La Ministra de Seguridad de la Nación acuerda la llegada de fuerzas federales con los intendentes y su par bonaerense quedó más solo que nunca. Breve recuento de las peleas del Ministro de Seguridad.
En el interior, tanto oficialistas como opositores le hicieron la cruz desde que les quitó recursos para afrontar una de las áreas más sensibles de la gestión. En el Conurbano, directamente lo puentean para conseguir asistencia de la Nación. Los que lo tienen en cuenta, le piden que baje los humos.
El protagonista de todas las historias cruzadas es Sergio Berni, el excéntrico ministro de Seguridad que eligió Axel Kicillof. El exsenador aceptó el cargo de mala gana y ahora tiene enemigos en todas las tribunas. Incluso en la oposición, donde primero le dieron crédito y ahora mastican bronca por sus diatribas mediáticas.
La figura de Berni se desgasta a medida que confronta pero no obtiene resultados. La pandemia puso un manto de oscuridad sobre la realidad del delito en la Provincia. La pandemia y la prohibición que pesa sobre cada uno de los oficiales de la bonaerense: el que habla con la prensa sufre las consecuencias. Resultado: no hay datos sobre robos, asesinatos o secuestros, el sueño húmedo de cualquier Ministro
Pero delitos hay. Muchos, y muy graves. En La Plata, el distrito donde hace base el ejército que comanda, en medio año ya asesinaron tres personas más que en todo el año pasado. Son pergaminos cuestionables para quien se “vende” como experto.
No se habla de delincuencia pero se habla de Berni, ¿por qué? Porque el Ministro aparece de incógnito en una comisaría y expone a los policías que llegan tarde a su trabajo. O se hace filmar portando un arma larga durante un operativo en el que detienen al presunto asesino de un gendarme. O se compara con San Martín, o con Manuel Belgrano, desde las redes sociales.
El intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, de buen diálogo con Casa Rosada, lo cruzó respetuosamente y con buen tino después de la última catarsis tuitera, en la que se comparó con Martín Miguel de Güemes y se dijo desamparado por los propios. “La historia de la Patria no la escribieron los tibios doctores académicos desde un escritorio, sino quienes dejaron su sangre en el campo de batalla”, escribió. Si buscaba provocar, sólo le faltó poner “gobierno de infectólogos”.
La historia de la Patria no la escribieron los tibios doctores académicos desde un escritorio, sino quienes dejaron su sangre en el campo de batalla.#GuemesHeroeNacional #Guemes
— Sergio Berni (@SergioBerniArg) June 17, 2020
Zabaleta mostró prudencia y firmeza: “Está muy mal dar esa discusión en los medios. Insisto, los que están encerrados hace 90 días quieren ver cómo podemos resolver la pandemia y cómo va a crecer económicamente la Argentina después de la pandemia. Hay que ubicarse en ese lugar”, le contestó.
La réplica de Berni fue devastadora: le pasó facturas al intendente de Hurlingham por sus supuestos cambios de opinión o de orientación política. De discutir lo que le proponían, ni hablar.
Lo cierto es que la relación del Ministro con los intendentes está muy desgastada. Los del interior no le perdonan que haya quitado efectivos para “acantonarlos” en el Conurbano, esperando desbordes por la pandemia. Los del Interior lo ignoran y firman convenios con la Nación para recibir refuerzos de fuerzas federales que necesitan como el agua.
Aquí vale la pena preguntarse para qué se debilita la seguridad en el interior, donde hay miles de kilómetros de caminos rurales que necesitan atención, si en el Conurbano la cantidad de efectivos sigue siendo insuficiente. Ni Berni ni los intendentes responden a esa pregunta: cada uno hace su camino.
Primero fue Moreno, donde la Mariel Fernández recibió hace una semana a Sabrina Frederic, ministra de Seguridad de la Nación, para acordar la llegada de Policías Federales al distrito. Fue apenas unos pocos días después de que Fernández mostrara una foto junto a la expresidenta Cristina Kirchner, en el Senado de la Nación.
Ahora se sumó el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray. “Estamos trabajando en forma conjunta para reforzar la base de Gendarmería de Esteban Echeverría, que es una de las más importantes del conurbano sur”, explicó el jefe comunal, a la salida de una reunión con la Ministra, archienemiga declarada de Berni.
Del encuentro participaron la jefa de Unidad de Gabinete Asesores de Nación, María Cecilia Rodríguez; el secretario de Seguridad y Política Criminal, Eduardo Villalba; y el subsecretario de Intervención Federal, Luis Morales. Representantes de la provincia, ninguno.
Como para que quede claro que no tiende puentes hacia nadie, Berni torpedeó hace pocas horas la política de seguridad que implementaron en los últimos cuatro años María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo, su antecesor en el cargo, que viene siendo por demás contemplativo con el actual Ministro.
“Creo que por este momento de urgencia todavía no pudo aplicar políticas de seguridad. Eso lo veremos más adelante. Sé lo difícil que es el lugar. Hoy la pandemia hace que la Policía tenga la atención en otro tema”, declaró Ritondo hace una semana, en una entrevista concedida a INFOCIELO. “Sergio, aparte es médico, por lo cual es un lugar en el que puede trabajar muy bien. Soy de los que piensan que en la política, como en la vida, que no es ‘cuanto peor, mejor’. Deseo que le vaya bien”, agregó, haciendo más explícita la ofrenda de paz.
La respuesta de Berni fue una andanada de críticas. “Una reforma es algo que cambia el sistema. Con las declaraciones juradas estamos de acuerdo, todos las presentamos, eso no es ninguna reforma”, dijo, cruzando la política de Seguridad de sus antecesores.
“¿A cuantos policias separaron? Acabo de firmar la reincirporacion de un policia separado, y hace dos años está en su casa cobrando el sueldo, lo separaron porque hizo foul en un partido de fútbol”, exageró. “¿A usted le parece que se puede ir de un gobierno con más de 20 mil policías denunciados? Deberían estar en la cárcel, no en sus casas cobrando el sueldo”, disparó.
Dentro del Gobierno de Kicillof nadie se anima a ponerle un bozal. Si se pudiera comparar la actitud de Berni con una enfermedad crónica, podría decirse que en La Plata están en la fase de negación. “Con el Gobierno Nacional no hay ningún ruido político, estamos funcionando perfectamente”, declaró la ministra de Gobierno, Teresa García, cuando se la consultó sobre declaraciones altisonantes de Berni contra Frederic.
“Él conoce más que nada nadie su materia. Berni fue bastante claro, pero también dijo que, en el resto de las materias como Salud y Desarrollo, hay plena colaboración. Estamos trabajando integralmente y en su área él debe sentir una necesidad de colaboración mayor”, agregó la funcionaria.
¿Qué había dicho Berni? Exactamente lo contrario a lo que dijo García. “Nada”, respondió cuando se lo consultó acerca de si recibía apoyo de parte del Gobierno de la Nación. “Vuelvo a repetir: nada”, rubricó, cuando se le insistió. Para no dejar lugar a dudas.
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