El minuto a minuto de la vida de Thiago Messi, Lorenzo Tinelli y Noah Bublé es visto por millones de personas en las redes. Pero la hiperexposición no es exclusiva de los famosos.
“Nuevos sabores. La felicidad”, dice el epígrafe de una foto de Lorenzo Tinelli probando una banana, a la que 17 mil personas le pusieron “me gusta” en Instagram. Es que la vida del bebé de cinco meses de Marcelo Tineli y Guillermina Valdesno pasa inadvertida en las redes sociales. Al contrario, desde sus primeros minutos de vida, sus gestos, su ropa, sus disfraces, su viaje al Mundial, sus ratos con sus hermanos y hermanas, todo quedó registrado y compartido en las redes sociales de sus padres y hermanos.
Y su caso es el perfecto ejemplo del comportamiento que hoy tienen los padres y las madres –sean famosos o no– que buscan captar cada instante de las vidas de sus bebés y exponerlas ante los ojos de miles de espectadores anónimos.
El acceso a las cámaras digitales –las de la computadora, las del celular, las de la tablet–, siempre al alcance, permite que a un bebé hoy le saquen entre diez y veinte fotos por semana, o más. Así, un chico que nace en 2014 puede llegar a los 5 años de vida con un álbum online de 10 mil fotos promedio, mientras que en la década del 70 un chico que nacía en 1974 llegaba a los 5 años con un promedio de 85 fotos, según datos de un estudio de la consultora especializada en redes sociales EsViral.
“Esto tiene que ver con la tendencia de los últimos tiempos de que todo será publicado, el fin de la privacidad, y la compulsión a registrar las imágenes de nuestros cachorros”, dice Mariano Feuer, director creativo de EsViral. Y agrega que “con el tema de los bebés se da una convergencia de cosas, por un lado está lo emocional y ese instinto de cuidado y cariño hacia nuestros hijos que hace que siempre nos parezcan lindas las fotos de los bebés. Por el otro, esta tendencia a mostrar todo lo que nos pasa en la vida, qué comemos, cómo nos vestimos, sumado a algo ancestral que es ‘mirá a mi hijo’”.
También cambia la forma de presentarlos, porque si bien antes los famosos vendían la primera foto a alguna revista, hoy usan sus propias cuentas de Instagram, Facebook o Twitter para hablarles a sus seguidores. Así lo hizo Luisana Lopilato, por ejemplo, cuando publicó la primera foto de su hijo Noah con ella y su marido Michael Bublé, desde la sala de partos.
Así, casos como los de Lorenzo Tinelli, Noah Bublé, Thiago Messi (hijo de Leo Messi y Antonella Roccuzzo), y Olivia Alfonso (hija de Paula Chaves y Pedro Alfonso), que concada foto cosechan miles de “me gusta”, “favoritos” y “retuits”, son los que mejor representan esta cultura de la hiperexposición en la que hoy viven los chicos, donde se puede conocer todo de ellos antes de que ellos mismos decidan darse a conocer.
Ante este panorama también se presenta el debate acerca de la seguridad de subir tantas fotos de chicos a internet, sin saber dónde pueden terminar o quién las puede utilizar. “No alcanzamos a entender que las fotos pueden ir a parar a cualquier parte, porque no es lo mismo la foto papel en un álbum que fotos digitales subidas a las redes sociales, donde es muy difícil resistirse a compartir todo, y a la vez es imposible hacerlas volver”, alerta el periodista especializado en tecnología Santiago do Rego. Y agrega: “Hoy tus datos valen mucho”.
Toda una vida en el blog
“Toda mi vida está siendo blogueada”, dice la remera de un bebé en Instagram, cuya madre tiene un blog donde comparte con miles de internautas el día a día con su hijo. Como ella, muchos padres encontraron en las redes sociales y en las imágenes algo más allá del placer de sacarles fotos a sus pequeños. Con miles de seguidores atentos a cada cambio de ropa, algunas madres decidieron idear mundos de fantasías para sus hijos, creando personajes y escenografías en cada foto que le sacaban y publicaban. Pero que ante la popularidad que generaron terminaron convirtiendo ese pasatiempo en libros, calendarios, tarjetas y hasta imanes para la cocina. Así, por ejemplo, la artista china Sioin Queenie Liao ideó Wengenn in Wonderland, con fotos de su bebé en distintos escenarios fantásticos. Lo mismo que la finlandesa Adele Enersen, que saca fotos creativas de su pequeña Mila mientras duerme.
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