El flamante jefe municipal trazó los lineamientos que pretende para su gestión. Anunció continuidad respecto de la administración anterior pero también algunas reestructuraciones. "Somos parte de un proyecto al cual le quedan muchas tareas pendientes con la ciudadanía bahiense. Nuestro principal compromiso es cumplir esas expectativas", dijo.
El flamante jefe comunal puso énfasis en la idea de continuidad de un proyecto de gobierno, más allá de algunos cambios a instrumentar, que incluyen una reestructuración de varias áreas municipales.
Bevilacqua remarcó también la necesidad de establecer una "sintonía fina" --utilizando la expresión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al asumir su segundo mandato-- y desarrollar una administración austera.
En su conferencia de prensa fue acompañado por Fabián Lliteras, secretario de Gobierno; Ramiro Villalba, secretario de Economía y Hacienda; Rubén Valerio, secretario de Obras y Servicios Públicos; Diego Palomo, secretario de Salud--; Rafael Morini, secretario de Promoción Social; y Martín Laplace, secretario privado, todos "heredados" de la anterior gestión.
"Es un equipo que viene trabajando desde hace años y tiene bien claro adónde se dirige. Somos parte de un proyecto al cual le quedan muchas tareas pendientes con la ciudadanía bahiense. Nuestro principal compromiso es cumplir esas expectativas", señaló.
Bevilacqua anticipó su voluntad de reunirse en las próximas horas con entidades intermedias y representantes políticos de todos los sectores, buscando establecer un diálogo "sincero y proactivo" para "fijar y reconocer" la agenda prioritaria de la ciudad.
"Menos cargos políticos"
Cuatro delegados municipales nuevos (Luis Beiteleztn por Roberto Palacios en Noroeste, Eduardo Schwerdt por Edgardo Morán en Centro, Sebastián Angelini por Carlos Adassus en Cabildo y Mario Tejeda por Hernán Peter en Ingeniero White), la eliminación de la Dirección de Educación y la no designación de reemplazantes de quienes dejaron sus cargos para sumarse al grupo de trabajo de Breitenstein en el ministerio de Producción, fueron algunas de las novedades en el inicio del mandato de Bevilacqua.
También modificará la estructura del Instituto Cultural --el cual pasará a ser manejado por una "mesa colegiada", según la definió-- en la cual estarán representados "todos los artistas", apuntando a alentar el desarrollo local. Ese área, al igual que la de Deportes, pasará a depender de la secretaría de Promoción Social.
La secretaría de Planificación --que Hugo Borelli dejará para asumir la presidencia del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca-- se convertirá en subsecretaría, quedando a cargo del arquitecto Marcelo Lenzi. Por último, la subsecretaría Legal y Técnica --que presidía Bevilacqua--, dejará ese rango y pasará a depender de la secretaría de Gobierno.
"Vamos a tener una reducción sustancial del número de cargos políticos y una mayor concentración en las secretarías, tratando de crear una red de temas", explicó el intendente.
Hoy basura, mañana transporte
Bevilacqua explicó que sus primeras ocupaciones al mando del municipio están relacionadas con temas del día --por caso el de la recolección de residuos-- y otros que forman parte de la agenda pública, entre ellos el transporte público de pasajeros.
El intendente manifestó su voluntad de reunirse con los empresarios de ese sector y con las principales fuerzas políticas buscando obtener en el corto plazo una mejora para quienes utilizan cada día ese servicio.
"A quienes sufren con el transporte tenemos que darle una respuesta adecuada. Es un tema que tenemos que afrontar con mucha solidaridad", indicó.
También ratificó su decisión de seguir adelante con el plan de pavimentación elevado por el Ejecutivo al Concejo Deliberante --el cual plantea un aumento en la tasa del ABL para realizar obras de aquí al año 2028--, aunque anticipó que estará "abierto" para escuchar sugerencias y propuestas de todos los sectores.
Calificó al tema vial como de "serio y profundo", por lo cual no descartó considerar otras alternativas o planes de financiación.
"Es bueno tener reglas claras de diálogo para ser efectivo. Podemos dedicar determinado tiempo a discutir un tema, pero las soluciones no se pueden demorar demasiado", explicó.
Por último, en el tema del dragado del canal de acceso entre Puerto Galván y General Daniel Cerri, Bevilacqua se manifestó "a favor del desarrollo de Bahía Blanca" aunque anticipó que éste debe ser dirigido "con equilibrio".
"Nuestro interés es tener sustentabilidad con desarrollo. Esa es la responsabilidad primaria del municipio para con sus ciudadanos. Nuestra idea es entonces que todas las inversiones sean capaces de brindar beneficios en todos los aspectos", indicó.
Breitenstein, hombre de consulta
Bevilacqua aseguró que todos los cambios planteados en la nueva organización municipal fueron realizados por su decisión. "Es parte de la libertad que me otorgó Breitenstein", señaló, aunque reconoció que el ahora ministro provincial de Producción "tiene una visión acorde" con esas modificaciones.
"El es consciente de una situación general que merece un ajuste, el cual se traduce en la sintonía fina que planteó la presidenta y que tenemos que seguir para ser responsables con los vecinos", explicó.
También anticipó que mantendrá con Breitenstein un contacto periódico, al igual que con un grupo de personas comprometidas con los destinos de la ciudad, entre los cuales mencionó a los ex intendentes Juan Carlos Cabirón y Jaime Linares, hoy senador nacional.
"Pero es claro que Cristian tiene un desafío importantísimo en el ministerio, desde donde va a tener una mirada especial hacia su ciudad", remarcó.
En primera persona
Gustavo Bevilacqua marcó ayer su territorio. Por primera vez asumió sin complejos su cargo de intendente, ya aprobado el pedido de licencia de Breitenstein, y buscó diferenciarse de su antecesor con un gesto mínimo: comenzó su conferencia de prensa con apenas un minuto de retraso --Breitenstein llegó a estar una hora después de lo pactado-- y hasta se dio el gusto de pedir "disculpas por la demora".
Insistió en que cumplirá su trabajo "con humildad y responsabilidad", tratando de ser justo y respetando sus principios éticos.
"Estoy en un lugar que me tocó sin buscarlo y aspiro a que nadie vea en mí a un futuro competidor electoral. Vengo a cumplir un servicio que legalmente me corresponde ejercer. Esa es mi vocación, no de poder".
Resaltó además su bajo perfil, lo cual le dio pie para ensayar una sonrisa en referencia a su físico. "Tampoco me da la altura para tener perfil alto. En fin, soy lo que ven: petiso, chueco y de ojos marrones, dispuesto a trabajar para solucionar los problemas de la gente".
"Yo no hubiera puesto un vallado"
Bevilacqua aseguró ayer "no haber tenido nada que ver" con la decisión policial de colocar un vallado en la vereda del Concejo Deliberante durante la mañana del lunes, cuando se discutió la licencia de Breitenstein. "No tuve nada que ver con esa decisión y tampoco correspondía que me metiera. Pero es claro que yo no hubiese dispuesto ese mecanismo", dijo.
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