Meses atrás, el dirigente del PRO y actual director de REMSA, Alberto Castillo, denunció que la intervención al partido era para poner “candidatos a dedo”. En aquel momento aseguró que el interventor del PRO Salta, Gustavo Andre, “cree que maneja una empresa privada”.
Tras la jornada electoral del domingo, Castillo publicó en sus redes sociales un duro mensaje para la mesa dirigencial de Juntos por el Cambio. “Las elecciones nacionales dejaron expuesto a la actual dirigencia del PRO salteño, quienes entregaron la banca a un “aliado” que nunca formará parte del proyecto de Cambiemos”, en referencia a Carlos Zapata, dirigente del partido de Alfredo Olmedo.
Para fundamentar sus dichos, Castillo expresó que “la misma noche del domingo desveló, en dos búnker diferentes, que la “sociedad electoral” quedó concluida y que urge el llamado a elecciones de autoridades partidarias en el PRO.
"La intervención a dedo fracasó. Hoy el PRO salteño, partido de unos pocos, devenido en casi una secta política con puertas totalmente cerradas a la participación política, pierde la única banca en el Congreso Nacional”.
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