT, el equilibrio del Gobernador en la interna, las bombas de sus ministros al Presidente y la relación con intendentes. ¿Existe el kicillofismo?
Por: Nicolás Baccaro.
Carlos Bianco sube las cortinas para que las últimas luces del día en la capital bonaerense colaboren con las fotos. El fastuoso despacho de la gobernación se condice poco con su estilo sencillo y desacartonado. Desde las alturas vigilan la escena con mirada recia y desafiante un enorme lienzo de Juan Manuel de Rosas y una escultura en metal de Maradona. “El Diego está por todos lados acá”, rompe el hielo de la tarde gélida quizás el principal comandante de Kicillof, a quien acompaña hace ya cientos o miles de batallas. Él y su equipo reciben a Diagonales amables y dispuestos a una charla profunda y al hueso.
Bianco habla sin cassette, no esquiva preguntas y está atento para contradecir alguna frase que no comparte. Desde su mirada, el problema político del FdT nace en las decisiones inconsultas del Presidente y la falta de un espacio donde sintetizar las distintas posiciones del frente. No le preocupan las picantes declaraciones de ministros provinciales al Ejecutivo nacional, porque “no las hacen como ministros de la PBA sino como factores políticos del frente”. Sostiene que los votos y las bases están con Cristina, que Macri es el jefe de la oposición y Scioli un “ministro de consenso”. Afuera, firme frente a la helada, lo espera el mítico Clío de la campaña 2019 en el que sigue yendo y viniendo entre La Plata y CABA, mientras afirma y reafirma que nadie en el espacio de Kicillof se mueve por aspiraciones personales y que lo único que buscan es que el peronismo siga gobernando, “porque es la única fuerza política que puede realmente transformar este país”.
¿Cómo ves la situación del país?
-Sintéticamente, veníamos de un proceso de reconstrucción nacional con Néstor y Cristina en donde habían mejorado muchísimo indicadores. Llega Macri, estafa a la población con su falsa campaña y cambia el modelo económico hacia el endeudamiento de la economía, fuga de capitales y desindustrialización. Vuelve el FDT con la propuesta de mejorar las condiciones materiales de vida de los argentinos y cayó la pandemia, con todo lo extraordinario que exigió. Una vez normalizada la situación sanitaria a partir del plan de vacunación más grande de la Argentina, las medidas que se tomaron permitieron más que recuperar en 2021 la caída del producto y generar un proceso de crecimiento de la actividad, de la producción, del consumo, de las inversiones y de las exportaciones bastante dinámico.
"La macro no es una medida que se maneje desde la Provincia".
Hoy, los dos problemas que tenemos son dos expresiones del mismo fenómeno. Si bien estamos en un contexto mundial inflacionario, es cierto que tenemos uno de los niveles de inflación más altos del mundo. Y eso impacta en la política de ingresos, que no se pudieron recuperar en la medida en que nosotros le habíamos planteado al pueblo argentino y como es nuestra definición política. Obviamente que eso en gran medida depende de la macro, que no es una medida que se maneje desde la Provincia. Pero ese es el problema material que se traslada a lo político dentro de nuestro frente. Esa es la discusión que hay hoy.
Desde la “tierra arrasada” del 2019 a hoy, ¿cómo está hoy la Provincia?
-De esa tierra arrasada que encontramos gran parte se pudo reconstruir a pesar de la pandemia. Encontramos a las escuelas hechas pedazos y se hicieron más de 4.000 obras de refacción, se están inaugurando 75 nuevas escuelas. Hubo que recuperar y equipar los hospitales, y hoy estamos con un plan de refacción de los 77 hospitales provinciales.
"De la tierra arrasada que encontramos, gran parte se pudo reconstruir a pesar de la pandemia".
El delito prevenible, que es el que se puede prevenir en las calles y que había aumentado 83% en cuatro años, en lo que va de este mandato cayó 20%. Claro que todavía es un montón, pero se logró bajar con equipamiento y modificaciones al funcionamiento del Ministerio de Seguridad y la Policía de la provincia de Buenos Aires, entre otras medidas. Se reestructuró la deuda. Así se puede hablar de cada área. La provincia tiene problemas estructurales, que se profundizaron muchísimo durante la gestión de Vidal. Por eso el Gobernador lanzó el programa 6x6. Hubo seis años de crisis, cuatro por el vidalismo y dos por la pandemia, necesitamos como mínimo seis años para empezar a reconstruir la provincia.
¿Cuándo puede darse o cuál puede ser un primer punto de balance sobre el avance del 6x6?
