Tras la salida de Manuel Valls. Es el actual ministro del Interior. Sólo durará cinco meses en el puesto hasta las elecciones presidenciales de abril.
Un gobierno de fieles y que prioririza la seguridad de sus ciudadanos fue el elegido por el presidente Francois Hollande para reemplazar a su primer ministro, Manuel Valls, que le presentó su renuncia el martes en un desayuno conjunto. El elegido para sucederlo fue Bernard Cazeneuve, su calmo ministro del interior y a cargo de esa cartera durante los atentados en Francia.
Cazeneuve se reunió con Hollande en una reunión hiper confidencial a la mañana en el Palacio del Eliseo. Así se inició su gestión, que sólo durará cinco meses, hasta las elecciones presidenciales del mes de abril y mayo. El primer ministro con otro récord en la V República: será quien menos estará en su cargo, cuando Francia está amenazada como jamás. El traspaso de poder será a las cinco de la tarde en Francia.
Hollande anunció, en un breve discurso, la nominación de Cazeneuve. Dijo que su decisión estaba basada en la necesidad de “proteger”. Esa es la misión que le pedí a Bernard Cazeneuve pero también “en construir el futuro” para generaciones de franceses e “invertir en educación y la investigación”.
El ballet del recambió de gobierno se inició a las 8 y media de la mañana, cuando Valls llegó al Eliseo y Hollande anunció la nominación de Bernard Cazeneuve con un Twitter. Valls renunció para ser candidato presidencial en las internas de las elecciones primarias socialistas de enero y se proclamó ayer.
El abogado Bernard Cazeneuve es la lógica opción de Hollande, en un momento en que el país se encuentra bajo “alerta atentado”. Su calma, su mesura, su discreción, contrastan con la personalidad brutal y eruptiva de su antecesor, el franco catalán Manuel Valls.
Su figura fue la gran revelación de la administración Hollande. Extremadamente político, ecuánime, gran jardinero, este ex alcalde de Cherbourg es el hijo político del ex canciller Laurent Fabius y supo volverse indispensable para el presidente. Lo llaman “Cuchillo suizo”, es un gran trabajador que no deja nada librado al azar. A los 53 años, es un hombre respetado por la oposición y por los diputados socialistas. Su elección demuestra que Hollande quiere recomponer su vínculo con la opinión pública y dejar un legado de armonía en los pocos meses que le faltan, cuando es el presidente más impopular de Francia y busca proteger al país en plena ola terrorista. Su decisión de no presentarse a un segundo mandato fue política y lo que busca es priorizar al jefe de estado y a su función.
Cazeneuve, que había informado que no se presentaría a la reelección como diputado porque quería regresar a su estudio de abogado, será reemplazado en el ministerio del Interior por Bruno Le Roux, actual presidente del Grupo del Partido Socialista y a cargo de lidiar con la fractura parlamentaria entre pro Hollande y “frondeurs”. Andre Vallini, que era secretario de estado encargado del desarrollo y la francofonía, fue nombrado como vínculo en las Relaciones con el Parlamento. El influyente Jean Marie Le Guen hizo un “enroque” con Vallini y ocupa su portafolio. Francois Rebsamen, el alcalde de Dijon y ex ministro de Trabajo, rechazó ocupar el cargo de ministro del Interior dejado vacante por Cazeneuve.
El nuevo primer ministro “ es un hombre tranquilizador”, dijo Francois Bayrou, el líder del centrista MODEM. ”Un hombre de calidad para estos tiempos agitados”, aclaró.
Para el vicepresidente del Frente Nacional, Florian Philippot fue muy crítico. “Quien ha puesto la policía en la calle y mira el islamismo asesino es recompensado con Matignon. Surrealista”, escribió en un Twitter.
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