El exprimer ministro italiano arribó hoy al centro de ancianos y discapacitados Fundación Sagrada Familia de esa ciudad, en el norte de Italia, para cumplir su pena a un año de trabajos sociales por fraude fiscal.
Berlusconi fue autorizado a cumplir con trabajos sociales el año de cárcel al que fue condenado y que la ley le exime de cumplir por sus 77 años
El Tribunal de Vigilancia Penitenciaria de Milán concedió finalmente al multimillonario empresario que cumpliera la pena de esta forma en lugar de imponerle el arresto domiciliario.
El ex Cavaliere, dueño de Mediaset, deberá cuidar a ancianos y discapacitados del centro al que llegó hoy a las 9.43 (3.43 hora en Argentina), una institución que da asistencia a más de 2.000 personas.
La sentencia le obliga a realizar estos trabajos sociales "al menos un día a la semana y no menos de cuatro horas".
La Fundación está en la localidad de Cesano Boscone, en Milán, muy cerca de Arcore, donde Silvio Berlusconi tiene una casa.
El fallo del Tribunal de Milán permite al empresario y político italiano salir de la región de Lombardía, al norte de Italia, donde tiene su residencia, sólo para acudir a su domicilio de Roma de martes a jueves y siempre que regrese a Milán a las 23 (17 hora en Argentina) del mismo jueves.
Entre las condiciones impuestas al "exCavaliere", título honorífico que perdió tras la sentencia, para no sustituir su actual condena por el arresto domiciliario, está la de no criticar a la Justicia.
Esto no impidió, sin embargo, que Berlusconi haya mostrado en diversas ocasiones en los últimos días su disconformidad con el fallo, que calificó de sentencia "monstruosa" y "ridícula".
"Los servicios sociales se mandan a personas que deben ser reeducadas, y mandar a un señor de mi edad, con todo lo que he hecho... He sido el ciudadano que más tiempo estuvo en el Gobierno, que presidió cumbres internacionales, que fue presidente de Europa", dijo en una entrevista televisada por "La7", citada por EFE.
Y prosiguió: "Pensar que esta sentencia puede reeducarme es una cosa ridícula, pero no para mí, sino para el país".
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