-El balance es permanente porque todos los puntos del 6x6 están siendo implementados y nosotros estamos haciendo un seguimiento detallado de cuánto es la ejecución. Cada Ministerio tiene su 6x6. Y cada patrullero que compramos, cada escuela que inauguramos son ejemplos de resultados del 6x6.
"Todos los puntos del 6x6 están siendo implementados y nosotros estamos haciendo un seguimiento detallado de cuánto es la ejecución".
El debate nacional viene pasando mucho por lo económico. El proyecto del albertismo es lo que se está viendo. El kirchnerismo le plantea críticas muy fuertes pero no termina de quedar clara la alternativa que propone. ¿Cuál es esa alternativa?
-No es tan así, que dentro de nuestra fuerza política hay dos modelos o dos propuestas contrapuestas. El modelo general es el mismo, de crecimiento y desarrollo con industrialización y buena distribución del ingreso. En eso estamos de acuerdo todos. Me parece que la discusión es sobre los instrumentos y la necesidad de avanzar.
"La discusión en el Frente es sobre los instrumentos y la necesidad de avanzar".
En el diagnóstico tampoco hay muchas diferencias, sino que hay cosas que se diagnostican correctamente y luego no se aplican. El caso concreto es el de las retenciones. El Presidente dijo que son la mejor forma de desacoplar precios, con lo cual estamos de acuerdo, pero no se ha avanzado.
"El grueso del capital político de nuestro frente eran los votos de Cristina".
Y hay una discusión más de fondo, que es que tanto el Gobierno nacional como el provincial representan frentes políticos, que tienen distintos factores políticos con distinto nivel de importancia de acuerdo a votos dentro del frente. Que obviamente es subjetivo, pero lo que nadie duda y ha dicho todo el mundo es que el grueso del capital político de nuestro frente eran los votos de Cristina.
¿No está siendo debidamente representado ese capital político en el funcionamiento del frente?
-Hay distintos matices, distintas posiciones pero no está habiendo una síntesis de esas posiciones. Decimos “hay que ir para allá”, pero para eso se puede hacer A o hacer B, eso no se consulta y no hay una mesa para discutirlo en términos de cuál es la oportunidad, mérito y consecuencia de una medida, sus impactos políticos y sociales.
"Hoy no hay una consulta al resto del frente, es una definición política que tomó el Presidente".
Lo que pasa es que hoy no existe eso, no hay consulta sobre el resto de los factores del frente. Es una definición política que tomó el Presidente, no digo ni que está bien ni que está mal, lo que digo es que la coalición política que no está siendo lo suficientemente representada en las decisiones.
¿Se podría decir que están gobernando sin Cristina?
-El Presidente toma las decisiones, en muchos casos sin consultarlas. Pero más allá de que para mí Cristina es el factor principal dentro del frente y para otros puede ser otro, no están siendo consultados.
¿Y es posible una nueva síntesis del FDT?
-Siempre es posible.
¿Qué tiene que pasar?
-Tiene que haber voluntad política para poner el mantel en la mesa e invitar a los comensales a discutir las medidas.
¿Una institucionalización del frente por ejemplo?
-Por ejemplo. Como nosotros estamos comenzando a hacer acá en provincia, hubo una primera reunión, se están planificando otras. Pero más allá de la institucionalización del frente, no hace falta que haya una mesa, una reunión periódica.
"El Presidente toma las decisiones, en muchos casos sin consultarlas".
Eso puede suceder con consultas informales. El Gobernador es el que tiene la lapicera, pero es consciente de que forma parte de un frente político y en ese marco las decisiones sustantivas que toma son consultadas por lo menos informalmente para ver qué piensa cada uno. No es un Gobernador que toma las decisiones a solas y a ciegas, hay consultas políticas permanentemente con los distintos referentes políticos del frente.
"Axel no es un Gobernador que toma las decisiones a solas y a ciegas, hay consultas políticas permanentemente".
El gran movimiento político de los últimos días fue la salida de Kulfas del Gobierno, en gran medida producto de las discusiones planteadas por el kirchnerismo. ¿Qué opinión te merece el caso?
-No hubo mucha discusión sobre el conjunto de la política industrial, pero sí hubo muchas diferencias o matices sobre dos temas, control de precios y manejo de divisas. La inflación era muy alta y se estimaba que no se estaba haciendo lo suficiente para llevar adelante un control de precios más férreo, en conjunto con la política macro. Y que tenemos cosecha récord, entrada récord de divisas y no se pueden mejorar las reservas en el BCRA.
Sobre la salida de Kulfas: "Me parece que en última instancia lo que detonó fue un error que cometió el ministro".
