La elección entre la gobernadora y el candidato del Frente de Todos será clave para la definición presidencial. Hacen números para llegar a octubre.
las 9 de la noche, cuando se hagan públicos los primeros resultados de la elección, la mirada de una gran parte de la dirigencia va a estar centrada en la provincia de Buenos Aires. Solo una sola vez en la historia (1999) el gobernador de la Provincia y el Presidente fueron de signos diferentes, por lo que hoy en este territorio se juega mucho más que la sucesión de María Eugenia Vidal. En las dos fuerzas principales, los pronósticos son los mismos: El tramo de la boleta a gobernador del Frente de Todos que encabeza Axel Kicillof lleva ventaja sobre la boleta oficial. Pero difieren en el porcentaje que saca el candidato opositor sobre la actual gobernadora.
Y, sobre todo, disienten sobre el día después. Es decir, sobre la posibilidad de que Juntos por el Cambio revierta o no la elección en octubre. En la gobernación saben que su boleta debe conseguir más votos que el tramo de Mauricio Macri, aunque aún así quedarían debajo del Frente de Todos. Estos sufragios provendrían de votantes de Roberto Lavagna, pero en su mayoría podrían llegar de electores de José Luis Espert. La Justicia inhabilitó al Frente Despertar a tener candidatos en la provincia de Buenos Aires, por lo que solo estará su boleta presidencial en el cuarto oscuro. En Juntos por el Cambio ya piensan en octubre, por eso, creen que necesitarán cinco puntos más de lo que saque la fórmula presidencial en la Provincia que representa el 37% del padrón nacional para ilusionarse con revertir el resultado en los comicios generales.
PASO 2019: 16 provincias renovarán diputados y senadores En el Frente de Todos, creen que la diferencia que obtendrían Alberto Fernández y Cristina Kirchner sobre Mauricio Macri y Miguel Pichetto podría llegar a los dos dígitos. A pesar de que Kicillof comenzó con menos intención de voto que la fórmula presidencial, en el equipo de campaña del candidato a gobernador sostienen que esa brecha se achicó y ahora hay menos de un punto de diferencia, por lo que se habría logrado el objetivo de que el ex ministro de Economía mantenga todos los sufragios de la candidata a vicepresidenta. También apuesta a ser empujado por intendentes que suelen sacar más del 50% de los votos. Durante la campaña, los jefes distritales dejaron atrás las diferencias por el cierre de listas y subieron a Kicillof a sus campañas. Además de prestar atención a la fórmula bonaerense esta noche también se medirá cómo jugaron estos intendentes.
En Juntos por el Cambio los intendentes y candidatos a jefes comunales también tendrán vigilancia. Sobre todo, algunos que se diferenciaron de la estrategia nacional y hasta repartieron boletas cortadas junto a la papeleta presidencial del Frente de Todos. Algunos candidatos distritales tendrán peleas internas. A pesar de que las dos fuerzas lograron la unidad en la mayoría de las 135 localidades, Juntos por el Cambio tendrá competencia local en 26 distritos y el Frente de Todos en 42. Este domingo estarán habilitados para votar 12.515.361. También compiten por la gobernación Eduardo Bucca (Consenso Federal), Cristian Castillo (Frente de Izquierda-Unidad), Martín Goméz Bayón (Nuevo MAS), Leonardo Bariani (Frente Patriota), Santiago Cúneo (Partido Dignidad Popular) y María Macaione (Movimiento Organización Democrática).
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