Me parece que en última instancia lo que detonó fue un error que cometió el ministro, con instrumento que a mí no me gusta que es hacer notas en off, y mucho menos escribirlas. Creo que eso es lo que terminó cerrando esa discusión.
¿La llegada de Scioli acerca posiciones?
-Es absolutamente bienvenida. Probablemente sea uno de los políticos con más experiencia de gestión, quizás después de Cristina. Gobernó esta provincia tan difícil por ocho años, fue candidato a presidente y perdió por un pelito. Conoce muy detalladamente el tema productivo e hizo una gran tarea en Brasil de promoción del comercio y acercamiento político entre los dos países.
"Me animo a decir que Scioli es un ministro de consenso".
Creo que es una buena noticia que oxigena políticamente, me animo a decir que es un ministro de consenso. Ahora tiene una tarea importante para hacer y yo le deseo la mejor de las suertes, que todos la necesitamos en este contexto. Nosotros estamos a disposición para ayudarlo y para que nos ayude también, porque la provincia también necesita del auxilio de la política industrial del Gobierno nacional.
Cristina planteó muchas veces la necesidad de un trasvasamiento generacional en la política argentina. ¿Qué sentís hoy cuando ves que vuelven muchos de los mismos de antes?
-El recambio generacional no significa que de un día para el otro todos los políticos mayores de 60 años se tienen que ir a la casa. Es un proceso y tiene su tiempo, pero como lo hubo a partir de CFK probablemente no lo haya habido nunca en la historia política de la Argentina.
"El recambio generacional no significa que de un día para el otro todos los políticos mayores de 60 años se tienen que ir a la casa".
Hoy mirás el promedio de edad de funcionarios de primera, segunda y tercer línea del Gobierno nacional, provincial, y me animo a decir que se ha reducido en 10 o 15 años del promedio histórico. Eso es una definición política que en su momento tomó el kirchnerismo.
Los debates, los niveles de tensión interna y lo expuesto de las discusiones del oficialismo, ¿cuánto suman y cuánto dañan la capacidad de gestión del Gobierno?
-El 17 de noviembre del 2020, en el día de la militancia, el Presidente dijo en un acto público que nuestra fuerza política convocaba a unas PASO para definir los candidatos en todos los niveles. Desde ese mismo instante se invitó a que haya matices. Llamar a que haya unas PASO es validar que haya opciones y es lo que sucedió. Después están las ideologías y las urgencias que pueden ver los distintos factores del FDT, que es un frente político, no es el partido comunista chino.
"El Presidente habilita las diferencias, las diferencias existen y se hacen públicas".
Cuando llamás a una PASO decís “somos distintos”, porque si no iríamos todos juntos, habría un consenso respecto a quién es el candidato. El Presidente habilita las diferencias, las diferencias existen y se hacen públicas porque tampoco hay un lugar en donde se tramiten en forma privada. Este es el resultado de ese proceso.
Sos un armador político. ¿Cómo ves hoy a la militancia y las bases del FDT en este contexto de fuertes diferencias internas?
-El otro día lo hablábamos con el Gobernador. Yo recorro mucho la provincia y trato de tomarme mi tiempo para ir a una básica, al PJ de un distrito, juntarme con compañeros, etc. Y hoy es un fenómeno muy parecido a lo que veíamos cuando recorrimos la provincia en 2017, 2018, que mientras en la superestructura estábamos peleándonos, las bases estaban alineadas, en el territorio había una mesa sola. Abajo ya estaba la cosa unificada. Lo que dice el Gobernador, la unidad del FDT nació abajo, después se cristalizó arriba. Y después tuvo la mano y la generosidad de Cristina de terminar de cristalizarlo en las fórmulas que se definieron.
"Hoy la base está unida".
Se pudo hacer arriba porque ya estaba unida la base. ¿Qué veo hoy? que la base está unida. Obvio que puede haber diferencias y matices, que no son sustantivas, pero yo voy a los distritos y al PJ van los de La Cámpora, los del Evita. Están ahí y son todos kirchneristas. En la provincia, que es lo que recorro, las bases están unificadas y son kirchneristas.
¿Cómo maneja Kicillof el hecho de tener que estar gestionando en una especie de equilibrio en esta discusión interna, por su abierta pertenencia al kirchnerismo y su responsabilidad institucional con el Presidente?
-Axel hace lo que tiene que hacer cualquier gobernador de una provincia, que es representar a su pueblo. Axel representa a los intereses del pueblo de la PBA. Obviamente pertenece y es uno de los referentes principales del kirchnerismo, con Cristina y Máximo.
"Axel hace lo que tiene que hacer cualquier gobernador de una provincia".
Él ha participado de esas discusiones, siempre en términos muy respetuosos de las cuestiones institucionales y tiene un excelente vínculo con el Presidente. Nosotros, todos los ministros y él también, tenemos un excelente vínculo con los ministros del Gobierno nacional y una agenda de trabajo conjunta que a pesar de los matices no se ha visto dañada. No sé si es un equilibrio, es hacer lo que le corresponde. A veces defender los intereses del pueblo bonaerense en algunas cuestiones es no estar de acuerdo con alguna política nacional o plantear algún matiz.
Hablás de una buena relación con los ministros nacionales pero hubo críticas muy fuertes de ministros provinciales para con sus pares de Nación o incluso con el Presidente. ¿Cómo se tomó esas situaciones el Gobernador?
-Lo que hay que entender y diferenciar es que ministros que tienen una trayectoria política de 20 o 30 años, más allá de ser ministros de la provincia son factores políticos dentro del FDT, y que esas declaraciones las hacen no como ministros de la PBA sino como factores políticos del frente.
"Ministros que tienen una trayectoria política de 20 o 30 años, más allá de ser ministros de la provincia son factores políticos dentro del FdT".
Simplemente así, y creo que todo el mundo las toma simplemente así. Cuando un ministro dice algo sobre el Gobierno nacional no se lee como si lo dijera Axel. Ahora, si lo dijera yo sí se va a leer como que lo dice Axel, probablemente porque tengo una mayor cercanía.
Pero en la lógica de la conducción política del peronismo, ¿no es necesario que un jefe político ordene ese tipo de situaciones?
-Yo lo que creo necesario de un conductor político o un jefe político es que conduzca en el sentido amplio de la palabra, que persuada, que genere consensos dentro de su territorio, que es lo que está haciendo el Gobernador. Después, los distintos referentes de nuestra fuerza política tienen derecho a opinar respecto de lo que pasa en el nivel nacional porque, repito, hay que recordar todo el tiempo que esto es un frente político que está compuesto por distintos factores que representan organizaciones distintas, trayectorias distintas. No le veo un problema. Vuelvo a lo de antes, probablemente el problema es que no haya hoy un lugar para sintetizar.
Hablando de trayectorias distintas, hubo momentos de tensiones del Gobierno provincial con los intendentes. ¿Cómo está hoy esa relación?
-No sé si hubo tensiones. Me parece que eran contextos muy complejos a la salida de la pandemia, con la derrota inesperada en las PASO que obviamente generó algunos ruidos, algunas molestias. La relación con nuestra fuerza política siempre fue buena y también con los intendentes de la oposición.
"La pandemia fue un proceso caótico y complejo en el que a veces hubo que tener mano férrea para conducir, pero era lo que había que hacer en una situación que se planteaba como una guerra".
Yo recorro mucho y todos te dicen, los de nuestra fuerza y los de otras, “en este distrito nunca hubo tanta obra pública como ahora”, o “nunca nos atendieron el teléfono o nos dieron tanta bola como ahora”. Fue un proceso caótico y complejo en el que a veces hubo que tener mano férrea para conducir, pero era lo que había que hacer en una situación que se planteaba como una guerra. Bueno, en una guerra vos no podés dejar que un coronel haga lo que se le cante o un sargento haga lo contrario, porque un ejército tiene que ir todo junto y en una misma dirección, con una estrategia y con una táctica. Fue lo que se hizo en la pandemia.
En relación también con eso, ¿existe el kicillofismo?
-No, para nada. No existe porque no es necesario. Tanto Axel como nosotros formamos parte de otro ismo que es el kirchnerismo. No exista tal cosa como el kicillofismo.
"El kicillofismo no existe porque no es necesario".
¿Y cómo es gestionar una provincia tan compleja como Buenos Aires sin una estructura propia? Porque el kirchnerismo es una tribu bastante amplia también.
-Bueno, pero es una tribu bastante unificada y me parece que el arte de eso es trabajar y conducir a las distintas vertientes que hay dentro. Nosotros trabajamos permanentemente con todos y no creemos necesario crear algo como el kicillofismo porque existe el kirchnerismo, nos entendemos parte de ese proceso y podemos tener sinergia y articulación con todos los otros factores dentro del kirchneismo. ¿Para qué crear otra estructura política? No tiene sentido ni razón de ser cuando ya existe esa estructura.
Son un grupo que viene trabajando junto hace mucho tiempo. ¿Qué tiene para aportar como diferencial el espacio de ustedes dentro del kirchnerismo?
-No sé si tiene algo para aportar diferencial al resto. Tiene para aportar como tienen para aportar todos. Yo no creo que nosotros tengamos un diferencial por sobre nadie, realmente no lo creo. Hay compañeros valiosísimos dentro del kirchnerismo, del peronismo, dentro de otros factores que no necesariamente son peronistas. No tenemos ningún diferencial, somos parte del mismo proceso.
Kicillof siempre fue la primera opción electoral de Cristina. Pensando en un escenario de internas para las nacionales en las que el kirchnerismo lleve una propuesta propia, ¿es imposible pensar en que Axel sea el candidato a Presidente, a pesar de que esté trabajando por su reelección?
-Axel no está trabajando para su reelección, está trabajando para solucionar los problemas de 17 o 18 millones de bonaerenses y transformarles la vida.
"Axel será candidato a Gobernador, a lo que sea, o a nada de acuerdo a lo que nuestro frente político defina".
Después será candidato a Gobernador, a lo que sea, o a nada de acuerdo a lo que nuestro frente político defina.
¿Ves posible una interna en la provincia entre Kicillof y una lista encabezada por algún intendente?
-Hoy no lo veo posible. Cuando sos oficialismo, si hay una interna es porque no hiciste las cosas del todo bien. En términos políticos o de gestión. Porque si sos oficialismo e hiciste las cosas bien, lo más natural y lógico es que haya una continuidad, salvo que por ley no puedas continuar.
"Cuando sos oficialismo, si hay una interna es porque no hiciste las cosas del todo bien".
Cuando sos Ejecutivo, tenés la posibilidad de reelegir y se te armó una interna, es porque las cosas no salieron bien. Si hiciste bien las cosas en términos políticos y de gestión, no debería haber ninguna interna.
Te pregunto por la oposición. Si te tuvieras que jugar hoy por quiénes serán sus candidatos, ¿a quiénes ves en la Provincia y en Nación?
-La verdad que no sé, no es mi preocupación y ni lo pienso. Todos los intendentes del PRO entiendo que pretenden ser candidatos a gobernador y después otros como Ritondo o Santilli. Ya lo están diciendo y me parece prematuro.
"El jefe de la oposición es Macri y él va a ser el que defina los candidatos en Nación y Provincia".
En Nación más o menos lo mismo, hay 6 o 7 candidatos. Lo que yo te digo es que el jefe de la oposición es Macri y él va a ser el que defina los candidatos, en nación y en provincia.
Tu Clio los trajo hasta acá como grupo político. En la proyección de ese kicillofismo que no existe pero que más o menos está ahí, ¿hasta dónde creés que los puede llevar?
-Quiero matizar lo del Clío. Eso fue una circunstancia histórica. Lo que nos trajo hasta acá fue la militancia en conjunto con el resto de los compañeros, no solo nuestro grupo. Lo que nos trajo hasta acá fue Cristina, las distintas organizaciones, el pueblo que se sintió defraudado por el macrismo y que quiso que una referencia del kirchnerismo vuelva a ser gobierno. El Clio fue algo secundario en todo esto. Y no es dónde queremos llegar nosotros como grupo o Axel como individuo, lo que queremos es que nuestra fuerza política que es el peronismo, en particular el kirchnerismo, siga gobernando los próximos años porque es la única fuerza política que puede realmente transformar este país y las condiciones materiales de vida de la población.
"Al Clio yo lo sigo usando, sigue siendo mi auto y con el vengo de capital a La Plata".
Después, que sea quien sea da lo mismo. Entiendo que hay muchos referentes políticos que tienen como objetivo de su vida ser Presidente, Gobernador o Intendente. Nosotros no eh, realmente ninguno de nuestro equipo pensó alguna vez en tener un cargo ejecutivo propio, y no lo toleraríamos internamente. Son las circunstancias las que te ponen en un lado u otro.
¿Está guardado abajo el Clío?
-Sí, allá (señala entre risas).
¿Sale a la cancha en la próxima campaña o hay cambio de vehículo?
-Yo lo sigo usando, sigue siendo mi auto y con el vengo de capital a La Plata. Pero nunca fue una estrategia de marketing. Simplemente empezamos a recorrer la provincia súbitamente, yo tenía tiempo y me gusta manejar, tengo un Clio y la recorrimos en un Clío. Hoy ya no se condice con la condición de Axel. Es el Gobernador de la provincia más grande de la Argentina, que tiene una flota enorme de autos, no va a andar en un Clio que además es base, no tiene las medidas de seguridad necesarias. Pero sigue siendo mi único auto, declaración jurada.
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